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En octubre de 2019, Baja California sobrevivió a once días de incendios, intensificados por la condición de vientos de Santa Ana. En cuatro municipios -Ensenada, Tecate, Rosarito y Tijuana-, casi mil personas resultaron damnificadas y más de 13 mil 500 hectáreas afectadas por las llamas. Si las fatalidades -que resultaron en tres- y las casas afectadas –aproximadamente 320- no fueron mayores, se debió a la oportuna, comprometida y profesional intervención de los equipos de Bomberos de los municipios de Baja California. A pesar de las carencias que enfrentan en equipo, personal, bajos sueldos y la necesidad de más estaciones y unidades, los apagafuegos bajacalifornianos sacaron la casta y evitaron una catástrofe mayor. Por estas razones, los Bomberos del Estado de Baja California son para ZETA, los Personajes del Año 2019.
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FOTO: Alejandro Gutiérrez Mora.- El director de Bomberos Tijuana, José Luis Jiménez.
BOMBEROS TIJUANA
El trabajo en equipo, la lealtad a la corporación y el compromiso con la sociedad, son los tres pilares que este 2019 llevaron al éxito y al reconocimiento de la sociedad, al Cuerpo de Bomberos de Tijuana, que pese a las circunstancias y las carencias, se situó como la institución integrada por “héroes sin capa”.
Para el actual director de Bomberos, José Luis Jiménez, este año fue sin duda de grandes retos en una ciudad como Tijuana, donde cada mes prestan un aproximado de mil 500 servicios de todo tipo, “lo cual para otras ciudades representa demasiado y aquí ya se ve como algo normal”, refiere.
Sin embargo, lo que para Bomberos marcó este año fue sin duda el mes de octubre y los once días de incendios que se tuvieron en la ciudad y en otros municipios, donde, de manera solidaria, también participaron de forma exitosa y como una muestra de compañerismo y coordinación que se tienen entre colegas.
Bomberos Tijuana se compone de 436 elementos, de estos, 330 están en el área operativa y el resto en administración y peritos, pero cuando las llamas comenzaron a consumir distintos puntos de la ciudad, elementos de áreas administrativas salieron a operar para sofocar los incendios que se estaban presentando.
El trabajo fue tan arduo que utilizaron algunas bomberas de las reservas para solventar la atípica situación que se presentó ese mes con los vientos de Santa Ana. Tan grande fue el compromiso que seis de ellos, ya jubilados, abandonaron su retiro, portaron nuevamente el uniforme y contribuyeron a sofocar el fuego.
José Luis Díaz y Jaime Antonio Gutiérrez, capitanes de primer y segundo turno, fueron dos de los jubilados que participaron en la colonia La Misión, donde apoyaron a Bomberos Rosarito y en Baja Mar ayudaron a los de Ensenada.
“Fue histórico cómo la gente se sumó a ayudar, sabemos que tenemos el respaldo de la ciudadanía porque nos lo han demostrado poco a poco, pero nunca se había dado de la manera como lo hicieron esa ocasión y es algo que nos sorprendió sobremanera, sobre todo al ver a los niños diciendo ‘eres nuestro héroe’”, compartió el director Jiménez.
Las intensas lluvias de noviembre también representaron un reto mayúsculo debido a las inundaciones y la situación de riesgo que representó para varias familias. Coordinados con Protección Civil y Seguridad Pública, Bomberos pudieron hacer frente a la situación también de forma exitosa, incluso rescatando personas que habían quedado atrapadas por el agua en sus domicilios.
Foto: Alejandro Gutiérrez Mora.- Miembros del cuerpo de Bomberos de la ciudad de Tijuana.
Pero estas no han sido las únicas ocasiones que han salvado vidas, ya que en el mismo mes, lograron rescatar a seis personas en un domicilio en El Jibarito, donde el fuego consumió el segundo nivel y quedaron acorraladas por las llamas. Un bombero que se encontraba en día de descanso y que vive cerca, ayudó a sacar a cuatro personas y, una vez que llegaron los demás elementos, se puso a salvo a otras dos.
