El ex gobernador José Guadalupe Osuna Millán, aclara que Óscar Baylón sí dejó deuda, la de los 90 millones de pesos que pactó Xicoténcatl Leyva Mortera antes de ser removido como gobernador del Estado en 1989. Afirma que los créditos solicitados durante su sexenio fueron para obras e infraestructura, además que fueron aprobados por el Congreso y en las Cuentas Públicas. No permitirá, dijo, que se le involucre en una campaña de desprestigio
“Yo no voy a permitir a nadie que me involucre en una campaña de desprestigio, aun cuando se trate del gobernador”, fue la respuesta del ex mandatario estatal, José Guadalupe Osuna Millán, a los señalamientos del gobernador de Baja California, Jaime Bonilla Valdez, quien dijo que estará investigando su administración, así como la de Eugenio Elorduy Walther, por los adeudos adquiridos durante sus sexenios.
Osuna Millán dejó en claro que las declaraciones del gobernador morenista están basadas en imprecisiones, además de considerarlas como una campaña de desprestigio político en contra del PAN y sus militantes.
Una de las imprecisiones a las que hizo referencia se refiere a cuando nace la actual deuda, con Xicoténcatl Leyva Mortera, quien heredó un crédito solicitado en 1989 por 90 millones de dólares (221 mil 553 millones de pesos al tipo de cambio de aquel momento) para el tema del agua, meses antes de que fuera removido como gobernador y sustituido por Óscar Baylón Chacón.
En el documento se observan los nombres de los gobernadores, desde Baylón Chacón en 1989, quien según la gráfica entregó la administración sin ningún adeudo, hasta Francisco Vega de Lamadrid, quien finalizara su sexenio en 2019 con una deuda acumulada por 30 mil 948 millones de pesos.
Ex gobernador José Guadalupe Osuna Millán
El préstamo que refiere Osuna Millán, fue suscrito por Leyva Mortera con el Banco Interamericano y con el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras) para un proyecto que tenía como objetivo dotar de agua potable y alcantarillado a la ciudad de Tijuana.
Con respecto a la deuda que dejó durante su sexenio por poco más de 13 mil 456 millones de pesos, aseguró que cerca de dos mil millones de pesos corresponden a préstamos que fueron solicitados por los municipios de Mexicali, Ensenada y Tijuana, los cuales son responsabilidad de los ayuntamientos, y nada tiene que ver con la deuda del gobierno estatal.
El ex gobernador confirmó que durante su administración sí solicitó algunos créditos con instituciones bancarias como Banorte, Bancomer, Banamex y Banobras, los cuales fueron gestionados para construir infraestructura, sin que en ningún momento los utilizara para pagar el gasto corriente.
Otra parte de estos créditos fueron suscritos para generar un efecto contracíclico por la crisis económica del 2009, generando la mayor infraestructura que se ha construido en Baja California, indicó Osuna Millán.
Ante la posibilidad de que pueda ser investigado por el gobierno de Jaime Bonilla, refirió que toda la información acerca de los créditos puede solicitarse al Congreso, ya que todas las cuentas públicas fueron aprobadas, tanto los tres años del Ayuntamiento de Tijuana como los cinco de la CESPT, los seis del Gobierno del Estado y los dos de la Comisión Estatal del Agua; incluso, dijo, aprobadas por diputados de oposición, como ocurrió en la segunda mitad de su sexenio.
Respecto a la interrogante de si se solicitaron créditos para el pago de nóminas o de gasto corriente durante su administración, indicó que sí hubo créditos puentes de corto plazo, los cuales quedaron finiquitados antes de concluir su administración; destacando también que en ningún momento tuvo conflictos con instituciones educativas, como el caso de UABC, a quienes les pagaron puntualmente, además de recordar que fue quien construyó dos campus para la universidad, uno de ellos en Valle de las Palmas.
“Bonilla comete dos imprecisiones; a los que le están asesorando no sé que les vaya a pasar”, compartió Osuna Millán, reiterando que la información que ha mostrado el gobernador Jaime Bonilla no es acertada.
Recalcó que cualquier alusión a su persona o su administración será respondida por él porque no tiene nada que ocultar, describiendo su vida como transparente y honesta. Asimismo, compartió que hasta el momento no ha tenido acercamientos con el actual gobierno, en donde se le solicite información acerca de su sexenio.
Sobre el gobierno de Francisco Vega de Lamadrid, refirió que existe una deuda enorme con la sociedad. Para Osuna Millán, hubo un castigo por parte del electorado de Baja California contra el gobierno y el panismo, después de que fueran abandonados.
“El PAN gobernó veintitantos años y no 30, porque el gobierno pasado fundamentalmente abandonó los postulados de Acción Nacional. Cuando se abandonan los postulados y cuando no se hacen las cosas de manera correcta y transparente, la gente castiga al partido y a los gobernantes; para mí eso es lo que sucedió, entonces tendrán estos funcionarios que explicar muchas cosas”, puntualizó.
Sin comprometerse, se mantuvo al margen de responder si Baja California necesita un ex gobernador en prisión, pero acotó que existen reglas que se deben observar en la rendición de cuentas, como es el presentarse ante el Congreso y rendir cuenta pública; y por otra parte, las aprobaciones de la Auditoría Superior de la Federación cuando se trate de recursos federales.
Los señalamientos por parte del gobernador Jaime Bonilla se dieron la misma semana en que se interpuso una denuncia en contra del ex gobernador Francisco Vega de Lamadrid por desvío de mil 200 millones de pesos.
Ante medios locales de Mexicali, el pasado 20 de noviembre, al finalizar el desfile por el aniversario de la Revolución Mexicana, declaró que existe una curva de endeudamiento en Baja California que generó un estancamiento en su desarrollo, por lo que quiere conocer a dónde fueron los recursos; por tal motivo, investigará a los tres últimos gobernadores.
Previamente a estas declaraciones, Bonilla Valdez había declarado a este Semanario que estarían haciendo las denuncias en contra de ex gobernadores como Eugenio Elorduy, aunque no procedieron por los años ya transcurridos desde su gubernatura.
