La Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio estadounidense (NASA, por sus siglas en inglés), lanzó este jueves 5 de diciembre, en Cabo Cañaveral, Florida, la nave espacial “Dragon”, impulsada por el cohete Falcon 9, mismo que transporta el nanosatélite “AztechSat-1”, el primero de manufactura mexicana que salió a órbita desde la Estación Espacial Internacional (EEI).
A través de un comunicado, la Agencia Espacial Mexicana (AEM), un organismo descentralizado de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), aseguró que este hecho marca el comienzo de una nueva era en el desarrollo espacial de nuestro país.
El aparato forma parte de la misión de abastecimiento de la Estación Espacial Internacional “CRS-19”, de la empresa SpaceX, proyecto que tiene su origen en un acuerdo de colaboración en donde se establece que la AEM entregará a EE.UU. un CubeSat de una unidad (10 centímetros cúbicos y un kilogramo de peso), “para demostrar capacidad técnica en comunicaciones espaciales de interés común para México y para la NASA”.
Según lo explicó la AEM, en máximo dos o tres días, la cápsula “Dragon” descargará el satélite en la EEI. Asimismo, la agencia mexicana informó que la NASA proporcionó asesoramiento técnico para diseñar, construir, probar y operar el satélite, así como las instalaciones para realizar las pruebas ambientales y de calificación para vuelo espacial, además de que cubrió los costos de su lanzamiento hacia la Estación Espacial Internacional.
El objetivo es validar una posible comunicación entre el “AztechSat-1” y la constelación de satélites de comunicaciones Globalstar para que, en el futuro, mejorar el control y la operación de picosatélites.
El desarrollo del nanosatélite fue coordinado por la AEM con la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), la que diseñó, desarrolló, probó y operó, con la participación de estudiantes y profesores, asesorados por un equipo mentor compuesto por especialistas de la AEM y la NASA.
El equipo desarrolló el proyecto siguiendo la metodología de Ingeniería de Sistemas Espaciales de la NASA, lo que permitió realizar el proyecto en tiempo y forma, de acuerdo con estándares de calidad previamente especificados, por lo que pasó las pruebas ambientales en los laboratorios de EE.UU.
En 2015, el satélite mexicano Centenario (MEXSAT1), que debía ofrecer servicios de telecomunicaciones para México y América Latina, se desintegró en la atmósfera a pocas horas de su lanzamiento en Kazajistán y sus restos fueron hallados en Siberia.
-Con información de Televisa y Reforma.