De lejanas tierras de oriente arribaste
como sutil arena de cálidos desiertos.
Cruzando océanos y mares navegaste
dejando atrás tu vida y todos tus afectos.
Del Líbano, tu amada Patria desgarrada,
siempre llorando en silencio su distancia,
soñando regresar a ella, día tras día
los años fueron de dolor y de añoranza.
A nuestro México querido adoptaste,
como tu Patria, a continuar la vida,
a Baja California un día llegaste
tierra hermosa, tu tierra prometida.
Un gran desierto vivió tu amanecer
generosa arena, del monte Sinaí,
y otro desierto vio tu atardecer
y Mexicali con su sol, te vio partir.
Amaste intensamente a nuestra tierra,
como el mejor libanés, ¡gran mexicano!
Tu ejemplo de amistad recordaré
con infinito amor, querido hermano.
Con gratitud y cariño, compadrito George Wehbe.
Septiembre de 2019.
Eduardo Enrique Parra Romero.
correo electrónico: jomian1958@hotmail.com