A dos semanas de los incendios que consumieron 504 casas y dejaron cientos de familias damnificadas en el desamparo, las autoridades no terminan de organizarse; será el 9 de noviembre cuando realicen el registro oficial de afectados y afectaciones, para obtener los recursos del Fonden, dinero que empezará a fluir en un plazo mínimo de un mes y máximo de tres meses. Hasta 17 después, las familias -que se quedaron sin nada- sobreviven gracias a la ayuda de ciudadanos y empresarios
Damnificados de los incendios ocurrido entre el 23 y el 26 de octubre en Ensenada, Tijuana, Tecate y Rosarito viven en casas de los vecinos: otros a la intemperie, en sus terrenos, cuidando lo poco que les quedó para evitar invasiones o robos. Tienen ropa, cobijo y comida gracias a las donaciones de ciudadanos bajacalifornianos y estadounidenses que se han acercado apoyarlos, porque el gobierno solo les dio despensa el primer día.
Mientras el Gobierno Federal anuncia la llegada de recursos en uno o tres meses, organizaciones civiles y empresarios de ambos lados de la frontera están impulsando acciones de apoyo para la construcción de viviendas y el fondeo de recursos para solventar las vicisitudes por las que pasaron los cuerpos de Bomberos.
Al viernes 8 de noviembre, el señor Asiel Hernández Pérez, su esposa y tres hijos suman 15 días viviendo en una camioneta y una casa de campaña improvisada en el terreno donde su hogar quedó reducido a cenizas. Todavía huele a humo, y es fecha en que ni las autoridades municipales de Playas de Rosarito ni las del Estado se han acercado a brindarle algún tipo de ayuda concreta.
Su hogar está en la calla Santa Anita, Ejido Morelos, en donde el viernes 25 de octubre un incendio por la condición “Santa Ana” consumió 14 casas y un joven de 30 años perdió la vida. Desde entonces, han tenido tres reuniones con autoridades municipales, pero en ninguna de ellas han tenido claro qué va a pasar. ¿Sí les van a apoyar? ¿De qué manera?
En Rosarito, el fuego arrasó 62 casas y tres ranchos. El saldo incluyó una tonelada de animales muertos -cerdos, gallinas, caballos y perros- y una persona fallecida; en este caso, la familia recibió un apoyo de 10 mil pesos para funerales.
“Nos piden calma, que nos esperemos, que los recursos van a bajar, pero no sabemos cuándo”, expresó el señor Hernández Pérez. Mientras eso sucede, estos 15 días han sobrevivido gracias a las donaciones que han realizado personas de la región y de Estados Unidos, como empresarios, en un pequeño centro de acopio que uno de sus vecinos -también afectado- improvisó en lo que quedó de su vivienda.
Al igual que esta familia, don Carlos González, vecino de la colonia Ampliación Sánchez Taboada, en Tijuana, ante la falta de atenciones y protocolos por parte de las autoridades, desde hace 16 días sobrevive junto con su nieto de la ayuda que les han dado los vecinos, mientras duermen en un cuarto que les prestaron para pasar las noches.
El sábado 3 de noviembre, unas personas del Ayuntamiento le dijeron al señor González, de 66 años, que se preparara con documentos en mano porque pasarían a registrarlo para los apoyos; sin embargo, los que pasaron fueron los días. Hasta el 7 de noviembre, no habían regresado al lugar para ver su situación, lo cual les preocupa porque no cuentan con más familiares en la ciudad.
En Tijuana, el alcalde Arturo González Cruz informó que fueron un total de 77 viviendas calcinadas y más de 350 los afectados; el edil recorrió las colonias con el compromiso de buscar recursos del Fonden; aunque Tijuana, por no haberla declarado zona de desastre, no entra en la categoría para obtener el dinero.
Vecinos solidarios; acopios oficiales poco eficientes
A partir de los inicios de los incendios en los cuatro municipios, los Sistemas DIF de cada ayuntamiento y algunas delegaciones municipales instalaron centros de acopio para recibir ayuda. Para los Bomberos y para los damnificados recabaron toneladas de víveres no perecederos y botellas de agua, que en los primeros días fueron entregadas de manera directa a los vecinos; pero ellos debían trasladarse a las oficinas de gobierno.
No obstante, con el pasar de los días, estos vecinos afectados han cuestionado las formas de proceder en cada uno de los municipios. En Rosarito, los del Ejido Morelos han criticado que la bodega donde se resguardaron los víveres se encontraba a tope y no les daban nada bajo la excusa de que no los necesitaban; otra constante en los cuatro municipios fue esperar a que los afectados se acercaran a solicitar la ayuda, no así llevarla ellos a las zonas de desastre.
En Ensenada, el DIF logró recabar un total de cinco mil toneladas, las cuales -de acuerdo a la información proporcionada- sí fueron donadas de inmediato a quienes sufrieron los estragos en zonas como Santa Anita y Peñitas, donde más desastres se presentaron; el alcalde Armando Ayala compartió a este Semanario que durante esa demarcación hubo 97 viviendas afectadas, dos fallecidos y más de 40 mil hectáreas calcinadas.
