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jueves, octubre 10, 2024
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Chef Benito Molina, a la defensa del Valle

 

Desde joven, el chef mexicano Benito Molina supo que tenía que vivir en una ciudad frente al mar para emprender su proyecto gastronómico. Fue en Ensenada donde encontró un pedazo de mediterráneo para dar vida a su negocio mundialmente reconocido La Manzanilla.

Durante 2019, el cocinero nacido en Ciudad de México y con 25 años de trayectoria viviendo en Ensenada, hizo un fuerte posicionamiento para defender el Valle de Guadalupe, previo a la aprobación del Reglamento de Zonificación y Usos de Suelo para el Programa Sectorial del Desarrollo Urbano-Turístico de los Valles Vitivinícolas.

De igual manera, se sumó a la promoción de eventos para recaudar fondos para mejorar las condiciones del cuerpo de Bomberos Voluntarios del El Porvenir, en la región vinícola.

Los incendios del mes de octubre devastaron gran parte de las áreas forestales en el Valle, lo que motivó a empresarios a iniciar una campaña de prevención de incendios, con la participación activa de Molina.

“Todos estamos aquí por el Valle de Guadalupe. Ensenada es otro México o el mediterráneo mexicano, además del vino, no podemos dejar de lado que acá está el mejor pescado y marisco, aquí se conjuntan muchas cosas para que suceda la Ruta del Vino”, destaca.

“Los incendios llamaron la atención y nos puso los pies en la tierra de creer que estamos muy allá, como destino gastronómico mundial, cuando tenemos un cuerpo de bomberos que sobrevive con tres pesos”, lamenta.

Otro riesgo que existe y amenaza la codiciada zona vinícola, la principal es la falta de agua, el escaso recurso impide el crecimiento desmedido de la zona.

Los resultados científicos son claros y el Valle de Guadalupe se puede acabar si no lo cuidan en toda su extensión, afirma Benito.

La Ruta del Vino existe gracias a las corrientes de insurgencia que generan el microclima. Se trata de corrientes de aire frías las cuales soplan desde Alaska por la superficie de la Bahía de Ensenada formando un clima mediterráneo.

“No estamos inventando nada, hay estas carencias o aristas de ‘Viva México’, con un destino reconocido del mundo con unos bomberos con tres pesos para proteger la joya en medio del desierto, con un ecosistema único, no somos como en Australia, Sudáfrica y Chile” advierte.

Benito ha hecho equipo con su esposa, la también chef, Solange Muris, pero fue el productor de vino mexicano Hugo D’Acosta quien lo invitó a conocer el puerto y lo motivó a vivir en el Valle.

“Si le estamos tirando a las grandes ligas -resaltó el chef desde el patio de su restaurante, en el recinto portuario-, no es posible que no haya organización en el Valle”, refiriéndose al tema de la  basura, la cual se quema en los ranchos sin siquiera tener un sistema de recolección digno como lo es el reciclaje.

En su visión, no pueden existir hoteles de 200 o 300 cuartos en zonas agrícolas con riqueza para producir vid y olivo, pero sí de 10 o 15 cuartos”, “no es que vamos a poder tener las grandes extensiones de vid porque no hay agua, ni tenemos cordillera o montaña, el agua que hay en Ensenada es lo que llueve, y a veces.

“Nos estamos chupando el agua de los mantos y es clarísimo que se puede acabar de un día para otro porque, a final de cuentas, el que manda es el agua. No se pueden dar más permisos para proyectos grandes porque no hay agua, el Valle tendría que estar blindado desde mucho antes, incluso hablando del tema del incendio. Tenemos que proteger un oasis en el desierto”, insistió.

En un sitio con un estatus ecológico delicado, la participación de los empresarios es vital, así como la del gobierno, y también  aplica para el mar.

 

Molina recordó cómo Ensenada fue en su momento el puerto atunero más importante del mundo hasta antes del embargo atunero, crisis que casi acabó con la economía de la ciudad.

El mejor ejemplo de una devastación es su restaurante La Manzanilla, fincado sobre un predio que fue un taller mecánico de los montacargas de los astilleros de una compañía de atuneros.

Justo eso resaltó: No quiere que el Valle de Guadalupe después sea recordado como un área donde se producía el mejor vino de México.

Y coincide con otros empresarios en mantener el ritmo no solo en el sector vitivinícola, sino en el marítimo, con la pesca sustentable y evitando que otros países como China, se apoderen del mercado.

“Por eso tenemos que tener conciencia con el respeto a las vedas e integrar el todo”, dice.

Aunque hay situaciones que desaniman a Benito y lo harían desertar de su activismo, prefiere no mencionar cuáles y, en sentido figurado, solo advirtió que tirará golpes hasta el último momento, “podemos tener un lugar privilegiado, pero si no lo cuidamos con pinzas, se va a acabar”.

Por su compromiso con la gastronomía, su apoyo a Ensenada y su defensa del Valle de Guadalupe, el chef Benito Molina es para ZETA, un Personaje Destacado 2019.

Autor(a)

Lorena Lamas
Lorena Lamas
Inició sus estudios en la carrera de Periodismo de la Universidad de a Morelia (UDEM) y egresó de la licenciatura en Comunicación del Centro Universitario de Tijuana (CUT). Desde el 2014 colabora en el Semanario ZETA. Se ha desempeñado como reportera en los municipios de Ensenada y San Quintín.
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