Ayer jueves 17 de octubre, un enfrentamiento entre militares y criminales, entre los que se encontraba Ovidio Guzmán López, alias “El ratón”, uno de los hijos de Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, “El Chapo”, desató el terror durante algunas horas en las calles de Culiacán, Sinaloa.
La incertidumbre se extendió por todo el país en la medida en que las imágenes de los enfrentamientos, con armas de gran calibre, se propagaron a través de las diversas redes sociales.
La confusión sobre lo que ocurrió, se incrementó, en gran medida, debido a la errática política de comunicación oficial.
En una primera explicación, Alfonso Durazo Montaño, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) del Gobierno Federal, informó ese día, por la noche, que a las 15:30 horas de ese jueves, una patrulla conformada por 30 elementos de la Guardia Nacional y la Secretaría de la Defensa Nacional se encontraban realizando un patrullaje de rutina, cuando fueron agredidos desde una vivienda ubicada en el sector Tres Ríos, en Culiacán.
Según el funcionario federal, el personal que integraba la patrulla repelió la agresión y tomó el control del domicilio particular, localizando en su interior a cuatro ocupantes, entre ellos Ovidio Guzmán López, hijo de “El Chapo”.
“Lo anterior generó que varios grupos de la delincuencia organizada rodearan la vivienda a una fuerza mayor a la de la patrulla. Asimismo, otros grupos realizaron acciones violentas en contra de la ciudadanía en diversos puntos de la ciudad, lo que generó una situación de pánico”, dijo Durazo Montaño en un video publicado en la red social Twitter de la SSPC.
“Con el propósito de salvaguardar el bien superior de la la integridad y la tranquilidad de la sociedad culiacanense, los funcionarios del Gabinete de Seguridad acordamos suspender dichas acciones. Igualmente, tomamos la decisión de trasladarnos a la ciudad de Culiacán, para conducir las acciones correspondientes”, indicó el funcionario federal.
Durazo Montaño apareció en el video acompañado del general Luis Cresencio Sandoval González, titular de la Sedena; así como del almirante José Rafael Ojeda Durán, de la Secretaría de Marina (Semar); de Luis Rodríguez Bucio, comandante de la Guardia Nacional (GN); y de Audomaro Martínez Zapata, director general del Centro Nacional de Inteligencia.
Ya esté viernes 18 de octubre, por la mañana, al iniciar su conferencia de prensa matutina, el presidente Andrés Manuel López Obrador advirtió a los periodistas que no hablaría sobre los hechos acontecidos ayer jueves, en Culiacán.
Sin embargo, al abrirse las preguntas y respuestas, el mandatario nacional confirmó que el Gabinete de Seguridad Federal habría sugerido liberar a Ovidio Guzmán López, razón por la cual se habían suscitado enfrentamientos en la capital sinaloense.
“Tomaron decisiones [miembros del Gabinete de Seguridad], que yo respaldo, que yo avalo, porque se tornó muy difícil la situación, y estaban en riesgo muchos ciudadanos, muchas personas, y se tomó la decisión de proteger la vida, porque no se trata de masacres, eso ya se terminó. No puede valer más la captura de un delincuente, que las vidas de las personas”, dijo el titular del Poder Ejecutivo Federal.
“Ellos tomaron esa decisión, y yo la respaldé. También decirles, que se trató de un operativo, que llevó a cabo el Ejército, a partir de una orden de aprehensión de un presunto delincuente, pero como ya lo expliqué, hubo una reacción, muy violenta, y se ponía en riesgo la vida de mucha gente”, abundó el presidente de la República.
“[…] esta decisión se tomó para proteger a los ciudadanos, es que no se puede apagar con el fuego, esa es la diferencia con lo que han hecho anteriores gobiernos. Nosotros no queremos muertos, no queremos la guerra. Eso les cuesta entender a muchos. Pero la estrategia que se estaba aplicando en gobiernos anteriores convirtió al país en un cementerio”, indicó López Obrador.
“No es fácil, no es sencillo, se dejó avanzar mucho el problema. Tenemos que enfrentar dos mafias: la delincuencia de cuello blanco, que se arraigó, también dañina, que estamos combatiendo. Y la delincuencia, llamada organizada, de las mafias”, señaló el político tabasqueño.
Después de la conferencia matutina presidencial, Durazo Montaño, titular de la SSPC, y el general Sandoval González, de la Sedena, informaron sobre el operativo para capturar a Ovidio Guzmán López, fue fallido, deficiente e improvisado.
“No hay pacto con criminales […] no hay estado fallido, lo que hubo fue un operativo fallido”, reconoció Durazo Montaño en conferencia de prensa en Culiacán, donde aseguró que se realizará una investigación para castigar a los responsables.
El funcionario federal informó, además, que no fueron informados a tiempo de la orden de captura que se tenía sobre el hijo del ex líder del Cártel de Sinaloa. Por su parte, el titular de la Sedena reconoció, también, que se realizó un operativo deficiente en Culiacán en el que no se consideró la magnitud de la reacción de los criminales.
Reveló que Guzmán López no fue detenido formalmente debido a que los efectivos que participaban en la operación no contaban con una orden de cateo. “Fue un operativo precipitado en el que no se consideró la reacción de los delincuentes […] iban entre 30 y 35 elementos de la Policía Federal Ministerial, División Antidrogas y personal militar”, aseguró el general.
“Ingresaron al domicilio donde estaban cuatro personas entre ellas sobre quien pesaba la orden de aprehensión [Ovidio Guzmán López] pero fueron rodeados […] En esta ocasión fue un error generado por un personal que se precipitó en su acción, que buscó también lo mismo, la seguridad de la sociedad, la seguridad de todos ustedes, pudimos haber tenido más muertes”, afirmó Sandoval González.
El titular de la Sedena recalcó que se abandonaron las acciones ante las agresiones a la población, ataques a unidades militares y ocho soldados retenidos. Asimismo, dijo que el día de ayer, grupos criminales realizaron 19 bloqueos a vialidades, 14 agresiones con arma de fuego a personal del Ejército y la Guardia Nacional en Culiacán.
Asimismo, hubo 7 elementos del Ejército y Fuerza Aérea heridos por arma de fuego, un oficial y 8 elementos de tropa retenidos que fueron luego liberados, 68 vehículos militares con impactos de arma de fuego. Además de agresiones al Cuartel Militar en Culiacán y a la sede del C4 estatal, abundó el general.