El escritor mexicano tradujo “Sobre la lectura”, del francés Marcel Proust, un ensayo sobre la importancia de la lectura publicado por la UNAM en 2019. “La gente generalmente lee, pero el número de analfabetas es muy inferior al número de gente alfabetizada; sin embargo, una franja muy grande de esa gente alfabetizada no sabe leer, lee pero no entiende, es lo que nos está sucediendo”, expresó a ZETA el traductor
Un libro fundamental que arrojó 2019 por su argumento en torno a la importancia de la lectura es la traducción de Javier Sicilia titulada “Sobre la lectura”, de Marcel Proust, publicado en la colección Textos de Difusión Cultural de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Se trata del ensayo de Marcel Proust (Francia, 1871-1922) “Sur la lecture” (Sobre la lectura), editado por primera vez en la revista La Renaissance Latine en 1905 y publicado en 1906 como prefacio de su traducción de “Sesame and Lilies” (Sésamo y lirios, 1865) del inglés John Ruskin (Inglaterra, 1819-1900).
En la obra, Sicilia aclara que la versión que propone es la del prefacio a la traducción “Sésame et les Lys” de Proust, publicada por la Societé de Mercure en 1906.
Más de un siglo después, o a 114 años de su aparición, Javier Sicilia considera oportuno traer al español “Sobre la lectura”, sobre todo por su incuestionable vigencia.
“Proust es siempre vigente. ‘Sobre la lectura’ es una forma de cómo se debe de leer, la importancia de la lectura, la forma en que el lector debe de participar en el acto de la lectura para ser transformado no tanto por la lectura, sino a través de la lectura por sí misma, encontrar formas profundas del espíritu que solo la lectura como una llave puede abrir”, expresó a ZETA.
Por otro lado, ‘Sobre la lectura’ es un texto muy poco conocido, pero ahí está, es el inicio de los prolegómenos, podríamos decir, de lo que va a ser su gran obra que es ‘En busca del tiempo perdido’ (escrita entre 1908 y 1922). ‘Sobre la lectura’ podría ser un pasaje de uno de los tomos, sobre todo del primero, o la entrada de ‘En busca del tiempo perdido’”.
En cualquier caso, Sicilia advierte:
“‘Sobre la lectura’ es un libro que hay que leer con mucha atención, dos, tres, cuatro veces; Proust es un autor muy exigente, tan exigente como la forma en que él se exige leer, y creo que ésa es una enseñanza de cómo tenemos que leer, con esa atención perfecta”.
LA LECTURA MÁS ALLÁ DE UNA CONVERSACIÓN
En “Sobre la lectura”, Marcel Proust narra, con su clásico estilo de digresiones ensayísticas, lo que le provocaba o le ocurría mientras leía “El capitán fracasa” de Théophile Gautier (Francia, 1811-1872). Uno de los principales debates (con John Ruskin) que propone es la importancia de la lectura más allá de una conversación con el autor del libro que se lee.
— “La lectura no puede compararse sin más con una conversación (como proponía Ruskin), aunque fuera con el más sabio de los hombres” (página 47), era el argumento que proponía Proust…
“Yo creo que no lo está negando tanto Proust, dice ‘sí, pero si esa conversación no nos mueve internamente para mirar la realidad y para transformarnos, no sirve de gran cosa’; es decir, es una conversación que implica la lectura atenta del lector de tal manera que esa conversación transmita al lector elementos creativos, elementos de transformación de su propia existencia, yo creo que hacia allá apunta Proust. Y en realidad ése es el tema de lo que va a ser su obra maestra ‘En busca del tiempo perdido’, es ese diálogo con lo que Ruskin dice del arte, con esos seres que estaban ahí, que te despiertan dimensiones de tu propia existencia y de tu propia aproximación a la existencia, que son propias y que nacen de ese diálogo.
“De hecho, el libro que le permite todo ese ensayo ‘Sobre la lectura’ a Marcel Proust y que está leyendo él -que informa después-, es justamente ‘El capitán fracasa’ de Théophile Gautier, todo eso que estaba leyendo en Combray, ese diálogo que tenía con Gautier en ese momento y la relación con Combray con el lugar donde está leyendo que es el lugar donde sucede casi todo el tiempo ‘En busca del tiempo perdido’, la casa de infancia, la casa de verano de infancia, pues suscita ese diálogo. Es justamente la misión que le da esa conversación Proust. El propio ensayo es un ejemplo de lo que es una conversación con un autor, ¿qué hace la lectura que está haciendo, ‘El capitán fracasa’ de Théophile Gautier’? Le dispara toda esa reflexión, todo ese acontecer que nos narra en el ensayo ‘Sobre la lectura’”.
