Cada año celebramos la Independencia en México; pero este hubo más entusiasmo en la sociedad, llegando hasta más allá de las fronteras del país (según comentan los medios); pero me he dado cuenta de que México no tiene fronteras; dondequiera que se establece un buen mexicano -que salió en busca de un mejor modo de venir-, con él está México. Porque lo lleva en su corazón y se esfuerza por ganar bien para ayudar a su gente con las remesas.
Sin siglas de partido ni de grupos radicales, todos, como buenos ciudadanos, observamos la celebración de las Fiestas Patrias -y de aniversario político y social- con libertad; los que no pudimos asistir a los centros cívicos, disfrutamos de las fiestas a través de la televisión y quedamos satisfechos. Vivir en un mundo como el que podemos apreciar, vale la pena; ahora busquemos la forma de contribuir y ayudar a mantener este orden, así como la misma armonía, hasta el año próximo.
Atentamente,
Vicente Martínez Méndez.
Tijuana, B.C.