El ex candidato a la alcaldía de Tijuana, Ismael Burgueño Ruiz reiteró que su designación para ocupar la dirigencia de Morena en Baja California se manejó tan sólo como una propuesta para que el Consejo Nacional la ratificara. Mencionó que el trámite correspondiente podría concretarse a partir del 5 de febrero, siempre y cuando el Instituto Nacional Electoral valide el Congreso en el que Alfonso Ramírez Cuellar fue elegido como dirigente nacional.
En entrevista con ZETA, Burgueño Ruiz recordó que en esa fecha el diputado federal con licencia presentará ante el órgano electoral las actas notariales y resoluciones que en el ánimo de nombrarlo presidente del Comité Ejecutivo Nacional de Morena se suscribieron en el congreso extraordinario del 26 de enero. “De ahí el CEN comienza a ver a los responsables en los estados y empiezan a ratificarlos”, manifestó.
En su caso particular definió como “una ventaja” el hecho de haya “una propuesta única”, la cual recae en su persona para que asuma la dirección del instituto político en BC.
De acuerdo con el político tijuanense, actualmente la dirigencia en el estado se encuentra acéfala, en vista de que Rocío Adame, quien llevaba las riendas del partido, se incorporó de manera formal a la función pública (como subsecretaria regional de integración y bienestar social), ámbito en el que se había venido desempeñando al tiempo que fungía como presidenta en funciones de Morena.
A decir de Burgueño Ruiz, una vez que Adame Muñoz formalizó su posición como funcionaria pública, los miembros del Consejo Estatal acordaron (el 19 de enero) que debían proponer al Comité Ejecutivo Nacional quién pudiera asumir la titularidad del instituto a nivel estatal. A propósito manifestó: “dentro de lo que platicamos los consejeros salgo como propuesta, pero eso confunde como si ya hubiera sido electo presidente de Morena. Obviamente es una propuesta que el CEN de Morena tiene que ratificar”.
Tanto Burgueño como Ramírez Cuéllar, en caso de ser ratificados en sus nombramientos, asumirían de manera provisional en aras de que en sus respectivos ámbitos de competencia convoquen a elecciones internas para renovar formalmente los órganos directivos del partido.
En cuanto a las objeciones de la secretaria general Yeidckol Polevnsky, quien fue relevada por Ramírez Cuéllar por disposición de consejeros partidistas y anunció que impugnaría la sesión del 26 de enero, en la que se decretó el relevo, Burgueño argumentó que “el Congreso estuvo legalmente constituido con el 50% más uno de los congresistas”. Según precisó: “de 2 mil 600 que están activos, acudimos mil 310”.
En cuanto a la cifra de mil 501 morenistas que estatutariamente debían estar presentes como mínimo en el encuentro nacional, el entrevistado defendió: “De manera natural se eligen a 3 mil cuando se lleva a cabo ese proceso, sin embargo, en todo este tiempo ha habido renuncias de algunos consejeros, ha habido licencias porque ya son funcionarios públicos, entonces todo eso llevó a que se redujeran a 2 mil 600, los que están activos, y eso permitió en su momento el domingo que se anunciara que acudieron mil 310, 50% más uno, y ya con esa cantidad se pudo llevar a cabo el Congreso”.
Sobre el hecho de que en los estatutos de Morena no está contemplada la figura de presidente interino o provisional, tal como alegó Polevnsky ante el nombramiento de Ramírez Cuéllar en esa modalidad, en la cual también encaja la propia designación de Burgueño, éste justificó: “De hecho presidente interino no está estipulado, nombran delegado con funciones de presidente, así como ella, secretaria general con funciones de presidente. En palabra no está estipulado en el Estatuto, a lo que ella se refiere específicamente es que no se ha nombrado a nadie, según los argumentos que ella trae y lo que ella piensa que legalmente está bien”.
Agregó que la reunión del 26 de enero, con todo y que no contó con representación del Comité Ejecutivo Nacional (ante la renuencia de Polevnsky a que se llevara a cabo), Burgueño Ruiz sostuvo que el Estatuto señala que cuando una tercera parte de los Congresos estatales solicitan un Congreso Nacional extraordinario procede legalmente.
Por otro lado negó que en Baja California, Morena atraviese por una situación crítica, con todo y que su nombramiento como posible dirigente estatal fue objeto de una denuncia (relativa a que los consejeros estatales no estaban facultados para sesionar el 19 de enero por vencimiento de su periodo como tales y que Rocío Adame no debió haber participado en la sesión por ostentar cargo en la función pública).
“No hay crisis, la militancia está más unida que nunca, las bases y donde yo fundamento lo que es el tacto político de un partido es en las bases y las bases ya quieren que se renueven las dirigencias”, expresó.
Por lo que respecta a las declaraciones del mandatario estatal, Jaime Bonilla Valdez, referentes a que él no había recibido notificación sobre la designación de Burgueño para desempeñarse como dirigente estatal, éste obvió que tuvo que ver con que “se manejó tanta información y aseguraron que él era dirigente interino que hubo confusión en todos los compañeros” y posiblemente “por eso al gobernador le extrañó porque realmente no hay dirigente de Morena del estado”.
“Hay excelente trato (con Bonilla Valdez), de respeto, yo creo que todos fundamos este proyecto con un objetivo, que es buscar el equilibrio y que de manera colectiva la gente esté mejor”, remató.