La agencia calificadora internacional Fitch Ratings señalo este lunes que las métricas crediticias de la empresa paraestatal Petróleos Mexicanos (Pemex) se debilitarán si la petrolera estatal mexicana ejecuta el plan de negocios anunciado en fechas recientes.
Fitch consideró que el objetivo de producción anual de la compañía de 2.7 millones de barriles por día (bpd) para 2024 es agresivo, dados los niveles de gasto de capital relativamente bajos en comparación con hallazgos históricos, así como los costos de inversión de desarrollo y desafíos de ejecución significativos.
La calificadora internacional se convirtió el pasado 6 de junio, en la primera agencia en reducir la calificación crediticia de la petrolera estatal Pemex, al pasar de “BBB-“, donde se encontraba, a “BB”, con lo que perdió el grado de inversión, llegando a especulativo.
El pasado 29 de julio, el Fondo Monetario Internacional (FMI) informó que enviará una misión técnica a México el próximo mes de septiembre para intentar entender el plan de negocios de Pemex, presentado hace poco, con el fin de evaluarlo en perspectiva.
Alejandro Werner, economista en jefe para el Hemisferio Occidental del FMI, hizo el anuncio durante una conferencia de prensa realizada en Washington, este mismo día, en la cual repasó aspectos de las perspectivas económicas para México, mismas que difundió el organismo monetario internacional la semana pasada.
El funcionario del FMI detalló que la misión técnica que llegará a México realizará una supervisión periódica, establecida en el Artículo IV del convenio constitutivo del organismo internacional, donde se revisa el cumplimiento de las obligaciones de cada país.
En particular, según indicó Werner, el FMI buscará entender cómo el plan de negocios de la petrolera mexicana se combina con las perspectivas de mediano plazo en el contexto de finanzas públicas sostenidas.
El funcionario del FMI explicó que en las décadas pasadas la economía mexicana ha presentado un problema de crecimiento, con tasas de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) débiles, sin que converjan con la de países avanzados.
La informalidad, la distribución de la riqueza y otros factores pueden explicar ese problema, pero lo importante en una transformación como la que vive México, es la evaluación de un programa integral de cambio productivo que incorpore las diferentes visiones, añadió.
El pasado 26 de julio se supo que Pemex perdió 52 mil 789 millones de pesos (mdp) en el segundo trimestre de 2019, pérdidas menores comparadas con los 163 mil 200 mdp reportados en el mismo periodo de 2018, según informó la empresa paraestatal en su reporte de resultados financieros enviado a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).
Los ingresos de la compañía petrolera estatal mexicana, que dirige Octavio Romero Oropeza, cayeron en un 14 por ciento, a 376 mil 648 mdp entre el periodo comprendido entre abril y junio.
Pemex justificó este resultado por la “caída del precio de la mezcla mexicana de exportación; menores precios de referencia de gasolinas y diésel”, así como “la disminución en volúmenes de ventas nacionales y de exportación”.
El pasado 17 de julio, la agencia calificadora Moody’s dijo que el Gobierno de México debía incrementar “significativamente” su apoyo financiero a Pemex para que la paraestatal alcance sus metas y reemplazar la caída en las reservas, esto un día después de que la empresa presentó su Plan de Negocios 2019-2024.
Moody’s señaló en un reporte que la administración encabezada por Andrés Manuel López Obrador necesitaba, también, financiar los vencimientos de deuda de Pemex, en caso de que la petrolera no puede refinanciarlos y calificó de “ambiciosos” los planes de la empresa paraestatal de metas anuales de producción de hidrocarburos hasta 2024.
El reporte de la calificadora no generó cambios en la recién degradada nota de la petrolera paraestatal que se ubica en Baaa3, con perspectiva negativa en el grado de inversión. Asimismo, Moody’s recalcó que lo contemplado en inversión de Pemex se quedó corto.
Explicó que al considerar como base el costo de 15 dólares por barril, la inversión para exploración y desarrollo en Pemex tendrían que ser mucho más altos de lo esperado, aumentando a 19.3 mil millones de dólares para 2024. “Esto equivale a mucho más apoyo del gobierno que los compromisos específicos descritos hasta la fecha”, abundó.
Moody’s expuso, además, que el Gobierno encabezado por López Obrador tendría que aumentar su apoyo financiero a Pemex “de manera significativa para que la petrolera aumente los niveles de inversión en orden de reemplazar completamente sus reservas”.
También debe brindar más apoyo sólo para financiar el déficit de flujo de caja y los vencimientos de la deuda de Pemex si no puede refinanciarlos en términos económicos, ya que las reservas probadas de hidrocarburos de la paraestatal disminuyeron en 2017 a sólo 7.7 años, mientras que las de desarrollo probado “han disminuido aún más rápidamente”, a 4.5 años al término de 2018, en comparación con los 6.6 años del 2014.
Por ello, “la inversión de capital de Pemex para exploración y producción será insuficiente para reemplazar las reservas”, si es que se cuenta como base un precio de 15 dólares por barril de petróleo.
No obstante, aunque insuficiente, Moody’s reconoce que la sustitución de reservas mejorará ligeramente, con un alcance del 48 por ciento en 2019 y el 54 por ciento en 2020. Según el Plan de Negocios de Pemex, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) destinará un total de 269 mil millones de pesos.
De estos, 141 mil mdp hasta el 2022, serán para mejorar las finanzas de la empresa paraestatal. Para el 2020, la aportación del Gobierno a la petrolera será de 66 mil mdp, mientras que para el 2021 será de 38 mil millones de pesos, y en el 2022 de 37 mil mdp.
