En Baja California, hasta hace algunos años no se contaba con especialistas en endocrinología pediátrica, que pudieran ayudar a niños diagnosticados con diabetes, sobre todo tipo 1; ahora hay cinco -tres en Tijuana y dos en Mexicali- y aunque los avances han sido lentos, también han sido constantes.
En el marco del Día Mundial de la Diabetes, celebrado el 14 de noviembre, Rosangel Jaramillo, presidenta de la asociación Unidos por los Niños con Diabetes tipo 1 Tijuana, recordó cuando su hijo Pablo, de 5 años (ahora 19), fue diagnosticado y el médico le reclamó que si no se sentía capaz de darle buenos cuidados, lo dijera, para entonces regalarlo a alguien que sí pudiera hacerlo.
El impacto del diagnóstico y la ignorancia sobre la condición de vida no la hicieron reaccionar ante la falta de empatía del médico tratante, por lo que, sin saber a lo que se estaba enfrentando, empezó a tratar de buscar ayuda de donde pudiera; fue así como se formó el primer grupo de apoyo de familias, cuyos niños tienen esta condición, y hasta el momento el único en el Estado.
A 14 años de ese diagnóstico y cuatro de consolidada la A.C., han habido avances en cuanto al personal médico: de solamente existir un endocrinólogo pediatra en 2005, ninguno en 2012 y dos en 2014, desde el año pasado hay cinco especialistas. Y cada vez hay más información para detectar la enfermedad.
La doctora Zenia Santana es una de ellas, siendo de las principales promotoras de la concienciación de la diabetes tipo 1 y 2, ya que desde que regresó de la especialidad en Endocrinología se ha dedicado a la realización de talleres entre padres de familia, médicos y comunidad en general, para que estén al pendiente y, sobre todo, sepan que un diagnóstico de diabetes no es una sentencia de muerte.
“Somos pocos y es una gran afluencia de pacientes porque no solo nos llegan del Estado; también de San Diego, de La Paz, de Los Cabos… porque allá no hay ninguno”, afirmó.