No había evidencia que lo ayudara para probar su inocencia. La tarde del 28 de noviembre, el teniente Josué Aurelio Hernández Cruz, quien fue detenido el sábado pasado mientras trasladaba un cargamento de más de 100 kilos de cocaína, además de fentanilo y morfina, fue vinculado a proceso acusado de delitos contra la salud.
El caso es tan sólido, que el defensor Richy Irure Tagoyena, afirmó que no encontró pruebas para beneficiar a su representado, y adelantó que buscaría culminar el proceso a través de un juicio abreviado, lo que prácticamente significa aceptar la responsabilidad de los actos y recibir una condena en la que ambas partes estén de acuerdo.
El pasado lunes, la Fiscalía, a través de los abogados José Daniel Ramírez González y Miguel Ángel Mascareño, presentó los testimoniales y evidencias contra el castrense que obran en la carpeta 491/2019, donde se determinó que viajaba a bordo de una camioneta Nissan XTrail, modelo reciente, con placas de Baja California, cuando fue detenido en el retén militar Centinela, ubicado en el kilómetro 41+500, por elementos de la Guardia Nacional.
Tras una inspección se descubrió que escondía en la unidad nada menos que 103.200 kilogramos de cocaína; 4 kilogramos de fentanilo; y 1.73 kilogramos de morfina, acusaciones que ameritan prisión preventiva.
Dado que no había evidencia que pudiera contrarrestar la acusación, el juez Hanibal Castro Borbón vinculó a proceso al militar, abriendo un plazo de tres meses para robustecer el expediente.
Acto seguido, el defensor solicitó llevar a cabo un juicio abreviado, a lo cual el Ministerio Público dijo estar de acuerdo, pero solicitó tiempo para realizar una oferta al acusado, programando la audiencia para el 12 de febrero del 2020.