Miguel Riquelme Solís, gobernador de Coahuila, reveló este viernes 17 de enero, que José Ángel “N” -abuelo del niño del mismo nombre que disparó dentro del colegio Cervantes, en Torreón, y asesinó a la maestra María Assaff Medina y luego se suicidó-, sabía de las intenciones de su nieto y le facilitó las armas.
Según una conversación de la aplicación de mensajería WhatsApp, que fue encontrada por la Fiscalía General de Coahuila en el teléfono celular del abuelo, tras el tiroteo en el Colegio, José Ángel “N” habló con su hija, quien le reclamó que le diera las armas de fuego a su nieto.
“¿Por qué se la diste papá, ves lo que pasa? Cuando lo vi no me sorprendí, sabía que fuiste tú quien se la dio”, dijo la mujer, según la transcripción de la conversación.
“Él quería hacerlo, no podía detenerlo fue su voluntad, hija”, respondió el abuelo, quien ya fue detenido y se encuentra en prisión.
Sobre esta conversación, el gobernador de Coahuila, dijo que, como estos mensajes, hay otros que podrían demostrar la omisión del abuelo del menor.
“Hay muchos temas todavía que dentro de las indagatorias y una vez que termine la carpeta de investigación, y la audiencia que es muy importante que será el próximo domingo”, indicó el mandatario estatal.
“Pues se podrán dar a conocer dentro de las conversaciones que el abuelo tenía en su teléfono celular y que nos puede dar una idea de realmente de lo que estaba pasando al interior de la familia y poder entender el contexto tan complejo en el que vivía el menor”, explicó Riquelme Solís.
Por otra parte, el gobernador informó que ayer jueves 16 de enero se reunió con los cinco menores y el maestro de educación física que resultaron lesionados durante el tiroteo, así como con los padres de familia de estos alumnos, con el objetivo de establecer las acciones necesarias para que recobren la confianza y retomen sus clases de manera normal.
“Quiero seguir, sin desviar la atención de lo que nos preocupa, que es precisamente la restauración de nuestro tejido social, de los valores familiares y de ser un esfuerzo para que los padres de familia puedan enfrentar con sus hijos diariamente encuentros, pláticas, y sobre todo comunicación, para evitar este tipo de cosas y poder detectar a tiempo conductas distintas a las que una familia puede concebir”, insistió Riquelme Solís.
El proceso legal que enfrenta José Ángel “N”, el abuelo del menor, continuará este domingo, cuando podría ser vinculado a proceso por omisión de cuidados, corrupción de menores y homicidio calificado con alevosía y ventaja por omisión de acción jurídicamente debida.
El pasado 14 de enero, Santiago Nieto Castillo, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), informó que se congelaron las cuentas bancarias de José Ángel “N”, abuelo del niño del mismo nombre que disparó dentro del colegio Cervantes.
El funcionario federal, dependiente de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), explicó que se detectaron flujos de dinero en efectivo por millones de pesos, así como la compra de vehículos de lujo y transferencias de recursos hacia Estados Unidos.
“El abuelo tiene 121 millones de pesos de flujo en efectivo hacia empresas, tiene en recepción de flujos de efectivo por 24 millones de pesos en sus propias empresas; la adquisición de seis vehículos de lujo en dos años: tres MBW, tres Jeep Cherokee, además de que la abuela tiene la adquisición de tres camionetas de lujo, además blindadas, transferencias de dinero hacia Estados Unidos y un problema de defraudación fiscal”, expuso Nieto Castillo.
El funcionario federal detalló que ninguno de los abuelos, ni el hijo, presentan declaraciones fiscales, por tanto podría tratarse un tema de lavado de dinero y de fraude fiscal.
“Presentaremos la denuncia correspondiente y haremos el bloqueo de cuentas en razón de que encontramos que no hay fundamento para tener esos flujos de capital, de una persona que lo que tiene formalmente registrado es una casa, un lugar de rentas para fiestas”, indicó Nieto Castillo.
José Ángel “N”, abuelo del niño del mismo nombre que disparó dentro del colegio Cervantes, en Torreón, fue detenido la noche del 13 de enero, por el homicidio de la maestra María Assaff Medina y de su nieto, según lo informó Gerardo Márquez Guevara, titular de la Fiscalía General de Coahuila.
