El multihomicidio de seis niñas y niños y tres de sus madres en límites de la sierra de Sonora y Chihuahua no tiene comparativo. Integrantes de la comunidad mormona LeBarón, todos los fallecidos. Autoridades federales de inicio se van a lo fácil: “Al parecer confundieron sus vehículos con los de grupos criminales”. Adrián LeBarón, hijo del profeta Joel LeBarón y padre de una de las mujeres muertas, asegura que fue un crimen directo, pues todo aparenta que la unidad de su hija fue incinerada tras un tiroteo y el robo de pertenencias. Estados Unidos se “engalla” ante la política de “abrazos, no balazos” del Presidente de México y asegura que su país está listo, dispuesto y capaz de involucrarse y “hacer el trabajo”
A días de ocurrida la masacre de la familia LeBarón en Sonora, en la que tres mujeres y seis niños y niñas murieron a balazos y otros seis menores fueron lesionados a tiros y una pequeña de meses resultó ilesa, las autoridades mexicanas sostienen como principal línea de investigación, una posible confusión por parte de sicarios. Hipótesis que no es compartida por los familiares de las personas fallecidas.
El asunto que trascendió fronteras por la cruenta ejecución de infantes que viajaban con sus madres a bordo de tres camionetas Suburban en los límites serranos de los estados de Sonora y Chihuahua, también lo fue porque los finados, pertenecientes a la comunidad mormona, ostentaban la nacionalidad norteamericana.
La familia LeBarón, con por lo menos 95 años de asentamiento en el norte del país, ha sido víctima de la delincuencia durante los últimos diez años, lo que llevó a algunos de sus miembros a movilizarse tanto como activistas en contra de la inseguridad, e incluso a obtener un escaño en la Cámara de Diputados. Una sociedad que forjó su crecimiento en la agricultura, la ganadería y el comercio.
La noticia del brutal aniquilamiento impactó en los principales diarios y noticiarios de Estados Unidos y trascendió al resto de las naciones. Polarizó aún más el encuentro matutino del Presidente de México, Andrés López Obrador, y los periodistas, pero sobre todo crispó el sentimiento
Tres niños siguen hospitalizados
Solo tres niños varones Lanford de la comunidad LeBarón, permanecen internados en el Hospital Pediátrico de Tucson, Arizona, luego que dos de sus hermanitas fueran dadas de alta médica tras las cirugías a las que fueron sometidas.
Maritza Félix, periodista independiente en Arizona que ha dado importante cobertura en el Diamond Children’s Medical Center, habló con ZETA de cómo los aún hospitalizados están fuera de peligro, de acuerdo con informes de la familia que quedó al pendiente de la situación de los heridos.
“El miércoles 6 de noviembre, las menores Kylie, de 14 años y McKenzie, de 9, fueron egresadas para que pudiesen acudir a los honores fúnebres de su madre Dawna Ray Lanford y sus hermanos Trevor, de 11 años y Rogan, de 2, en México”, compartió Félix.
Kylie recibió un balazo en el pie, mientras que McKenzie tuvo un rozón de proyectil de arma de fuego en un brazo.
Dos niñas y tres niños heridos de bala durante la masacre en la sierra de Bavispe, en Sonora, fueron trasladados vía aérea al sanatorio tras recorrer la ruta Agua Prieta-Douglas-Tucson. Quienes aún permanecen internados son Xander, de 4 años, baleado en la espalda; Brixton Oliver, de nueve meses, quien recibió un tiro en el pecho y otra bala rozó su muñeca; y Cody Grayson, de 8 años, con varios impactos en mandíbula y una pierna.
“La recuperación del bebé de nueve meses ha sido milagrosa, pues la bala que entró por su pecho pasó cerca de los pulmones, sin producirle daño en los mismos. También Xander se está recuperando satisfactoriamente”, le informaron a la reportera Maritza Félix.
El último en salir de cirugía es Cody, quien al parecer se encuentra fuera de peligro y se espera su evolución médica en las próximas horas.
