De Trez en Trez
1.- Dicen los que saben, que la improvisación consiste en hacer algo de pronto, sin preparación previa; o bien, sin que los demás lo esperen. Es un recurso que se utiliza para mejorar lo que se está haciendo o para solucionar algún problema repentino; evidencia creatividad y habilidad de quien la pone en práctica.
De esta forma, podemos disfrutar de diversas formas de improvisación dígase en la música, en el teatro, con los comediantes, escuchando una pieza oratoria, en un concierto, en la danza, en la interpretación de versos, en los deportes… cuando uno de los atletas le pone su toque de “sal y pimienta” y, cual mago de sombrero y varita, se saca de la manga una jugada que de inmediato asombra a los asistentes y mueve al aplauso espontáneo.
Quien la usa, lo hace parecer como un acto natural, que se le da en forma fácil; pero también esta habilidad puede estar sustentada en una estructura previa -derivada de mucho tiempo de práctica de su arte u oficio-, de tal forma que en ocasiones predispone al público, para no saber qué esperar y sorprenderse con esa improvisación.
Ejemplos de lo anterior hay muchos. Así el caso de Carlos Santana y su guitarra, que lo llevaron desde Jalisco a Tijuana; después a San Francisco, y de ahí al mundo entero con su reconocible estilo de hacerla sonar de tal forma que, al escucharla, de inmediato se identifica como Santana. Él gusta mucho de la improvisación, pero basada siempre en los años de experiencia como músico. Como Carlos, hay otros músicos y cantantes de todo género que improvisan en forma excelente.
En el teatro se usa para acomodar una situación particular a la puesta en escena; también cuando a uno de los actores o actrices se les olvida parte del libreto, y entonces emplea este recurso para retomar luego el hilo original (algunas veces requiere del apoyo de sus compañeros en el escenario).
2.- Donde más se pone en práctica la improvisación es en el trabajo de los comediantes o humoristas -de los buenos, no de los que se paran ante un micrófono y sueltan una sarta de mentadas de madre sin ton ni son-; ellos saben improvisar de acuerdo al lugar, al público, a una noticia reciente o cualquier otra circunstancia que les haga variar su rutina, siempre basados en sus conocimiento y experiencia.
Con ellos también entra en juego el concepto de “ocurrente”. Este se encuentra ligado a las ocurrencias, es decir, ideas que surgen de forma imprevista y espontánea; así, se califica como ocurrente a quien las tiene y las manifiesta. Ha de ser original y muchas veces divierten; pero también, en muchas ocasiones, las ocurrencias no tienen un resultado positivo.
Con frecuencia se cree que el ocurrente siempre es divertido, siempre cae bien, cuando en realidad no es así porque la ocurrencia puede no ser apropiada, no oportuna; puede ofender, lastimar o de plano puede ser de muy mal gusto. Así que cuidado con ello.
3.- Pero en lo que no se debe improvisar ni ser ocurrente es en las acciones de gobierno. Estas impactan a los gobernados, sus servicios, sus derechos, su patrimonio, su seguridad, el medio ambiente, el erario público, su bienestar… entre otros varios aspectos del funcionamiento de un país y la calidad de vida de sus habitantes.
Por desgracia, tal y como lo comentamos antes en este mismo espacio, tal parece que el sello distintivo de este primer año de gobierno del Presidente López Obrador es precisamente la improvisación y las ocurrencias, poniendo en claro que en muchas decisiones tomadas no se tiene el diagnostico, la planeación ni la ejecución que los asuntos merecen; de ahí que no se han obtenido los resultados esperados. Mucho menos los prometidos.
En entrevista con ZETA (viernes 19 de julio de 2019), el escritor Javier Sicilia calificó al gobierno de Andrés Manuel López Obrador como de “ocurrencias” e “improvisaciones” a siete meses de asumir el mandato. Dijo el escritor, poeta y fundador del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad: “Andrés Manuel se basa en un blablablá, en argumentación sin sustento, sin planificación, en políticas públicas que no tienen claridad ni sustento; eso asusta” Y vaya que sí.
Abundó Sicilia en esa ocasión: “…La parte negativa de AMLO es la improvisación, no ha hecho políticas públicas bien pensadas, bien meditadas, bien diseñadas al país. Andrés Manuel es sumamente improvisado y eso está haciendo que el país entre en una crisis mucho mayor y más profunda”.
Han pasado seis meses de esa entrevista con este Semanario y la situación no cambia; por el contrario, la violencia, las ejecuciones y la impunidad siguen en aumento, se conocen ahora presuntos actos de corrupción que se minimizan o de plano se ignoran. Ya transcurrió el primer año del sexenio de AMLO; por ello, ahora Sicilia es uno de los activistas de la Marcha por la Paz del próximo 23 de enero. Aún estamos a tiempo.
P.D.- Haga memoria, hay muchas decisiones tomadas a la ligera en este gobierno.
P.D.2.- Por lo pronto, hay que huir un rato de este frío clima… Adiós.
Óscar Hernández Espinoza es egresado de la Facultad de Derecho por la UABC y es profesor de Cultura de la Legalidad y de Formación Cívica y Ética en Tijuana. Correo: profeohe@hotmail.com