En la colonia Alfa Panamericano atendieron un reporte de un fuerte olor a gas, cuando llegaron los Bomberos entraron por la ventana, en el interior se encontraron a dos niños inconscientes por el acumulamiento de gas; fueron trasladados al médico y lograron sobrevivir.
José Luis Jiménez señala que uno de los grandes retos siempre ha sido el equipamiento de la corporación, debido a la cantidad de servicios que atienden al día (casi 50), sin embargo, ve muy positivo que en 2019 pudieron adquirir quince unidades más y se entregó el equipo estructural a los elementos.
Aunado a que “con la ayuda del alcalde Arturo González Cruz y regidores”, lograron aumento al salario a bomberos de confianza, lo cual no se daba desde hace 14 años. Logros que reconoce, se han dado también gracias al Patronato de Bomberos, quienes están siempre pendientes y al tanto de sus necesidades.
“Sin duda ha sido un año muy bueno porque hemos llegado a una estabilidad que queríamos; cambió mucho la perspectiva y la imagen del bombero, y lo mejor es que en todo el año no tuvimos ningún bombero lesionado de gravedad y ninguno que haya perdido la vida, eso es el mayor logro del año en la corporación”, celebró Jiménez.
BOMBEROS TECATE
El fuego avivado por los vientos de la condición Santa Ana, arrasó con 114 casas en Tecate en octubre. A parte de los daños materiales, dos jovencitas perdieron la vida en una contingencia calificada sin precedentes, de acuerdo a las palabras del director del Cuerpo de Bomberos, Capitán Genaro López.
FOTO: Alejandro Gutiérrez Mora
La madrugada del 25 de octubre se recibió el primer reporte a la central, indicando un fuerte incendio en la colonia El Mirador. De inmediato, López acudió a atender el siniestro y, conforme fueron pasando las horas, les reportaron otros incendios en otras colonias y en zonas rurales. Debía desplazar a 76 bomberos activos que conforman la corporación, con el equipo gastado y descompuesto con el que acuden a los llamados.
“Soy bombero de carrera, vengo de una estación y sé lo que es estar trabajando sin equipo. Algo que queremos, es que el Departamento de Bomberos de Tecate prospere, y para eso ya hemos diseñado varios proyectos que nos ayudarán a lograr nuestro objetivo el siguiente año”, compartió el Capitán, quien en 17 años que tiene de servicio, no había atestiguado incendios como los registrados en octubre en el Pueblo Mágico.
En 2007 hubo algunos siniestros, pero se limitaron al área rural o de serranía en la periferia del municipio.
Aseguró que la corporación ha permanecido en el abandono, pero mantiene la esperanza que la actual alcaldesa, Zulema Adams, cumpla su compromiso de garantizar mejores condiciones para que los bomberos lleven a cabo su labor.
“Ahorita nuestros mecánicos han trabajo a marchas forzadas, porque nos truena una máquina y no tenemos reservas. La Estación Juárez (ubicada a un costado del Hospital General de Tecate) estuvo cerrada por unas semanas, hasta que sus unidades salieron del taller”, expuso
Foto: Alejandro Gutierrez Mora
Tecate cuenta con seis estaciones, dos ubicadas en la zona urbana y cuatro en la rural. Cada una debe contar con dos unidades, una máquina bombera y una pipa, mientras la corporación debe tener un promedio de seis unidades de reserva, actualmente en reparación y solo una pipa disponible para todo el municipio.
López agradeció el apoyo de la ciudadanía, ya que algunos grupos de rescate independiente formaron brigadas para auxiliarles en la contención de incendios. También mencionó que todo el personal administrativo acudió a las instalaciones y se mantuvo al pendiente por cualquier eventualidad que surgiera, lo mismo con bomberos prejubilados y pensionados que se sumaron.