La mayoría de los familiares de los pequeños hospitalizados se retiraron entre la tarde-noche del miércoles 6 y la madrugada del jueves 7 de noviembre para acudir al sepelio de la familia Lanford, quedando al pendiente Lía Lanford, tía de los menores. Luis Carlos Sáinz Martínez
político de actores norteamericanos, entre ellos el propio Presidente norteamericano Donald Trump, quien primero ofreció ayuda a su homólogo mexicano, pero ante la negativa de este a recibirla, le “recomendó” declarar la guerra a los cárteles de la droga.
El tabasqueño reiteró que es muy terrible lo sucedido, pero que México no responderá con guerra. López Obrador no cambia el discurso, pese a que cada semana se registra una nueva masacre en algún punto del territorio nacional: “¿Vamos a querer resolver el problema igual declarando la guerra? Ya eso en el caso de nuestro país se demostró que no funciona, eso fue un fracaso, eso ocasionó más violencia, el actuar así, entonces le agradecemos al Presidente Trump su disposición de apoyar, pero al mismo tiempo le agradecemos el que sea respetuoso de nuestra soberanía (…)”.
Las investigaciones realizadas hasta el momento no arrojan ningún resultado concreto. Mientras que las autoridades estatales en Chihuahua señalaban como probables responsables del multihomicidio al grupo criminal de Los Jaguares, afines al Cártel de Sinaloa, el Gobierno de México dijo sospechar de la organización La Línea, brazo armado del Cártel de Juárez. En Sonora, territorio donde ocurrieron los hechos, aseguran que en esa zona operan tanto Los Salazar como La Línea. La realidad es que los sabuesos policiales no saben por dónde comenzar.
Ante tales divergencias, el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) podría colaborar en las pesquisas que realizan las fiscalías General de la República y del Estado de Sonora, apoyada por la de Chihuahua, según se informó a través de un comunicado de la FGR. La dependencia federal aclaró que hasta el momento la fiscalía sonorense lleva a cabo la indagatoria por homicidios del fuero común, pero se encuentran al pendiente de que se ejercite la facultad de atracción del caso.
Cabe mencionar que a raíz del secuestro del joven Erick LeBarón en 2009, de entonces 17 años de edad y el posterior asesinato de su hermano Benjamín LeBarón y su cuñado Luis Widmar Stubbs, ambos en julio del mismo año, la familia LeBarón contó con protección de autoridades federales. Sin embargo, en la fecha de asesinato múltiple de mujeres y niños, esa vigilancia estuvo al margen de acompañarles en su trayecto a través de un camino de terracería.
LAS EMBOSCADAS
Los hechos ocurrieron poco después de la una de la tarde del lunes 4 de noviembre de 2019. Tres mujeres con sus hijas, hijos y sobrinos salieron de la comunidad serrana de La Mora, en Bavispe, Sonora. Viajaban en caravana a bordo de tres camionetas Chevrolet Suburban de color blanco. Cada madre en un automotor. Dos unidades tenían como destino la comunidad LeBarón, en Galeana, y la última de ellas hacia el aeropuerto de Phoenix, Arizona.
Una de las camionetas, que era conducida por Rhonita María Miller, de 30 años, hija de Adrián LeBarón y nieta del profeta Joel LeBarón, sufrió algún desperfecto que le hizo regresar hacia La Mora, pero a dos kilómetros de San Miguelito fue emboscada. Sujetos desde un punto oculto dispararon contra la unidad, acribillando a la mujer y sus hijos Howard Jacob, de 12 años, Krystal Bellaine, de 10, y los gemelitos Titus y Tiana, de ocho meses. Después el vehículo ardió en llamas.
Los balazos propagados con el eco de la montaña advirtieron a pobladores de La Mora sobre la tragedia. Familiares se trasladaron hasta el sitio donde estaba la Suburban quemada con los cadáveres. La desgarradora escena fue copada más tarde por grupos de seguridad que presuntamente apoyan a los LeBarón y se dio aviso a las autoridades. Las otras dos camionetas fueron igualmente emboscadas a unos 20 kilómetros de distancia del camino al poblado de Pancho Villa, Chihuahua, aún en el Estado de Sonora.
