La violencia que en las últimas semanas se ha recrudecido, la corrupción por parte de algunos políticos y la extorsión, son algunos de los motivos por los cuales cientos de michoacanos han estado migrando desde hace varios años a Tijuana, la mayoría de ellos con la intención de solicitar asilo a Estados Unidos.
Así lo dio a conocer Guillermo Valencia, líder de Revolución Social, un grupo de ciudadanos michoacanos que actualmente se encarga de contribuir a la prevención de robos y violencia en su natal Morelia, Michoacán.
En entrevista con ZETA, quien también fuera alcalde del municipio de Tepalcatepec, donde se iniciaron las autodefensas, compartió que desafortunadamente la violencia en aquel estado no ha bajado de intensidad desde que se iniciara la guerra contra el narcotráfico, impulsada por el ex presidente Felipe Calderón, lo cual ha generado que muchas personas busquen otros horizontes.
Principalmente las personas originarias de la zona conocida como Tierra Caliente, donde predominan La Familia Michoacana, Los Caballeros Templarios, Los Viagras y ahora el Cártel Jalisco Nueva Generación, una zona que desde hace mucho tiempo ha estado enmarcada por esa violencia.
Valencia resaltó que esto que se ha estado observando ahora de que nuevamente vecinos de Tepalcatepec se levantaron en armas para defender su comunidad, “en realidad es porque nunca dejaron las armas, simplemente que han estado ahora incidiendo otros grupos delictivos”.
Resaltó que lo que ha pasado también, es que funcionarios y se han aprovechado del desconocimiento de la gente, quienes por necesidad buscan cualquier opción para poder salir de sus lugares de origen.
Como sucedió hace unos años, recordó, cuando el gobierno de Estados Unidos ofreció una cantidad de asilos políticos y esa información se fomentó y proliferó entre las personas, generando que salieran prácticamente comunidades enteras en busca de ese asilo.
Valencia destacó que esta situación la aprovecharon algunas personas y funcionarios y comenzaron a ofrecerles visas y asilo a cambio de dinero, pero una vez que llegaron a Tijuana el gobierno estadounidense no les dio nada, pues era todo falso.
“Por eso es que algunas personas mejor optaron y decidieron quedarse en Tijuana, porque hay más oportunidades y progreso, que regresar a sus comunidades, donde persiste la violencia, la delincuencia y donde no se ha podido controlar la inseguridad relacionada con los delitos del fuero federal”, puntualizó.
