Al inicio del mes de marzo, el director se presentó en el salón de Pepito y Jaimito, y les dijo:
“Muy buenos días, niños. Les sorprenderá a muchos de ustedes que esté hoy aquí, pero tengo dos anuncios que hacer. El primero es que les quería informar que los apagones van a continuar durante el resto del día. Los técnicos están tratando de arreglar la falta de electricidad que estamos teniendo actualmente”.
Lo que no sabía el director era que Pepito había causado esa falta con la intención de que se suspendieran las clases, ya que era semana de exámenes.
El director continuó su discurso:
“Lo segundo que les quería comentar es que las nuevas reglas impuestas por la Secretaría de Educación, nos informan que el nuevo método de estudio de la escuela ya no será por trabajos individuales, sino grupales. Por eso, ahora vamos a hacer equipos de cuatro personas donde se mezclen hombres y mujeres para desarrollar las actividades escolares”.
El director salió del salón porque debía hacer unas video llamadas muy importantes.
Entonces el profesor tomó la palabra y separó a todos en equipos de cuatro personas, como había ordenado el director.
El profesor pensó que sería una locura permitir a Pepito y Jaimito en el mismo grupo, así que el grupo de Jaimito quedó integrado por Paquita, Lola y Jimmy Trump. Justo cuando Jaimito se disponía a reclamar, se fue la luz y después de un momento regresó.
“Tranquilos, niños. El director dijo que se podía estar viendo la luz durante el día, así que vayan a sus equipos”, dijo el maestro a cargo del grupo.
Jaimito estaba muy inconforme con su equipo debido a que lo habían puesto con Jimmy Trump en lugar de su mejor amigo Pepito. Jimmy Trump es un niño norteamericano que había llegado de intercambio pero se caracteriza por ser arrogante, mentiroso, chismoso, presumido y no respetar a las mujeres. En pocas palabras, nadie lo quiere en la escuela.
Estaban todos sentados cuando de repente se apagaron las luces del salón y se escuchó un beso y una cachetada que le dieron a alguien. Al regresar la luz, Jimmy estaba tambaleándose y exclamó:
“¡Oh! Mí pensar que Jaimito caliente besó a Paquita, y esta pensó que yo haber besado a ella y dio una cachetada a mí”.
Tras el incidente, Paquita pensó:
“Se me hace que Jimmy pensó en besarme a mí, pero besó a Lola y esta le dio una tremenda cachetada”.
Por su parte, Lola pensó:
“Este gringo maleducado besó a Paquita, ella se enojó y le dio una merecida cachetada”.
Y Jaimito pensó:
“Cuando se vuelva a cortar la electricidad y se apague la luz, ¡me vuelvo a dar un beso en la mano y le doy una cachetada a este gringo sangrón”.
Autor: Anónimo de la CFE.
Trasplante de corazón
Una mujer conversa algo inquieta con su pareja:
— Mi amor, mañana es el día de mi trasplante de corazón.
“Sí, mi vida, lo sé”.
— Te amo.
“Yo también te amo”.
Cuando ella despierta de la cirugía ve que solo está su padre al lado de la cama, entonces pregunta por su novio y su progenitor le dice:
“¿Sabes quién te donó el corazón?”.
La mujer rompe en un llanto desgarrador y exclama:
“¡Nooo…! Imposible, ¡noooooo!”.
El padre le aclara:
“Calma, te estoy vacilando, fue al baño. Esto fue para probar qué tal está el corazón nuevo”.
Autor: Cardiólogo sin pacientes.
Ofendido
— Oiga comadre, ¿sabe por qué no ha llamado mi compadre?
“Porque se murió hace dos meses”.
— Ah, menos mal, ¡pensé que estaba enojado conmigo!
Autor: Otro compadre.
En qué se parece…
¿En qué se parece un hospital a una cantina?
En que ambos son sitios de salud.
Autor: Enfermo feliz.
Cambio de aires
— Estoy feliz, ¡voy a trabajar en Holanda!
“Felicidades, te lo mereces, amigo”.
— Sí, ¡ya eran muchos años de trabajar en La Michoacana!
Autor: Empleado engañado.
Macho en casa
— Yo soy todo un macho en la casa.
“¿Por qué lo dices?”.
— Porque cuando me regaña mi mujer, no lloro ni hago pucheros.
Autora: Mujer alfa.
Viajero
— Buenos días, gracias por llamar a Aeroméxico.
“Hola, quiero un boleto para la Capital de Egipto”.
— ¿El Cairo?
“No, el más ‘baraito’, por favor”.
Autor: Usuario de Interjet.
Rara obsesión
Un niño residente de Norwalk, California, tiene una rara obsesión con la tienda Costco al grado que pidió, rogó, suplicó a su familia que ¡EN ZERIO! le celebraran su cumpleaños número 4 en su sucursal más cercana.
El chiquillo hasta tiene su propia página en Instagram dedicada a este comercio tipo almacén que, a cambio de esta devoción materialista, cedió su área de comida para que Armandito Martínez disfrutara su día. Además, le entregaron una gorra de Costco y una placa especial, mientras que los invitados al festejo recibieron membresías honorarias.