En un segundo automotor que era conducido por un menor de 13 años, Devin, fueron acribillados sus hermanos Trevor, de 11 años, y Rogan, de 2, así como su madre Dawna Ray Lanford, de 43. Cuando los disparos cesaron, herido, Devin, pudo bajar de la unidad a otros de sus fraternos también lesionados y los ocultó tras unos matorrales, para regresar caminando unos 22 kilómetros durante más de cuatro horas hasta La Mora y solicitar ayuda.
Los heridos fueron Kaely Evelyn, de 14 años; Cody, de 8; Jack, de 6; Shader, de 4 y Brickson, de ocho meses de edad. Resultó ilesa la niña Mackenzie, de 9 años, quien sin embargo, al paso de las horas se separó de sus hermanos para ir también en busca de ayuda, perdiéndose en la montaña hasta ser localizada pasadas las 9:30 pm por una brigada de familiares.
En la tercera camioneta viajaba Cristina Marie Lanford Johnson, de 29 años, y su pequeña bebé Faith, de siete meses. Al momento de registrarse la agresión armada, la mujer heroicamente puso a salvo a su hija en el piso de la parte trasera del automotor, bajo los asientos. Cuando llegaron sus familiares, Cristina estaba muerta, pero la lactante tenía vida. Más tarde, cinco de los seis menores que resultaron lesionados fueron trasladados a hospitales de Arizona.
Las autoridades federales y estatales tardaron varias horas en aparecer en las escenas de los crímenes, y los gobiernos reaccionaron para dar a conocer el saldo de la matanza y enviar sus condolencias a la Comunidad Mormona LeBarón hasta la mañana siguiente.
El Presidente López Obrador dijo en su conferencia mañanera: “Es una desgracia lamentable, porque pierden la vida niños
En México asesinan a 95 personas por día
En el comparativo anual, durante septiembre de este año se registraron mil 825 asesinatos, una disminución de 142 casos -4.79 por ciento menos- frente a los 2 mil 967 que se reportaron en el mismo mes de 2018, según el informe del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
Los homicidios dolosos registrados en el noveno mes de 2019 indican una baja de 123 casos comparados con los 2 mil 948 de agosto, y suman cuatro meses consecutivos a la baja desde el tope de 3 mil 026 asesinatos alcanzado en junio pasado, acorde con el reporte de la institución dependiente de la Secretaría de Gobernación.
El acumulado en los primeros nueve meses del año es de 25 mil 890 homicidios, una media de 94.8 homicidios diarios en el país.
Las entidades federativas con las cifras más altas de asesinatos reportados en septiembre de 2019 fueron Guanajuato (285), Jalisco (239), Baja California (234), Michoacán (220) y el Estado de México (209).
Mientras que Yucatán con cuatro casos; Campeche y Baja California Sur, ambos con cinco; Aguascalientes con once y Durango con doce, se perfilaron como los estados con la menor incidencia de homicidios en el noveno mes del año en curso.
2018, EL AÑO MÁS VIOLENTO
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) difundió que durante 2018 se registraron 36 mil 685 homicidios, un promedio de 100 diarios, además de confirmar que fue el año más violento del que se tenga registro, con tasa de homicidios a nivel nacional de 29.3 casos por cada 100 mil habitantes. Cifra superior a la registrada en 2017 (25.9).
En 2018 los homicidios fueron la quinta causa de muerte en la población en general y la cuarta entre los varones.
De los 36 mil 685 homicidios registrados el año pasado, 3 mil 752 -10.2%- fueron contra mujeres, mientras que 32 mil 765 -89.3%- fueron contra hombres. Sin embargo, en 168 casos no se especificó el género de la persona fallecida.
Asimismo, el reporte detalló que las entidades con más homicidios el año pasado fueron Guanajuato (3 mil 517), Estado de México (3 mil 170), Chihuahua (2 mil 978), Jalisco (2 mil 928), Baja California (2 mil 912), Guerrero (2 mil 367), Michoacán (2 mil 076) y Veracruz (mil 516).
