Guadalajara, Jalisco.- Luciendo un sombrero de paja y un atuendo estilo oriental de color rojo, Rubén Albarrán saltó al escenario del Tecate Coordenada (CRDNDA) escoltado por sus cómplices Joselo, Quique, y Meme, entre otros músicos que instrumentan el recorrido de 30 años de Café Tacvba, quien recetó una espléndida muestra de su recorrido histórico que pasará del “Tecate CRDNDA” al “Tecate Península” en Tijuana el próximo sábado 26 de octubre en las inmediaciones del Parque Estatal Morelos.
“Estamos en un festival muchachos y hay que llevar un horario. Nosotros estamos celebrando estamos celebrando 30 años, vamos a cantarles temas nuevos, y tocaremos unas viejitas”, aseguró Albarrán, ante el furor de la capital jalisciense que siguió de cerca el paso de canciones como “Cero y uno”, y “1-2-3”, este último extraído de su octavo álbum, “Jei beibi”, producido por el argentino Gustavo Santaolalla.
Al cancionero de la noche se sumó “Chilanga banda”, para la cual Rubén invitó Alemán, cantante oriundo de Cabo San Lucas, Baja California Sur, quien es uno de los últimos artistas que ha sorprendido en la escena musical mexicana por su enorme entrega al público y convertirse en menos de cuatro años, en un referente del trap mexicano.
Luego de interpretar “Las flores” acompañadas por un coro a unísono y el frenesí desbordado a flor de piel, Café Tacvba se dirigió a los jaliscienses con el fin de crear consciencia: “Muchachos, estamos destruyendo el planeta, y los políticos como Donald Trump, Evo Morales, López Obrador, no les importa que estemos entregando nuestro sudor de Sol a Sol, hagamos lo propio para cambiar este planeta”.
“Chica banda”, y “Eres” antecedieron un ensamble de tambores que la agrupación insertó a su recital, mostrando un tanto lo que exhibirán en su gira oficial de 30 aniversario, la cual estará llena de mensajes constructivos: “Muchachos, la música que nos sirva para mirar hacia nuestro interior, para cambiarnos a nosotros mismos, porque nos está llevando la chingada, podemos culpar a la clase política, la clase empresarial, pero somos nosotros los que sostenemos este sistema, debemos cambiar, hacer que la música nos cambie. Hagamos el amor bailando, hagamos el amor cantando”, precisó Rubén, quien junto a sus eternos colegas se despidió cantando “El baile y el salón”.
