El escritor entregó a Planeta su tercera novela negra titulada “Malasangre”, donde Beto Zaragoza investiga un asesinato para el semanario Sangre. “El protagonista está inspirado en esos viejos periodistas de nota roja que prácticamente han ido desapareciendo”, expresó a ZETA el editor de El Informador de Guadalajara. Y asegura: “La novela negra permite hacer un retrato de la sociedad desde su lado más oscuro”
El reportero de nota roja Alberto Zaragoza llegó primero a la escena de un crimen, incluso antes que arribaran los investigadores de la Fiscalía. Se encontró con una joven mujer asesinada, recostada en un sillón. Mientras llegaban los peritos, el periodista husmeó en la zona del homicidio, sobre todo entre los libros de la difunta, para recabar la mayor cantidad de información con la intención de publicarla en el semanario Sangre, que él mismo fundó, dirige, reportea y distribuye en Guadalajara, Jalisco.
Se trata de “Malasangre”, la tercera novela negra de Diego Petersen Farah publicada este año por Planeta; la primera fue “Los que habitan el abismo” (Planeta, 2014), le siguió “Casquillos negros” (Tusquets, 2017), donde el protagonista es Alberto Zaragoza, el reportero estrella de nota roja en Guadalajara.
En “Malasangre”, tanto el protagonista como el narrador llevan de la mano al lector por diversos escenarios de Guadalajara, sobre todo a los tugurios donde Beto Zaragoza va a investigar, ya que en los libros donde husmeó al llegar a la escena del crimen descubrió que la fallecida, Mariana Colbert, era una joven poeta que se desenvolvía en el mundo de los poetas que frecuentaban los bares de Guadalajara a finales del Siglo XX.
“Prácticamente los escenarios sí son todos reales, está la cantina de La Fuente, sigue existiendo, es una de las más famosas de Guadalajara; el bar El Malasangre existió en Guadalajara, donde se juntaban los poetas a leer, e inspira parte de la trama y el nombre de la novela”, confesó a ZETA Diego Petersen Farah.
PERIODISTA DE NOTA ROJA
Desde que incursionó en la novela negra con “Los que habitan el abismo” (Planeta, 2014), Diego Petersen Farah se propuso explorar su conocimiento del periodismo de más de tres décadas y, sobre todo, proponer un periodista investigador como protagonista de su obra y no el clásico detective policía.
“No hay realmente policías investigadores en México, investigan poco y mal, me pareció que un periodista de nota roja podía hacer muy bien esta función y además con esta instancia cínica que tiene con la realidad”, expuso.
Conocedor de “el mejor oficio del mundo” (como decía Gabriel García Márquez), Petersen Farah confesó cómo dibujó al periodista investigador:
“Beto es un periodista de oficio, que aprendió el oficio de su padre, nunca pasó por la universidad ni nada por el estilo, desde muy joven su padre lo llevaba a retratar cadáveres y le enseñó a escribir historias del crimen. Entonces es un personaje que tiene la virtud de que es muy independiente, que no le rinde cuentas a nadie, tiene amor por el oficio de retratar cadáveres y al mismo tiempo tiene una gran capacidad innata para leer la escena del crimen; nadie como él para entender y leer los signos de la escena del crimen y es lo que lo hace peculiar”.
Aunque por supuesto el protagonista de su trilogía no es autobiográfico, el autor reconoce:
“El protagonista está inspirado en esos viejos periodistas de nota roja que prácticamente han ido desapareciendo, periodistas que enfrentaron la transición del periodismo en los años 90; bueno, aunque algunas reflexiones y buena parte del cinismo de Beto a lo mejor sí lo compartimos”.
NOVELA NEGRA DESDE GUADALAJARA
Diego Petersen Farah (Guadalajara, Jalisco, 1964) ha dedicado su vida al periodismo, fue columnista y directivo de los periódicos Siglo 21, Público y Milenio en la “Perla Tapatía”. Editor de El Informador, con sus tres obras de ficción, Diego Petersen Farah es un referente de la novela negra actual desde Guadalajara.
“Hacer novela negra desde Guadalajara era algo que no se había hecho, creo que la trilogía aporta esta visión de una ciudad del país, como Élmer Mendoza lo hace con el norte de la República o Paco Taibo II con la Ciudad de México, por supuesto sin compararme con ellos, con su nivel de escritores. El hecho de que el protagonista sea un periodista también aporta una serie de reflexiones sobre el oficio periodístico que yo creo que también son interesantes y pueden ayudar a entender la sociedad desde una postura distinta”, expresó a ZETA Petersen Farah.
Cuando se le cuestionó por qué le interesa la novela negra, el narrador contestó:
“Creo que la novela negra ha sido revalorada últimamente. Durante muchos años fue considerada como un género menor; la novela negra permite hacer un retrato de la sociedad desde su lado más oscuro y es muy importante explorar el lado oscuro de la luna; creo que la forma en que nos matamos habla tanto como la forma en que nos vestimos, en que comemos, como sociedad.
“La novela negra te permite acercarte a este lado oscuro de la sociedad y narrar un flanco que es poco conocido, y por otro lado, también creo que esos personajes de la novela tan característicos te ayudan a retratar muy bien ciudades y espacios, porque son personajes que suelen ser muy entrañables”.
Finalmente, Diego Petersen Farah compartió su visión sobre el género negro en México:
“Creo que estamos en un momento de revaloración de la novela negra, por un lado, y también de producción de más variedad de novela negra, es decir, creo que se logró romper el cartabón de que el investigador tenía que ser un investigador policía, borracho, que se pelea con su jefe, como si fuera la única forma de concebir una novela negra; hay cada vez más variedad de acercamientos a la novela negra”.