“Mis respetos para todos los muchachos, porque día a día salen y dan lo mejor de sí. Porque cada día le invierten y tratan de sacar el trabajo lo mejor posible. Todos los muchachos, desde los que están en la oficina, los de Protección Civil, el mecánico, los bomberos, todos lo que estuvieron aquí hasta la madrugada, al pendiente de la contingencia”, añadió.
Para López, la contingencia fue suficiente dejar claro el panorama general de las corporaciones, pues cada municipio tiene sus propios retos y necesidades. En el caso de Tecate, la falta de unidades, equipo y de personal se hizo latente. Espera que sea un hecho que el Ayuntamiento de Tecate aumente el presupuesto para el Cuerpo de Bomberos y así contrarrestar un poco el estado de precariedad en que se encuentra.
El Cuerpo de Bomberos de Tecate carece de un patronato como el de Tijuana, que funja como intermediario para posibles donaciones, sin embargo, el propio Capitán López ha tomado la iniciativa de salir a “tocar puertas” y de momento ha logrado una vinculación con el Departamento de Bomberos de National City, Estados Unidos, sirviéndose también de la cooperación binacional que existe dentro de su gremio.
De igual forma, se busca el recurso por parte de entidades del gobierno mexicano, tal es el caso de la Comisión Nacional Forestal, que en semanas anteriores les entregó equipo para los bomberos que atienden incendios forestales.
Foto: Alejandro Gutiérrez Mora.- Lucas Solórsano, bombero voluntario de El Porvenir en el Valle de Guadalupe.
BOMBEROS ENSENADA
La última ocasión que los bomberos de Ensenada recibieron uniformes oficiales en color azul fue hace cuatro años y cinco de que les fue entregado equipo estructural para combatir incendios.
En esas condiciones de inseguridad, ante la falta de equipo y herramientas, del 24 al 26 octubre, el Cuerpo de Bomberos fue llamado a trabajar para enfrentar la tragedia forestal que cobró la vida de dos personas, consumió 54 viviendas, 13 vehículos y más de 7 mil hectáreas de daño forestal.
Todos participaron sin excepción, quienes estaban en descanso llegaron en vehículos propios hasta las comunidades afectadas como El Zorrillo, Ojos Negros, Cañón de Doña Petra, Valle de Guadalupe y La Misión.
En total en el puerto hay 180 bomberos, más personal administrativo que trabaja para el gobierno municipal. El 40% pertenece al sindicato, y el resto está contratado bajo otra modalidad como honorario o lista de raya.
La mangueras trabajan a un 40% de su capacidad, debido a que son débiles por los años de uso. “Si le metemos presión, truenan, eso significa cortar, cortar y poner la liga”, afirman.
La muerte de una persona en un incendio es el peor escenario para un bombero, deben actuar con el equipo que se cuente y correr los riesgos que sean necesarios. En los días del incendio forestal en octubre todos fueron convocados.
“Es difícil organizarnos, la pirotecnia genera muchas emergencias, así que no tenemos tiempo de sentarnos, pero como cada año, nos las ingeniamos para tener los sagrados alimentos y compartir”, mencionó uno de los bomberos.
En Ensenada hay seis estaciones en la zona urbana, otra en el Valle de Guadalupe y una más en El Porvenir.
La tarde cuando más fuerte estuvo el fuego forestal recibieron 15 palas nuevas compradas por la comunidad El Zorrillo, con las cuales trabajaron doce horas sin parar, haciendo brechas corta fuego.
Los combatientes son los últimos en recibir el sueldo catorcenal, los mismo bonos y otros beneficios económicos que les otorga la Ley. Cuando se trata de protestar por los derechos de los combatientes, no hay distingo entre quiénes son empleados de confianza o base.