Familias afectadas se quedaron en las colonias
Los albergues que instalaron los ayuntamientos funcionaron, pero no a su máxima capacidad debido a que familiares y vecinos solidarios brindaron techo a los que se quedaron sin nada. En Ensenada, el albergue en La Misión solamente atendió a 40 personas los primeros días de incendios; en Tijuana, el refugio instalado en La Mesa albergó a 50 personas el 25 de octubre, y luego de la contingencia que se presentó el fin de semana pasado, se brindó la atención a 28 familias: 124 adultos y 57 menores.
Empresarios construyendo casas y fondeando a Bomberos
En este contexto, empresarios de ambos lados de la frontera están impulsando la reconstrucción. La Fundación Casitas, que se conformó en Playas de Rosarito a raíz de los incendios, está pidiendo a los afectados que sus terrenos cuenten con el piso, para construirles; sus casas serán hechas de material de fibra de vidrio por fuera, emplaste de doble mano, estructura de metal (para evitar una situación similar) e insulación para regular la temperatura. Todo tiene un precio aproximado de seis mil dólares, pero las familias no lo están pagando.
El señor Asiel y su familia son los primeros beneficiados de este proyecto, y será el próximo sábado 9 de noviembre cuando ya quede lista su casa para poder tener nuevamente un techo dónde resguardarse y recomenzar sus vidas. En su colonia, el Ejido Morelos, esta fundación va a construir cuatro casas más, como lo hizo saber a ZETA el joven Joel Alcántara, encargado de la construcción y obras de este proyecto.
El Grupo Madrugadores de Rosarito ha estado también impulsando la creación del Patronato de Bomberos para realizar donaciones a los Bomberos; sobre todo ahora que su parque vehicular y material quedaron prácticamente inservible, lo que les representa un rezago de un 99 por ciento debido a que las maquinarias son muy viejas y requieren ser renovadas, según compartió a Semanario ZETA el director de dicha corporación, Arnoldo Rentería.
En Ensenada, la gasera Costa Azul realizó una donación de 100 mil pesos en víveres para los afectados y la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) de la localidad propuso un fondo para desastres naturales, que pudiera solventarse de un porcentaje de la obra que piensan ganar los asociados.
En Tecate los empresarios también se unieron al municipio y de la mano invirtieron, sin precisar cantidades, para la remoción de escombros y limpieza de los predios; además plantearon la construcción de 40 casas, dadas las circunstancias que padecieron en este lugar. De acuerdo con la alcaldesa Zulema Adams, fueron 114 las casas afectadas, 11 mil las personas que se quedaron sin hogar, un fallecido y más de mil 250 hectáreas siniestradas.
Aunado a ello, los empresarios ponderaron la compra de una pipa para ayudar a la corporación, ya que una se les descompuso mientras realizaban sus labores y se quedó varada en la sierra, donde las colonias afectas fueron Salamandra, Escorial parte baja y colonia el Capiri.
Recursos federales en uno o tres meses: atenderán acciones urgentes
El martes 5 de noviembre, la Federación y los municipios solicitaron los recursos del Fonden y el miércoles 6 se reunieron con personal del orden federal, para establecer los formatos y protocolos. Se acordó la creación de comités especializados en cada municipio, los cuales están divididos en cuatro subcomités: vivienda, agua, vialidades y forestal.
Para el subcomité de vivienda, se integraron con representantes de Arquitectos e Ingenieros de los municipios, personal de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), Servidores de la Nación, de la Secretaría de Bienestar federal, estatal y municipal, Bomberos y Protección Civil, quienes fueron capacitados los días miércoles y jueves pasados, para este día viernes instalarse en las diversas zonas de desastre y determinar las condiciones de las propiedades.
Alejandro Ruíz Uribe, delegado único en Baja California, compartió a ZETA que durante estos trabajos se van a levantar carpetas con fotografías que registren el nivel de daños, para posteriormente enviarlos a la CDMX, donde serán revisados mediante un proceso que evaluará la totalidad de estos perjuicios y automáticamente asignará el monto de los recursos a otorgar.
Durante el levantamiento de información y registro, los representantes de estos subcomités les entregarán un folio a cada uno de los afectados, con el cual van a poder acceso al apoyo de la reconstrucción de vivienda; este va desde los 60 mil hasta los 180 mil pesos, según sea el caso, y llegará en uno o tres meses.
Será antes del día lunes cuando tengan el registro oficial de todas las casa para definir el monto que se va a utilizar, el cual podría quedar listo en máximo tres meses, según compartió a este Semanario también el alcalde de Ensenada, Armando Ayala Robles.
Mientras eso sucede, la Federación les va a adelantar un “recurso prioritario” del propio Fonden para “emergencia”; es decir, para cubrir las necesidades de limpieza y remoción de escombros, obra necesaria en las zonas donde se registraron los siniestros, además para renta de departamentos, a fin de que la gente tenga un lugar dónde vivir.