Guadalajara, Jalisco.- Una esplendorosa dosis de ska punk fue lo que ofreció la banda española Ska-P en el encuentro sonoro Tecate Coordenada realizado el 18 y 19 de octubre en las inmediaciones del Estadio Akron en la capital jalisciense, donde poco más de 30 mil personas cantaron y danzaron a ritmo de los intérpretes de “Mestizaje”, quienes dedicó varios de sus temas para protestar contra la Iglesia Católica y la clase política.
Luego de una introducción instrumental, el grupo comenzó su recorrido con el grito ensordecedor de Roberto Gañán Ojea (Pulpul) que encendió el furor de los presentes: “Que comience la estampidaaaaaaa”, para interpretar precisamente “Estampida”, seguida de “El gato López”, e invitar con “Mestizaje” a ir en contra del racismo.
Con un espectáculo musical, en el que aparecían figuras bajando del techo, o personajes como parte de la coreografía de los temas, Ska-P como en “Jaque al Rey”, acto que Pulpul introdujo: “Ahora si señores, con todos ustedes, el Jefe del Estado español, impuesto por el dictador, el Rey de España”, lanzó su crítica.
Fuerte y poderosa, la agrupación ibérica continuó su protesta: “Entre el Atlántico y el mar mediterráneo hay una tierra con mucho Sol. Vengo a defender la tauromaquia, el animal no sufre, ni en España ni en México”, señaló sarcásticamente el vocalista, después remató: “Di no a la tauromaquia, no al sufrimiento animal, es nuestra vergüenza”, apuntó, e instantes posteriores cantó “Vergüenza”, a la que le siguió “Cannabis”.
Uno de los momentos cumbres fue cuando Ska-P cantó “Crimen sollicitationis”, a manera de protestar sarcásticamente contra la Iglesia Católica: “En nombre de la Iglesia Católica, y de todos los niños violados por todo ellos, en nombre del padre, del hijo y del Espíritu Santo”, criticaron, al compás de interpretar el tema con un personaje vestido de sacerdote y plasmar en las pantallas vitrales similares a los de los templos católicos.
“Niño soldado”, “Colores”, y “La mosca como era”, esta última dedicada al sistema capitalista, mientras “A la mierda” insertada a la noche como un mensaje anti fascista, anti racista; y despedirse con “Somos la revolución”, ante el regocijo colectivo de miles de melómanos.