El 26 de noviembre de 2018 tomaron la Casa Municipal en una manifestación que se ha hecho costumbre cada fin de año; en aquella ocasión tenían toda una semana trabajando sin recibir sueldo.
Indignados y sin dinero, su único recurso fue bloquear el acceso a las diferentes oficinas recaudadoras de ingresos municipales como medida de presión al anterior gobierno de Marco Novelo Osuna.
Los salarios en la corporación varían, hay quienes obtienen 3 mil pesos catorcenales con el interés de algún día ser tomados en cuenta para una base sindical, en tanto que otros alcanzan los rangos de capitán, cuyo sueldo es de 10 mil pesos por catorcena.
Foto: Alejandro Gutierrez Mora
La historia de reclamos por impago refleja que el presupuesto de 80 y 82 millones de pesos que anteriores gobiernos ha aprobado para los bomberos, es insuficiente para cubrir salarios, diésel, reparación de unidades, bonos, aguinaldos, uniformes, equipo estructural, herramienta, seguros de vida, servicios médicos y otros gastos de operación.
El actual Cabildo de Armando Ayala Robles aprobó un ligero incremento a 90.9 millones de pesos, lo que corresponde al 10.8% del Presupuesto de Egresos.
Los turnos de trabajo son de 24 horas por 72 horas de descanso, aunque el 24 de diciembre ingresó un turno que pasó la Nochebuena haciendo guardia para proteger a la comunidad.
Entre todos acordaron dividir las estaciones en tres y cocinar la cena, pero es una fecha complicada por la cantidad de llamadas de emergencia.
Cada vez más hombres en Ensenada se adhieren al cuerpo de bomberos voluntarios de Ejido El Porvenir en el Valle de Guadalupe, donde en octubre, un fuerte incendio forestal arrasó con cientos de hectáreas de pastizal, amenazando vinícolas.
Hace diez años, Lucas Solórzano, combatiente por convicción, conformó una cuadrilla de bomberos ante la incapacidad del gobierno municipal para dotar de este servicio de emergencia a quienes pueblan y visitan la Ruta del Vino.
“La Estación de Bomberos la formé junto con un grupo de amigos por la necesidad que había en toda esa área desprotegida, porque los bomberos del Ayuntamiento en ocasiones no podían cubrir la demanda”, recordó.
La estación se ubica en el Ejido el Porvenir, sobre Calle Quinta y Héroes de Baja California. Un curso para nuevos voluntarios tiene un costo de 27 mil pesos.
Lucas coordinó al grupo de combate que participó en los incendios que se registraron del 24 al 27 de octubre; fueron 36 horas de labor para enfrentar el fuego.
“No durmieron, a puro café y cigarro, aunque la comida nunca nos faltó”, expresó Solórzano, para después rememorar cómo esos días enfrentaron las llamas con el poco equipo táctico disponible.
“Por fortuna no tuvimos bomberos lesionados, solo intoxicados que fueron atendidos de inmediato”, exaltó.
Lucas mostró una docena de imágenes que recabó a lo largo de esos tres días, en las que aparecen fatigados, con ropa carbonizada, proyectando un gesto agridulce por la labor realizada, pero en un escenario devastado por el fuego.
El grupo de voluntarios es reducido, pues de los 35 combatientes, solo unos cuantos tienen “patrones buena onda” que les permiten faltar al trabajo con goce de sueldo; esta vez Provino les dio el equivalente a una semana laboral que posteriormente repartieron entre compañeros.
“Hemos tenido tres incendios forestales muy fuertes, pero el pasado fue el que más impacto ha tenido en el área”, complementó Solórzano.
La labor de los voluntarios motivó a uno de los sectores más beneficiados del Valle de Guadalupe, los productores de vino regional, a iniciar un movimiento para mejorar las condiciones de seguridad no solo de ellos, sino de quienes habitan en los pueblos.
Foto: Alejandro Gutierrez Mora
Los empresarios reunieron poco más de un millón 089 mil pesos que serán donados para compra de gas, diésel, bomberas forestales, capacitación, mantenimiento e infraestructura.
