Por estar visitando el estado de Chiapas, hoy escribo sobre San Juan Chamula: una población muy peculiar y diferente, más bien única de México. Inicio comentándoles que está ubicada a 20 minutos de San Cristóbal de las Casas.
Sus características principales son varias y la que resalta primero es la vestimenta de sus pobladores: las mujeres utilizan faldas de color negro, pero son completamente de lana de borrego de ese color; por su parte, los hombres portan una especie de jorongo/túnica de lana de borrego color blanco sujetada por su buen cinturón grueso. En esta comunidad indígena los borregos no se comen, pues su crianza es precisamente para utilizar su pelaje (para ellos son sagrados).
Sin duda, el atractivo principal del pueblo es su iglesia, que data de 1524 y es de las más visitadas de todo México. Aunque dicen que es católica, el templo es muy diferente a cualquier otro, ya que no cuenta con bancas para que los feligreses se sienten a escuchar el servicio. Por el contrario, cuentan con mesas donde colocan un buen número de veladoras para dar gracias de favores y milagros recibidos. En el piso es donde colocan las velas para las peticiones.
El altar cuenta con un nicho grande para el Santo Patrono de la comunidad, que es San Juan Bautista; de hecho su nombre, “San Juan Chamula”, es en su honor. Llama mucho la atención que en el techo del altar se encuentran cuatro pinturas de animales —toro, jaguar, águila y borrego— que representan a los cuatro evangelistas del Nuevo Testamento: Mateo, Juan, Lucas y Marcos.
El pueblo solo cuenta con este templo y para entrar es necesario pagar una cuota de $25 pesos; lo que es inusual, pero bien vale la pena porque te permite presenciar los rituales que solo se realizan dentro de este templo “católico”. Estos consisten en sobar o rozar al enfermo con una gallina, huevos y/o pox (bebida local a base de maíz y con graduación alcohólica) para que la enfermedad sea extraída del paciente por el chamán y transmitida a la gallina, quien supuestamente absorbe todo el mal. Después, la gallina es sacrificada: le truenan el pescuezo y no debe consumirse; dicen que las entierran. Los huevos son utilizados de la misma forma, pero para males menores. Por cierto, no se permite tomar fotografías dentro de la iglesia.
El ayuntamiento se encarga de pintar el templo por fuera. La limpieza por dentro, la cual es indispensable hacerla varias veces al día por lo antes comentado, corre por cuenta de los mayordomos y sus asistentes, quienes colocan hoja de pino —a las que llaman juncia— para purificar el ambiente. Los mayordomos son figuras muy respetadas por todo el pueblo y llegar a tener este cargo no es nada fácil, pues debe de apuntarse uno en la lista de espera, lo que pudiera demorar un par de años. A todos los habitantes de la localidad les cobran una cuota para el mantenimiento de la iglesia y para la celebración de las 16 festividades que celebran a lo largo del año. Pareciera que siempre están de fiesta.
El único sacramento que se realiza en el templo es el de bautizo; el de matrimonio ya no, ya que practican la poligamia. Esta comunidad indígena y sus autoridades se rigen por los usos y costumbres que han practicado desde hace muchos años. Los miembros de la localidad que no las sigan al pie de la letra son expulsados, lo cual ha ocurrido a lo largo de la historia, por lo que se han visto en la necesidad de formar nuevas poblaciones, como Nuevo San Juan Chamula y otras.
La visita a San Juan Chamula es muy interesante y recomendable.
Álvaro Montaño
Autor de “Welcome to Tijuana”.