PROUST, EL POETA
Marcel Proust es conocido como ensayista, novelista, traductor y crítico de arte, aunque el que escribe es el poeta:
— “… los tumultos que la lectura desencadenó en mí…”, escribe Proust en “Sobre la lectura” (p. 38). “La atmósfera de esa pura amistad (del lector con el libro o autor) es el silencio, el silencio que es más puro que la palabra. Porque hablamos para los demás, pero callamos para nosotros mismos” (74). ¿Podrías hablarnos de la poesía en la obra de Proust?
“Proust es un poeta. Todo gran escritor es un poeta, en el sentido de que nos revela algo que está en la realidad pero que no hemos visto, y Proust lo hace magistralmente como todos los grandes autores, ya sea en el poema, en la novela, incluso en el ensayo; son revelaciones del misterio de la realidad.
“Cuando Proust habla del silencio es importantísimo, si no hay un silencio atento, no se puede encontrar en el tumulto que suscita una lectura los elementos fundamentales que nos competen a nosotros y que transforma nuestra vida y nos permite una aproximación a la realidad diferente”.
Sentencia Sicilia:
“Hay que estar atentos al silencio para poder entender las dimensiones que guardan ciertas palabras sobre todo de grandes autores para realmente entender la realidad y salirnos de este marasmo terrible que estamos viviendo y que es una crisis del sentido, creo que lo que estamos viviendo es una crisis profunda del lenguaje por una falta de atención en los sentidos profundos que guardan las palabras”.
“LA LECTURA NO ES UN ACTO PARA ACUMULAR CONOCIMIENTO”
Mientras narra su ensayo “Sobre la lectura”, Marcel Proust advierte sobre las posibilidades de la lectura: “Al revés de la conversación, la lectura consiste, para cada uno de nosotros, en recibir un pensamiento pero estando completamente solos” (47), “… el letrado, que lee por leer, para recordar lo leído” (66), “En la lectura, la amistad llega de repente a su pureza primera. Con los libros no se es amable. Si pasamos la noche con ellos es porque teníamos ganas de hacerlo” (74), son solo algunos de sus argumentos.
— ¿Qué no es la lectura?, se le inquirió entonces a Javier Sicilia.
“La lectura no es un acto para acumular conocimiento, puede ser para el caso de los letrados de los que habla Proust. La lectura no es tampoco como en este país, por desgracia, que se lee pero no se entiende absolutamente de lo que se está leyendo, porque no hay suficiente silencio, suficiente atención; ninguna de esas dos cosas es la lectura, desde la perspectiva de Proust y también desde mi perspectiva. La lectura es un acto creativo, un acto que te transforma, te transforma para poder mirar con más hondura la realidad”.
— ¿Cuál es el principal error en las campañas de lectura, como aquella que dice “Lee veinte minutos al día”?
“Es un error creer que la lectura en sí misma hace algo; hay que aprender a leer, es lo que no está enseñándose. La gente generalmente lee, pero el número de analfabetas es muy inferior al número de gente alfabetizada. Sin embargo, una franja muy grande de esa gente alfabetizada no sabe leer, lee pero no entiende, es lo que nos está sucediendo. Yo creo que gran parte del problema que vivimos en México es que no se está leyendo, no se está haciendo una lectura atenta.
“A veces frecuento los comentarios que hacen a articulistas o a mis propios artículos en Proceso, y los comentarios que leo no tienen nada que ver con lo que se está diciendo en el artículo, eso quiere decir que no están leyendo. Incentivar la lectura no resuelve nada si no va acompañada de una enseñanza para leer, de cómo se debe de leer, ejercicios de comprensión de la lectura, si no leer no sirve de nada, es simplemente una campaña vacía.
“Hay que hacer cada vez más círculos de lectores, juntarnos a leer autores y pensar alrededor de lo que se está leyendo en conjunto, entender; si no, las campañas no funcionan, leer no es garantía de comprensión y de aproximación profunda al sentido que guardan los libros y que queden despertados en nosotros muchos otros sentidos de la realidad”.
Así llega la propuesta de Sicilia: “Yo los invito a leer ‘Sobre la lectura’ porque nos lleva a pensar qué es el acto de la lectura. Generalmente leemos, pero nunca reflexionamos mucho qué significa el acto de la lectura, cuáles son las profundidades que exige una buena lectura”.