Durante dos días el 17° Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) ofreció el Foro Cineastas Mujeres Indígenas: Identidad y Nuevas Narrativas en el que abordó temas inquietantes del contexto cinematográfico como la paridad y la equidad y el cine con perspectiva de género, además de proyectar cortos y largometrajes con la mirada y alma de mujeres de pueblos originarios.
“Tomamos la cámara para representarnos”, expresaron las participantes en el foro de dos días organizado por Daniela Michel, directora general del festival, quien en compañía de Marina Stavenhagen, coordinadora del Foro, así como María Novaro, directora del Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE) y cineastas y realizadoras indígenas.
Participaron con sus trabajos y en el foro, la purépecha Magda Cacari; Dolores Sántiz Gómez, miembro de la comunidad tzotzil de Cruztón, Chiapas, las mixtecas Ángeles Cruz y Dinazar Urbina Mata; Amalia Córdova, curadora de medios digitales y emergentes en el Centro de las Artes Populares y Patrimonio Cultural de la Institución Smithsonian, y María Candelaria Palma, miembro de la comunidad afroindígena de San Antonio en Guerrero y cuyo largometraje documental, Rojo, es parte de la Selección Oficial de esta edición.
Señaladas como las miradas frescas sobre la gran diversidad cultural que existe en México, e incluyendo palabras como indígena, mujer y cineasta a la industria del séptimo arte, se realizó el espacio dedicado a los pueblos indígenas con el objetivo de fomentar la inclusión, visibilizar y difundir el trabajo de los miembros de comunidades indígenas por medio del cine.
Presentes con sus coloridos trajes típicos y en su lengua originaria, las protagonistas coincidieron que el cine es una posibilidad para contar historias a partir de su visión y la de sus comunidades: “La mujer indígena es representada como inculta y está destinada a hacer un trabajo en específico en las películas. Olvídate de que sean realizadoras.
Nosotras desde nuestras comunidades tomamos la cámara para representarnos a nosotras mismas”, dijo Ángeles Cruz, quien junto a sus cómplices cinematográficas, plasmaron temas de identidad, discriminación, equidad de género, representación, voz, espacio, y lo que significa el cine para ellas.
En el marco del encuentro moreliano se han proyectados largometrajes como “Tote_Abuelo”, de María Sojob, “Tío Yim”, de Luna Marán, “Siempre andamos caminando”, de Dinazar Urbina Mata, “Gente de mar y viento”, de Ingrid Eunice Fabián González que relata la historia de Herminio y Mariano, pescadores zapotecas, quienes han vivido de manera activa un largo proceso de lucha y resistencia, y cortos como “Arcángel”, de Ángeles Cruz, “Reencuentros: 2051 migrantes”, de Yolanda Cruz, “Kárapani Tsínharhini”, de Magda Cacari, “Rojo”, de María Candelaria Palma Marcelino, “Pox, la bebida sagrada”, de Dolores Santiz, y “Yolem Jammut (mujer yoreme)” de Iris Belén Villalpando López.
“Es muy importante para nosotras que nos hayan dado este espacio de reflexión y comunidad, porque estando aquí podemos inspirar a más mujeres a salir”, apuntó Yolanda Cruz, quien forma parte de los retratos indígenas expuestos en el festival que reclaman su lugar, así como la conservación de su lengua y oficios, además de sus derechos para no ser víctimas de discriminación y racismo.