”Que no aumente el costo del lavado de dinero” fue el objetivo del incendio a cinco casas de cambio en Tijuana el pasado 15 de noviembre, aunque el 80 por ciento de estos negocios recibieron la advertencia por escrito, un día antes de los hechos. “La amenaza es para todos, es parejito”, advirtió una fuente consultada por ZETA
El incendio de cinco centros cambiarios de Tijuana el viernes 15 de noviembre fue un mensaje “claro”, con el que se pretende evitar que aumente el costo del lavado de dinero, señaló una fuente consultada por ZETA, quien habló sobre las tres amenazas que el sector ha recibido desde el 14 del mes en curso.
El informante -cuya identidad se mantiene en anonimato por su seguridad- estimó que en la ciudad hay alrededor de 400 casas de cambio; sin embargo, no todas viven de la “verdadera” compra-venta de dólares. “Hay muchas que son parapeto para justificar la compra de dólares” y el lavado de dinero.
En entrevista con este Semanario, expuso que con la llegada -hace casi dos años- de centros cambiarios que pagan más por el dólar (hasta 18.70 pesos), se incrementó la competencia, en aras de captar al mercado legítimo que vende sus billetes verdes.
Esto “está afectando los intereses del crimen organizado” porque a los centros que mantienen la compra del dólar en rangos muy bajos “ya no les llega clientela”, ya que la gente prefiere cambiar en donde les den más pesos por la divisa estadounidense.
“Elevar el precio de la compra hace que ganen menos”; eleva los costos de operación de los centros cambiarios, y se encarece el lavado de dinero para quienes cometen este delito.
De acuerdo con esta fuente -vinculada al sector- se recibieron dos mensajes (uno el jueves 14, y otro horas antes del ataque a las casas de cambio) para pedirles que regularan la compra de dólares.
Al principio, algunos dueños no le dieron importancia; no obstante, cuando recibieron el segundo mensaje y observaron las imágenes captadas por las cámaras de los establecimientos, les llamó la atención la logística usada para distribuir las hojas blancas con el mensaje escrito en computadora.
“No era una sola persona contratada para andar en diferentes puntos de la ciudad”, sino que el papel fue dejado en las ventanillas de los comercios por varios hombres jóvenes, quienes llegaron a los establecimientos en distintos vehículos y, sin mediar palabra, entraron y salieron de ellos. Algunas de estas personas cubrieron su cabeza con el gorro de su sudadera. Todo se hizo en un lapso breve y de manera casi simultánea.
“Al azar” incendio en casas de cambio
Aunque el “80 por ciento de las casas de cambio recibieron esos mensajes”, solo se incendiaron cinco. En opinión del entrevistado, esto podría haber sucedido al “azar”, pero el hecho de que entre el primer y el último ataque hubo una hora de diferencia, y fuera en establecimientos de distintas zonas de la ciudad, significa que “la amenaza es para todos, es parejito”.
El primer ataque ocurrió a las 21:58 horas del 15 de noviembre, en la casa de cambio “Binacional”, ubicada sobre el bulevar Manuel J. Clouthier, en la colonia Ampliación Guaycura. Tras escuchar una explosión, la fachada del inmueble fue consumida por las llamas. Al arribar al lugar, un policía municipal solicitó ayuda a los bomberos. “Es en ese momento cuando se sabe que hay tres reportes similares en otras zonas de la ciudad”, declaró el director de la corporación, Carlos Betancourt.
Los tres ataques subsecuentes en las casas de cambio “Las Palmas”, del fraccionamiento Playas de Tijuana, “La Roca”, en Zona Centro, y “El Fuego”, en el fraccionamiento El Rubí, sucedieron con minutos de diferencia (entre las 22:03 y las 23:06 horas).
“No les pidieron dinero, no les pidieron cerrar el negocio, no les pidieron trabajar para alguien. Solamente les pedían respetar el tipo de cambio, tomando en cuenta el interbancario. Esto, obviamente, es inusual”, afirmó Betancourt.
El último ataque fue a la casa de cambio “Bellas”, ubicada sobre el bulevar Flamingos a la altura de la colonia Cañón de la Piedrera, donde se quemó una llanta en la entrada del lugar. Debido a que la mayoría de los establecimientos se encontraban cerrados, solamente se reportaron daños materiales.
El 18 de noviembre, el fiscal central de la Fiscalía General del Estado, Hiram Sánchez Zamora, dijo que se tenía conocimiento de un mensaje entregado a casacambistas, sin abundar en más detalles.
En conferencia de prensa, comentó que debido a que los ataques se perpetraron durante un fin de semana largo, no se había localizado a los dueños de los comercios afectados. Cinco días después prevalecía esa situación, por lo que la Fiscalía ya recurrió a otras herramientas de búsqueda para dar con el paradero de los dueños.
Sobre las carpetas de investigación, el funcionario dijo que se abrieron por los delitos de extorsión y daño en propiedad ajena. La autoridad también cuenta con una denuncia por amenazas, interpuesta por un cambista; la policía está haciendo rondines de vigilancia en el negocio.
Preocupa situación inédita
“Nunca antes había estado esta situación, jamás la habíamos vivido así. Jamás”, destacó la fuente consultada, quien manifestó su preocupación “porque nadie quiere dar la cara”. Y es que priva el temor, ya que después de los ataques un cambista recibió mediante WhatsApp el siguiente mensaje:
“No hay necesidad de llegar alo extremo con pérdidas de vidas humanas. no nos interesa ganar en su negocio ni mandar en negocio. nuestra única intención y petición es que se regulen. Ustedes saben que no viven del dinero del turismo por lo cual la presión de la DEA con el gobierno federal por el lavado de dinero que ustedes realizan. En los acuerdos para la paz de la ciudad uno de los temas fueron ustedes. Mencionando que es la única ciudad en el país que no respeta el tipo interbancario. Es el último mensaje que les mando. si no entienden llegaremos Alós extremos. Nuestra única intención y petición es que se regulen. no exageren en la compra y en la venta xq es lo que llama la atención de las autoridades 20 o 40 puntos lo que está en el rango para competir”.
El jueves 14 de noviembre, algunas casas de cambio compraban el dólar en 18.45 pesos. Dos días después de los ataques, se llegó a comprar en 18.14 pesos. Al cierre del miércoles 20, la divisa estadounidense se compró en 18.35 pesos.