Por lo contrario, los estados con menos homicidios fueron Yucatán (59), Campeche (79), Aguascalientes (82), Tlaxcala (152), Durango (178) y Baja California Sur (200).
En cuanto a tasa de defunciones por homicidio por cada 100 mil habitantes, Colima encabezó el primer lugar nacional, con 98.2. El segundo lugar fue Baja California (87.7), seguido de Chihuahua (79.9), Guerrero (65.2), Guanajuato (57.5) y Quintana Roo (51.1).
El Inegi contabilizó los homicidios con base en certificados de defunción de los Servicios Médicos Forense, datos del Registro Civil y estadísticas de las Agencias de Ministerios Públicos. Cifras distintas a las del SESNSP, que reporta las carpetas de investigación iniciadas por fiscalías y procuradurías. Carlos Álvarez
inocentes y se va a hacer lo que en estos casos corresponde y es nuestra obligación: recoger toda la información para ver las causas y detener a los culpables, que haya justicia, eso es lo que puedo comentarles, pero sobre todo mandar un abrazo a toda la familia, todos los afectados, los familiares de las víctimas”.
El secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, confirmó que el ataque dejó nueve muertos, seis menores lesionados y hasta ese momento -en sus datos- una niña desaparecida. El funcionario reveló que la zona donde ocurrieron los hechos está en disputa entre diversos grupos criminales, entre ellos uno vinculado al Cartel del Pacífico.
Por su parte, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubón, afirmó dar seguimiento al caso y había notificado al embajador de Estados Unidos, Christopher Landau.
El martes 5 de noviembre, el pleno de la Cámara de Diputados guardó un minuto de silencio por las víctimas del ataque a la familia LeBarón, al tiempo que legisladores de las diversas facciones se lanzaban acusaciones por el efecto viral de la violencia que existe en México. Los de Movimiento Regeneración Nacional
Cronología de la masacre, narrada por un LeBarón
Ante reporteros y en redes sociales, el activista Julián LeBarón ha informado a los mexicanos respecto al homicidio múltiple del que su familia y comunidad fueron víctimas.
Explicó que la mañana del 4 de noviembre de 2019, tres madres en tres vehículos, con catorce niños, salieron de La Mora, una pequeña comunidad familiar en las montañas del noreste de Sonora.
Dos de ellos para ver a la familia en Chihuahua, y uno para recoger al esposo de una de las féminas en el aeropuerto de Phoenix, Arizona. Sin embargo, “nunca lo lograron”, ya que fueron emboscados por los “cárteles mexicanos” para después ser “fusilados, quemados y asesinados a sangre fría”, expuso LeBarón.
“Durante once horas, sus familias en todo Sonora, Chihuahua y el Medio Oeste de Estados Unidos esperaron con temor y horror ante cualquier noticia de posibles sobrevivientes. El primer vehículo fue encontrado lleno de agujeros de bala y completamente en llamas”, narró Julián LeBarón.
“Nita y cuatro de sus siete hijos que había tomado en el viaje fueron quemados en su mayoría en cenizas y solo quedaron unos pocos huesos carbonizados para identificar que los cinco habían estado dentro. Al parecer, uno intentó escapar, ya que la puerta del pasajero delantero estaba abierta y los restos parcialmente dentro y fuera del vehículo”, abundó el activista.
“En otra parte del camino, a unas 10 millas por delante, estaban Christina, con su bebé Faith en su vehículo, y Dawna con nueve hijos en el suyo. Ambos fueron disparados desde adelante”. Christina saltó agitando los brazos para que los atacantes supieran que había mujeres y niños en los vehículos. Ella dio su vida para tratar de salvar el resto. Dawna y dos de sus hijos también fueron asesinados en el tiroteo. Después de presenciar cómo mataron a tiros a su madre y sus hermanos, el hijo de Dawna, Devin, escondió a sus otros seis hermanos en los arbustos y los cubrió con ramas para mantenerlos a salvo mientras buscaba ayuda. Cuando tardó demasiado en regresar, su hermana de 9 años dejó a los cinco restantes para volver a intentarlo. Devin llegó a La Mora a las 5:30 pm, seis horas después de la emboscada, dando las primeras noticias que alguien había escuchado sobre sus familias y las de Christina”, complementó.