De acuerdo con Lucas, quien los primeros tres años estuvo cobrando a los voluntarios por ser parte del grupo (alrededor de 50 pesos por semana para echar gasolina o comida para las guardias), al igual que los bomberos del Ayuntamiento de Ensenada, ellos operan con grandes carencias en equipo táctico, unidades, gasolina, herramienta de combate.
Hay 18 elementos que están siempre disponibles y una lista de 35 voluntarios a quienes llama si hay riesgo en alguna comunidad.
“Es complicado, debido a que no ganan nada por esta labor, al contrario: en ocasiones les cuesta capacitarse”, e incluso las certificaciones que les ofrecen de manera gratuita cuestan mucho dinero, pues dar de comer a un elementos en un día resulta costoso.
Casi toda la ayuda llega de Estados Unidos cuando algún integrante de corporaciones visita la Ruta del Vino y los ve botear en la carretera, como lo hacen cada semana. Al ser voluntarios tienen una doble responsabilidad: mantener la corporación en pie y ganarse la confianza de quienes requieren el servicio.
“No nos podemos dar el lujo de equivocarnos, por eso todos tenemos certificación, si los bomberos de paga son acechados por las cámaras, nosotros con mayor razón, la tenemos bien difícil”, citó Lucas Solórzano.
Aunque siempre hay intoxicados, nunca han tenido un deceso entre sus compañeros.
“Yo nunca voy a arriesgar a un voluntario porque sé voy a cargar con la familia de ese voluntario”, sostuvo Lucas, quien en ambos brazos tiene tatuados símbolos universales con temática del cuerpo de rescate.
Por lo regular en el Valle de Guadalupe ellos figuran como primer respondiente ante una contingencia, y están preparados para redactar Informes Policiales Homologados.
Además de incendios, atienden accidentes viales, enjambres de abeja.
El logotipo de Bomberos Voluntarios de El Porvenir es el recuerdo del capital con que iniciaron, consistente en una propiedad con techo y paredes, así como dos hachas para salir a proteger y servir a la comunidad.
BOMBEROS PLAYAS DE ROSARITO
Las carencias en el Cuerpo de Bomberos del quinto municipio son tangibles. Faltan unidades, personal, equipo de protección. A ello se enfrentan diariamente 57 elementos, entre apagafuegos y salvavidas que conforman la plantilla municipal.
Foto: Alejandro Gutierrez Mora.- Omar Ortiz Ruvalcaba, Director de Bomberos de Playas de Rosarito
Omar Ortiz, quien está a punto de cumplir 15 años en la institución y encabeza la Dirección de Bomberos en la administración de Aracely Brown, señala que la corporación fue recibida con un déficit evidente: “Nos falta personal para las cuatro estaciones que tenemos: Primo Tapia, Centro, Morelos, y la central localizada en la Constitución. Son 57 elementos para tres turnos, un número insuficiente para darle cobertura a un municipio de poco más de 70 mil habitantes”.
Ortiz presentó una iniciativa que sugiere la contratación de por lo menos 28 elementos más, a fin de tener abastecidas las estaciones y cobertura las 24 horas del día.
En infraestructura, menciona que se requiere más equipo, pues las unidades con las que cuentan -seis máquinas extintoras, cuatro pipas y una unidad telescópica (escalera de rescate, actualmente descompuesta) son insuficientes.
“Se requieren dos estaciones más con sus unidades, ya que estamos muy por debajo de los números; se necesita un bombero por cada mil habitantes”, evaluó.
Desde hace ocho años, los apagafuegos rosaritenses no reciben equipo de protección personal; las chaquetas, botas y guantes, ya están muy deterioradas.
“Lo que tenemos ha sido donado, el equipo de protección personal se vence, ya no da el mismo rendimiento por el desgaste. El equipo es costoso, los mismos compañeros han invertido en su seguridad, pero eso le corresponde a la autoridad”, agregó Omar Ortiz.
