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jueves, octubre 3, 2024
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¿Cuándo se va a acabar la corrupción en México?

Al llegar a esta bendita edad que tengo —y con mi mente clara— fluyen numerosos pensamientos que, a través del tiempo, me he dedicado a analizar los cambios de gobiernos.

Nací en la postrimería del gobierno del general Lázaro Cárdenas del Río, en el cual mis abuelos, padres, hermanos y tíos se beneficiaron con el reparto de la tierra manejada por un gran latifundio que existía en manos de norteamericanos, como fueron las haciendas de Quimichis y San Cayetano.

La tierra se repartió, pero muchos de los beneficiarios no se beneficiaron. Porque a la hora de la entrega de las parcelas junto con dineros y avíos, no supieron capitalizar y es cierto que se quedaron sin nada; pero también en ese tiempo se inició el programa de alfabetización para desterrar la ignorancia en que los gobiernos porfiristas nos tuvo
sumidos por mucho tiempo.

Es cierto que la Revolución trajo muchas mejoras; pero también trajo subordinaciones, como el tratado que firmó el general Álvaro Obregón en que prohibió fabricar motores de automóviles, aviones y barcos, cuando para la Revolución mexicana ya se usaron aviones y barcos manufacturados con motores mexicanos. Y en tanto con la Revolución Industrial iniciada en Inglaterra, y después en los Estados Unidos, trajeron tratados como el de Bucareli, signado también por el general Álvaro Obregón, este non sancto presidente de la República que
acuñó la famosa frase de “quién se ibera de un cañonazo de 50 mil pesos”.

Si bien no quiero analizar presidentes que no se enriquecieron o dejaron enriquecer a sus subalternos, siempre diré que, aunque el hombre que dirija los destinos del país sea muy honesto, no acabará con la corrupción. Porque imagínese, cuántos secretarios de Estado han salido millonarios, cuántos gobernadores, cuántos presidentes municipales, cuánto comandante de policía; si México tiene 20 secretarios de Estado, con 32 gobernadores y unas decenas de entes que los rodea, amén de las más de 3000 presidencias municipales que tienen sus regidores, jefes policiacos y familiares que tapan el ojo al macho. Entonces, si la corrupción empieza en nuestra casa, a través de nosotros, qué heredamos a los hijos, alumnos de las malas acciones.

Y sobre todo que a muchos no les gusta el trabajo honesto; siempre han existido asesinos, traficantes y ladrones en todos los niveles —algunos son llamados de “cuello blanco” —, y aunque estos no sean gobiernistas, sí están los comercios, bancos y fábricas donde se explota la economía y al trabajador.

¿Cuántas de las guardias blancas han existido y asistirán en muchos de los estados? Creo que es motivación para que la corrupción se vaya eliminando si se empieza con una buena educación familiar, escolar y social. Pero, mientras la mayoría de la población siga contaminando con basuras y excretas callejeras, sigan sobornando y se dejen sobornar los funcionarios, que la mayoría de las veces sus salarios son de los llamados mínimo y que no les alcanza ni para comer, y mientras existan parias y en esta frontera no auxiliemos a muchos de nuestros migrantes
mexicanos que quieren irse al extranjero y los que son deportados; pero sí ayudamos para quedar bien, con que damos facilidades para el paso de gente proveniente de otras naciones y les tendemos la mano. Y a los nuestros ni quién se acuerde de ellos, solo el Padre Chava y la Madre Assunta.

 

Atentamente,

Dr. J. Fernando Jaramillo Cisneros

Correo electrónico: drferja@hotmail.com

 

Autor(a)

Carlos Sánchez
Carlos Sánchez
Carlos Sánchez Carlos Sánchez CarlosSanchez 36 carlos@zetatijuana.com
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