“Los tíos de Devin se armaron y regresaron para tratar de encontrar a los niños escondidos, sabiendo que muchos de ellos estaban heridos. No llegaron muy lejos antes de darse cuenta de que arriesgarían la muerte, ya que había habido disparos continuos durante horas, en todas las montañas cerca de La Mora. El grupo de hombres esperó un momento por refuerzos, y alrededor de las 7:30, encontraron a los niños escondidos. Encontraron al bebé Faith de Christina con el vehículo a su alrededor lleno de agujeros de bala. De alguna manera ella había permanecido intacta y viva. Estaba en el asiento de su auto, que parecía haber sido colocado apresuradamente en el piso del vehículo por su madre para su protección”.
Según Julián LeBarón, “la búsqueda no terminó allí. Mckenzie, el niño de 9 años que había ido a buscar ayuda, había desaparecido. Soldados que ya habían llegado, y los hombres de La Mora y pueblos cercanos, buscaron durante dos horas en la oscuridad hasta que le encontraron alrededor de las 9:30.
“Cinco de los niños de Dawna que resultaron heridos fueron recogidos por una ambulancia en espera y atendidos en el hospital local hasta que un helicóptero enviado por el Ejército Mexicano vino a recogerlos”, detalló el activista.
Mientras que “su padre David, que ya había llegado de Tucson, Arizona, los acompañó para ser transportados en otro helicóptero que esperaba en la frontera de los Estados Unidos, para ser transportados a Phoenix”.
recriminaron a los del PRI y el PAN por la “herencia maldita”, y estos cuestionaron la falta de planeación del Gobierno Federal y exigieron una estrategia inmediata en materia de seguridad.
INVESTIGACIONES
La primera línea de investigación de las autoridades estatales y federales –sostenida hasta el cierre de esta edición-, es la confusión con alguna célula del crimen organizado. Sin los datos suficientes, Alfonso Durazo lanzó: “El convoy integrado por dos camionetas Suburban pudo haber sido confundido por grupos delictivos que se diputan el control en la región, es una zona en disputa entre diversos grupos criminales. Hay una célula del crimen organizado vinculada al Cártel del Pacífico, pero también hay grupos criminales del lado de Chihuahua que pretenden tomar control de zonas territoriales del Estado de Sonora”.
Todavía la tarde del martes 5 de noviembre, el activista social Julián LeBarón y miembros de su comunidad se encontraban en la búsqueda de restos de sus familiares e indicios que puedan dar luz a las pesquisas. El Ministerio Público de Sonora que inició la carpeta de investigación, enfatizó en la recolección de todos los huesos aún adheridos a la camioneta calcinada, lo que prolongó el levantamiento de la escena y el cierre de la fe ministerial del lugar de los hechos hasta entrada la noche.
Integrantes del Gabinete de Seguridad recorrieron la zona de los crímenes en Bavispe, encabezados por el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, y el canciller, Marcelo Ebrard. El fiscal general de Justicia de Chihuahua, César Augusto Peniche, aseguró que la dependencia a su cargo también inició una investigación por agresión ocurrida en los límites con Sonora y no descartó la participación del grupo criminal Los Jaguares, afín al Cártel de Sinaloa, que disputa territorios con otras células de Sinaloa, La Línea y el Cártel Jalisco Nueva Generación.
Durazo insistió que las primeras investigaciones apuntan a que la masacre se trató de una confusión; sin embargo, para los familiares de las víctimas fue un ataque directo.