Actualmente Bomberos Playas de Rosarito cuenta con un presupuesto de 4 millones 300 mil pesos, cifra que está contemplada ampliar para el próximo año.
El director comentó a ZETA que diariamente brindan entre seis y quince servicios, pero cuando se registran incendios de pastizales, lluvias, inundaciones y vientos de Santa Ana, las atenciones incrementan entre 30 y 40 servicios por día.
A finales de octubre, el municipio atravesó una contingencia tras los vientos de Santa Ana que azotaron en cuatro municipios de Baja California. En Playas de Rosarito se quemaron aproximadamente mil 300 hectáreas.
“Desde el 24 de octubre, día en que comenzaron los vientos, tuvimos mucha movilidad. Más de 60 familias, aproximadamente 100 personas, resultaron damnificadas al perder sus hogares. Nos apoyó Bomberos Tijuana con tres máquinas extintoras, dos unidades de rescate; la Comisión Nacional Forestal, la Sedena (Secretaría de la Defensa Nacional), la Marina, la Guardia Nacional, Pemex con una cuadrilla de empleados… piperos de Obras Públicas, piperos particulares, bomberos retirados, algunos capitanes retirados estuvieron en la guardia. Así se sacó el trabajo”, recordó.
“Fue una solidaridad y un apoyo muy grande de parte de muchos organismos, además de los vecinos que se estuvieron sumando; tanto los rancheros con sus conocimiento empíricos y como cuentan sus mochilas forestales, una herramienta fundamental para atacar ese tipo de incendios. Las jornadas fueron extensas, del jueves al domingo, en 96 horas solo dormimos nueve horas, y los compañeros seguían firmes, al pie del cañón”, subrayó.
Ante la contingencia, el titular del Cuerpo de Bomberos de Playas de Rosarito reflexionó: “Nos falta mucho personal, herramientas y maquinaria. Nos hace falta educar más a la comunidad, tener la cultura de limpiar nuestros terrenos, a no tener acumulada maleza seca; sobre todo prevención”.
Foto: Cristian Torres
BOMBEROS MEXICALI
Aunque son el único departamento que no participó en el combate al siniestro que cobró la vida de varias personas en el municipio de Tecate, la realidad es que los bomberos de Mexicali viven diariamente en la delgada línea entre lo que puede convertirse en una tragedia y lo que resulta ser un acto heroico.
Se trata de una corporación pequeña que cuenta con 250 elementos de base y otros 100 voluntarios que esperan un espacio para formar parte de las filas de la institución de manera formal. El heroico cuerpo está dividido en 23 estaciones, una de estas recién inaugurada en el fraccionamiento Quintas del Rey, cuya construcción tenía alrededor de 15 años proyectada y para entonces ya era urgente.
En la institución hay buzos, paramédicos, expertos en residuos peligrosos, rescate en desierto, alturas y demás. Sin embargo, son insuficientes tanto en personal como en unidades y estaciones para atender las emergencias en la Capital del Estado, la mayoría generadas por omisiones de la propia ciudadanía.
Dos de estos elementos compartieron sus experiencias con ZETA. Sus nombres son Arturo Silva y Noé Lucero, quienes llevan más de 15 años laborando entre el voluntariado y base; fueron elegidos para dar la cara por la institución municipal y narrar un poco de lo que se vive diariamente entre las llamas.
“No me gusta salir a trabajar, porque el trabajo de nosotros es el dolor ajeno de la gente”, es una de las primeras frases que externa Arturo, mientras se mece en una silla de la sala de juntas del departamento.
Tanto Arturo como Noé, reconocen las carencias que padecen en equipo e infraestructura, pero afirman que es mayor la vocación de servicio que los hace salir todos los días a salvar personas y patrimonios.
