Habrá que acostumbrarnos a caminar lento, a pensar en chiquito y ver a los funcionarios de la 4T soñar, hablar y presumir ante el mundo que son listos; que han transformado el cochinero que dejaron los anteriores gobiernos en verdaderos éxitos, en primerísimo lugar contra la corrupción. Saben hacer las cosas, no importa los costos. Su primer gran éxito: la derrota al “huachicol”.
Ese éxito costó millones de pesos, hizo quebrar negocios sólidos que todavía no logran reponerse, pero… corrección, pacientísimo lector/lectora, el primer gran triunfo del Presidente AMLO fue parar una obra que ante el mundo había sido reconocida como importante y necesaria: el aeropuerto de Texcoco. No importa que, debido a eso, se haya endeudado al país; tendrá un campo aéreo digno de los nuevos tiempos de la mediocridad: Santa Lucía, que expertos internacionales lo ven con enorme desconfianza.
Que la nación pierda dinero con la nueva forma de gobernar a la trompa y talega, pasa. Finalmente, si se acaba el dinero, se toma del ahorrado por los gobiernos anteriores para hacer frente a las emergencias; y si este también se acaba, pues aquí están los contribuyentes. Y si protestan los empresarios, se les compara con los cerdos que chillan. Y lo hace quien posee una fortuna, que mucho le ha ayudado a transitar por la carretera política.
Lo que es imposible aceptar con la boca cerrada, sin exhibir la desnaturalizada forma de gobernar y sin acudir a todos los caminos legales que otorgan las leyes mexicanas e internacionales (por aquello de los convenios y tratados), es que la ineficiencia cobre la vida de seres humanos por la terca idea de cancelar la nación que recibieron para gobernar. El Seguro Popular, a pesar de las fallas, estaba beneficiando a más de 53 millones de seres humanos.
Y sus creadores no fueron ineptos, ignorantes, avorazados ni ambiciosos. El doctor Julio Frenk y un grupo de especialistas trabajaron para crear el ahora tan satanizado Seguro Popular. A ciencia cierta, no se sabe quién creó el Insabi, pero sí hay una seguridad irrefutable: nació por alguna puntada, avalada por los legisladores. Ellos son los culpables de que la vida de millones de personas esté en peligro de muerte. ¿Se les castigará? ¡No! Integran la casta divina de los que gobiernan, aunque lo hagan mal. Nadie los llamará a cuentas.
Nota 1.- Es un hecho; lo presumen y amenazan: quieren desaparecer el Consejo Estatal de los OSC. No conviene, no les gusta a los que recién arriban al gobierno estatal. No está hecho a modo de la 4T. Los ciudadanos deben de ser dóciles y aplaudir lo que sea; de lo contrario, tienen formas de acabarlo. Un congreso domesticado, sin oposición.
Nota 2.- Primero eliminarán la Ley de Fomento a las Actividades de Bienestar y Desarrollo Social, luego seguirán con la Ley de Asistencia Social. Y ya encarrerados, con la Ley que atiende a personas con discapacidad. En todas ellas -y en muchas más- el Estado se obliga a cubrir todas esas necesidades. No la sociedad. El Estado. Ya veremos cómo lo harán sin el apoyo de la sociedad civil organizada.
Nota 3.- “Calumnia que algo queda”. No se debe permitir que los de la 4T agredan a la sociedad civil organizada.
Luz Elena Picos es directora de Red Social de Tijuana.
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