Adrián LeBarón, padre de Rhonita, aseveró que en todo momento estuvo en el sitio de la masacre y estar en desacuerdo con la hipótesis de las autoridades, pues presumen que la camioneta se incendió por un posible impacto de bala en el tanque de gasolina, pero el propio Adrián encontró regadas por la zona, fuera del vehículo, pertenencias de su hija, entre estas una chequera, sin que se localizara su bolso. Lo anterior le hace pensar que los sicarios llegaron a hasta la unidad para robar dinero y prenderle fuego.
En la conferencia matutina del miércoles 6 de noviembre, el secretario Durazo reveló que las armas usadas en el ataque son de fabricación estadounidense, como si con ello encontrara el “hilo negro” de los hechos: “Solo adelanto que en las primeras pesquisas, en la recolección de casquillos nos permite reconocer el calibre de casquillos .223 de fabricación Remington y de procedencia norteamericana”. Volvió a aclarar que la investigación la realiza la Fiscalía General de Sonora, pero contará con apoyo federal por parte del Centro Nacional de Inteligencia.
Por su parte, el jefe del Estado Mayor de la Secretaría de la Defensa Nacional, Homero Mendoza, insistió en la confusión, producto de la disputa territorial entre los cárteles La Línea y Los Salazar: “Fue la percepción que tuvimos, de que en el último de los casos las personas que agredieron a los ocupantes dejaron ir a los menores, luego entonces podríamos establecer alguna premisa que no fue una agresión directa, puesto que el tipo de vehículos que utilizaron son muy comunes de verse en las zonas de la sierra, como vehículos en los que se trasladan con regularidad delincuentes del crimen organizado”. No mencionó a Los Jaguares.
REACCIONES
La noticia se propagó desde la noche del lunes 4, pero fue la mañana del día siguiente cuando, a través de redes sociales, el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ofreció ayuda a México para combatir de forma eficaz al crimen organizado. Señaló que es tiempo que el país azteca le declare la guerra a los cárteles de la droga para lograr una verdadera pacificación. El Departamento de Estado norteamericano aseguró que la ayuda ofrecida por Trump es la de coadyuvancia del FBI.
A través de una llamada telefónica, Andrés Manuel López Obrador se comprometió con su homólogo norteamericano a actuar con prontitud para hacer justicia en el asesinato de los integrantes de la familia LeBarón, declaró ante los medios más tarde el canciller Marcelo Ebrard. Y aunque el mandatario estadounidense expresó su confianza en el trabajo de las autoridades mexicanas, reiteró en redes sociales que su país está listo, dispuesto y capaz de involucrarse y hacer el trabajo de manera rápida y efectiva. Luego señalaría que estos hechos le dan la razón en la necesidad de construir un muro fronterizo.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos dio a conocer un tibio comunicado en el que se destaca que la violencia en el país parece no tener límites, luego de la matanza de Sonora. La institución acusa que la gravedad del ataque perpetrado el 4 de noviembre de 2019 denota el nivel de riesgo en el que se encuentran muchas regiones del territorio, y agregó que se requiere de la intervención urgente de los tres niveles de gobierno para lograr la pacificación por la vía del Derecho, logrando la tranquilidad y seguridad de la población.
En Estados Unidos los medios de comunicación y los políticos tuvieron como nota estelar la tragedia mexicana que alcanza a sus también compatriotas. El senador Tom Cotton criticó la política de “abrazos, no balazos” de López Obrador y afirmó que es buena “para un cuento de hadas”. Entrevistado por Fox News, Cotton advirtió que si México no actúa de forma apropiada, tal vez sea momento de que EU lo haga, y aseguró que la respuesta del mandatario mexicano frente a la violencia de los cárteles es comparable a la de los jefes de Estado que rechazan confrontar dictadores o grupos terroristas.
Por su parte, el senador republicano Lindsey Graham admitió que prefiere ir a Siria antes que a México. Ante periodistas, el legislador republicano, aliado clave del Presidente Trump, destacó que en México hay lugares “completamente sin Ley”. En tanto, el senador Mitt Romney, cuyo padre nació en una comunidad mormona en México, condenó los “horribles ataques” contra los mormones.