Tras 26 años al frente del Sindicato de Pemex, Carlos Romero Deschamps renunció la tarde de este 16 de octubre. Su relevo como secretario General será Manuel Limón Hernández, quien fungiera como su tesorero, durante el periodo 2007-2018.
De acuerdo con fuentes consultadas por el diario Reforma, durante una asamblea, a puerta cerrada en la sede del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, el funcionario del Comité Ejecutivo General fue elegido en ese cargo con base en los estatutos.
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Ello, luego de que Romero Deschamps dimitió a su cargo en medio de protestas de algunos líderes seccionales que le exigieron resistir a “los embates del Gobierno federal”. “¡Resiste Carlos!”, le gritaron en el cónclave que duró dos horas.
No obstante, el ex senador por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) entregó su renuncia al Comité de Vigilancia, que encabeza Fernando Navarro.
Romero Deschamps sale del Sindicato para enfrentar denuncias por lavado de dinero y enriquecimiento ilícito. Conforme a datos obtenidos, Romero Deschamps suma nueve denuncias ante la Fiscalía General de la República, algunas de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) y una de la Secretaría de la Función Pública (SFP).
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Los informes consultados refieren que la UIF presentó sus querellas por un presunto lavado de Romero Deschamps y familiares por alrededor de 74 millones de pesos.
En el caso de la denuncia de la SFP, se trata de un presunto enriquecimiento ilícito de 36 millones de pesos mediante operaciones en tarjetas bancarias y dinero en efectivo, entre 2012 y 2018.
Disidentes se manifestaron contra los resultados de esta plenaria y exigieron que se lleve a cabo una Convención Nacional para llevar a cabo la elección con voto secreto, libre y directo, indicó el rotativo que previamente había dado a conocer que al líder petrolero y a una parte de su familia la Unidad de Inteligencia Financiera les congeló cuentas bancarias.
Entre los escándalos que ha protagonizado Romero Deschamps se encuentra el Pemexgate, que implicó un desvío millonario por 500 millones de pesos a la campaña del candidato priista en 2000, Francisco Labastida Ochoa. Así como los lujos con los que vive y en los que se encuentra un departamento en una zona exclusiva de Cancún, Quintana Roo y un yate por un valor aproximado al millón y medio de dólares cada uno.
Con información de Reforma y Aristegui Noticias