“Hemos judicializado ya la carpeta, hemos solicitado una orden de aprehensión en contra de una persona que responde al nombre de José Angel ‘N’ […] A esta persona le estamos atribuyendo de alguna forma el homicidio de la maestra que pierde la vida en ese lugar, desde luego por haber asumido una conducta omisiva, que tiene que ver con haber sido negligente en la tenencia de armas de fuego en el domicilio, en particular en donde habitualmente cohabitaba un menor de edad”, según dijo el funcionario estatal en una rueda de prensa.
“Es muy lamentable para nosotros dar esta información porque pues de alguna forma tenemos víctimas, víctimas inocentes en la persona del menor y de la maestra que pierde la vida, hemos detectado una ausencia de valores o de cultivo de valores en su atención, por lo menos eso revelan las primeras investigaciones que hemos hecho”, añadió el fiscal estatal.
“Lamentamos este tema y sobre todo por tratarse de un consanguíneo al que se le está de alguna forma atribuyendo la conducta delictuosa […] La orden de aprehensión ha sido ejecutada hace unos momentos, hace unos minutos, no sé, una hora aproximadamente”, detalló Márquez Guevara.
El 12 de enero, el titular de la Fiscalía General de Coahuila dio a conocer que las armas que fueron utilizadas el pasado 10 de enero por José Ángel “N” -de 11 años de edad, para asesinar a su maestra, y con las cuales después se quitó la vida en la primaria del Colegio Cervantes de Torreón-, son propiedad del abuelo con quien vivía.
“Por los indicios que se tiene se estima que son propiedad del abuelo, se encontraban en la casa”, informó a medios locales el funcionario estatal antes de ingresar a una reunión de Seguridad del Estado. El fiscal de Coahuila agregó que hasta estos momentos no se tienen elementos para comprobar que las armas fueron obtenidas por el abuelo de José Ángel de forma legal.
“Las armas eran del abuelo y de alguna forma, por algún motivo, se dejaron al alcance del menor. Dentro del ámbito familiar que él [el menor agresor] vivió, trajo como consecuencia lo que hizo”, según declaró el fiscal coahuilense, quien manifestó, además, que hasta estos momentos, el abuelo se ha reservado su declaración ante las diligencias que realiza la Fiscalía para definir las acciones legales del caso.
Respecto al entorno del menor, Márquez Guevara dijo que ya han sido resguardados el equipo electrónico como un teléfono, un iPad, los videojuegos, y se están analizando las cuentas del menor en las diversas redes sociales, además de que para las acciones legales ya se han realizado por lo menos 25 entrevistas con el entorno del agresor.
El diario local Vanguardia informó que el pasado 12 de enero se dieron de alta del Sanatorio Español a tres de los seis heridos que también resultaron alcanzados por el niño José Ángel “N”, quien se quitó la vida, luego de disparar contra su maestra, así como lesionar a cinco compañeros y a otro profesor, con un arma de fuego calibre .40 y otra .25.
Por su parte, el gobernador de Coahuila también indicó que las armas con las que se perpetró el pasado ataque en el Colegio Cervantes de Torreón, pertenecían al abuelo del niño y éstas no contaban con portación legal.
El mandatario estatal declaró en una entrevista telefónica con el periodista Óscar Mario Beteta, en Radio Fórmula, que uno de los factores que influyó en José Ángel “N” para asesinar a su maestra y herir a seis personas más, fue el ámbito familiar.
“En las primeras declaraciones que hice a los medios de comunicación dije que, no se veía un entorno familiar adecuado del menor y hoy se corrobora”, insistió el gobernador Riquelme Solís.
REGRESAN A CLASES
Este viernes 17 de enero, una semana después del tiroteo perpetrado por un alumno de 11 años de edad, el Colegio Cervantes de Torreón, Coahuila, reanudó las clases.
A su llegada al instituto educativo, los estudiantes se encontraron con la novedad de que para ingresar deben pasar por detectores de metal. Además, personal del colegio revisa sus pertenencias.
Otra medida adoptada y aprobada por los padres de familia, es que los menores utilicen mochilas transparentes o bolsas de plástico para facilitar la detección de objetos prohibidos.