En entrevista, Arturo recordó que viene saliendo de una incapacidad, debido a que sufrió severas lesiones a causa de un accidente durante una atención.
Narró que el 4 de noviembre le cayó un muro encima cuando combatía el fuego que devoraba una vivienda de la colonia Alamitos; la estructura se desplomó hacia donde se encontraba un compañero y en un acto reflejo, se abalanzó para protegerlo.
Al final logró evitar que el impacto diera de golpe en su compañero, pero terminó por aplastarlo a él, causándole lesiones de consideración que lo mantuvieron varios días internado.
Noé Lucero enfoca sus recuerdos a otro tipo de actos heroicos, que parecen minúsculos, pero que tienen una repercusión aún mayor.
Hace poco más de un año, en la estación Robledo, ubicada al Oriente de la ciudad, llegó una patrulla de la Policía Municipal, donde transportaban a un niño de 6 meses que estaba muy delicado por su condición de prematuro.
Foto: Cristian Torres
El infante presentaba paro respiratorio y Noé fue el encargado de atenderlo. Las maniobras a niños de esa edad son sumamente peligrosas, pero los años de experiencia como paramédico lo convirtieron en una persona ideal para atender la emergencia. Al cabo de unos minutos de brindarle primeros auxilios, el pequeño volvió a la vida para posteriormente trasladarlo al Hospital General, donde médicos especialistas lo atendieron; hoy sigue creciendo bajo el resguardo de su familia.
Ambos apagafuegos consideran que su trabajo es importante, pero sería mejor no tener que salir, por lo que exhortan a la ciudadanía a evitar las emergencias evidentes. Y es que a su juicio, alrededor del 80% de las atenciones son actos que pudieron evitarse con una buena cultura vial, revisando las instalaciones eléctricas, no sobrecargar las conexiones o iniciar incendios de basura.
“Nos falta mucha cultura de prevención, desde que la gente no le da el pase a los vehículos de emergencia, hasta para revisar las instalaciones eléctricas”, comentó Arturo Silva, quien recrimina los actos vandálicos a los hidrantes instalados a lo largo de la ciudad, prácticamente todos inoperantes por el robo de sus piezas.
Referente a las carencias con las que trabajan diario, Arturo y Noé concuerdan en que no es una justificación que se le pueda dar a la ciudadanía, máxime cuando esperan que salven sus vidas, por lo que buscan medidas para subsanar las necesidades que pueden advertirse en cualquier Departamento de Bomberos de Latinoamérica.
De hecho, la hermandad bomberil se extiende por casi todo el continente, pues ante las evidentes necesidades financieras que padecen, en ellos mismos han encontrado la solución.
Ejemplo de ello es el constante apoyo que los departamentos de Bomberos de Calexico, El Centro e Imperial, otorgan constantemente apoyos en especie, como equipo usado, botas, uniformes, mangueras y hasta máquinas de bomberos a precios regalados, en los que en algunos casos, el Ayuntamiento solo ha tenido que pagar la importación.
La misma conducta subsiste en el resto del continente, y como ejemplo externaron que a través de la red social Facebook, hicieron un grupo cerrado donde participan miles de “hermanos” que se ponen de acuerdo para brindar capacitaciones gratuitas, o bien, se donan equipo para cubrir con las necesidades urgentes.
Arturo y Noé aseguran que les ha tocado ir a Argentina para impartir y recibir cursos, los cuales son pagados entre los propios departamentos de Bomberos, ya que no se cuenta con fondos oficiales para ese tipo de proyectos.
Durante la administración de Gustavo Sánchez, algunos empresarios se unieron para dotar de unidades a los diversos cuadrantes, además de la construcción de una nueva estación en la Zona Sur de Mexicali, pero aun así, hay un importante rezago en infraestructura sobre todo en el Valle de Mexicali y San Felipe. Veintitrés estaciones resultan insuficientes para abarcar la población de un millón de habitantes.