Asimismo, plantea una reforma a la Ley de Impuestos sobre Hidrocarburos para reducir la carga fiscal del impuesto sobre Derecho a la Utilidad Compartida (DUC), el cual pasará de 65 por ciento que se tiene actualmente a 58 por ciento en el 2020, y a 54 por ciento en el 2021, con lo que se dejarán de pagar 45 mil millones de pesos en el 2020 y 83 mil mdp para el 2021, mientras que en el 2019, el ahorro fue por 30 mil mdp.
Además, la petrolera paraestatal cancelará cualquier asociación con otras empresas en materia de exploración y extracción de hidrocarburos, pero pretende obtener recursos privados mediante contratos de servicios integrales de exploración y producción (CSIEE), de los cuales se espera obtener recursos por 108 mil millones de pesos entre el 2020 y el 2023.
En el Plan de Negocios se indica que se espera mantener la meta de llegar a 90 por ciento de la utilización de la infraestructura existente en el Sistema Nacional de Refinación. Además, se continuará con la inversión en la refinería de Dos Bocas, Tabasco, para los tres años siguientes, en los cuales, se invertirán 2 mil 500 millones de dólares en 2019, y 5 mil 500 millones restantes en el 2020 y 2021.
El documento establece que el 2019 cerrará con una producción promedio diaria de 1.707 millones de barriles diarios de crudo, volumen que se elevará a una tasa promedio anual de 9.5 por ciento a lo largo de esta administración, para llegar a 2.697 millones de barriles diarios en 2024.
Además, el Plan de Negocios de Pemex indica que con las actividades que se desarrollen, la extracción petrolera de la empresa paraestatal podrá llegar a un pico de 2 mil 975 millones de barriles diarios en 2026, sin embargo, luego iniciará la declinación.
El documento, aprobado por el Consejo de Administración de Pemex, señala que se esperan crear alrededor de 284 mil 551 nuevos empleos, directos e indirectos, tan sólo en el rubro de exploración y explotación de campos petroleros en los próximos seis años.
La estimación es que se generen 47 mil nuevas fuentes de trabajo en promedio anual, a través de la contratación de empresas para desarrollar tareas de perforación de pozos, en la construcción, instalación y operación de plataformas marinas y terrestres; en el tendido y operación de ductos, y en el manejo de estructuras de acero.
Además, por la derrama económica prevista en el área de exploración y producción, ésta aportará el mayor número de empleos. Asimismo, para no elevar costos en materia de servicios personales, Pemex buscará mantener su actual plantilla de personal, estimada en 125 mil 989 trabajadores activos, entre empleados de confianza y sindicalizados. La contratación de nuevo personal se le dejará a las empresas privadas contratistas, las cuales asumirán salarios y prestaciones.
“El objetivo es que el Gobierno de la República apoye a Pemex los primeros tres años de la administración en lo que será una etapa de transición para recuperar la producción de petróleo, para que en la segunda mitad de la administración sea Pemex quien apoye al gobierno federal para financiar el desarrollo y el crecimiento económico de nuestro país”, dijo el director de la paraestatal, Octavio Romero Oropeza, quien añadió que en la contratación de los 22 nuevos campos de exploración se tuvieron ahorros por 24 mil mdp.
Por su parte, el presidente López Obrador afirmó que la reducción de la carga fiscal para Pemex se compensará con ahorros y una mejor recaudación de impuestos, además de que argumentó que el Gobierno Federal tenía 60 mil millones de pesos por recaudación,
El mandatario nacional indicó de que por el sólo hecho de evitar el robo de hidrocarburos se ahorrarán 50 mil millones de pesos, y aseguró que son nuevas maneras de evaluar el funcionamiento de la economía, además de que destacó que ni las calificadoras, ni las corredurías hablaban del combate a la corrupción.
El político tabasqueño abundó que el Plan de Negocios de Pemex no ahuyentará la inversión en México, ya que habrá una promoción a nivel internacional de cómo se está combatiendo la corrupción. Aunque dijo no saber cómo reaccionarán las calificadoras internacionales, reiteró que éstas no han actuado con profesionalismo.
López Obrador sostuvo que su Gobierno está limpiando a Pemex porque era de las empresas más corruptas del mundo, y sin mencionarlo por su nombre dijo que un exdirector de la compañía -en referencia a Emilio Ricardo Lozoya Austin- se encuentra prófugo de la justicia.
Un día antes, Citi Research difundió el texto: ‘Plan de Negocios de Pemex: ¿Eso es todo lo que tienes?’, en el que analizó que dicho documento no se tradujo en nuevas ideas y tiene montos de apoyo decepcionantes para la empresa paraestatal.
“Mucho ruido y pocas nueces. La larga espera no se tradujo en nuevas acciones o ideas”, indicó Citi en su texto, en el que cual abunda que la estrategia no resuelve los principales problemas estructurales de la petrolera y el Gobierno Federal confirma que no entendió la naturaleza, ni la importancia de la fragilidad de la paraestatal.
“En nuestra opinión, la probabilidad de una baja de calificación a bonos basura por parte de Moody’s ha aumentado”, detalló, para luego abundar la calificación de Pemex es de Baa3, con perspectiva negativa, y recordar que Fitch Ratings le quitó el grado de inversión el pasado 6 de junio, con la nota BB+, lo que representa grado especulativo o bonos basura.
El pasado 23 de junio el FMI recortó su pronóstico de crecimiento para México en 0.7 puntos porcentuales, de 1.6 a 0.9 por ciento para 2019, con lo que el Producto Interno Bruto (PIB) mexicano podría registrar la menor expansión económica en nueve años. Mientras que en 2020, repuntaría a 1.9 por ciento.
Esta tasa de crecimiento estimada por el FMI es inferior al 1.6 por ciento que previó el mismo organismo internacional en abril y muy lejos del 2.1 por ciento estimado por el mismo Fondo en enero pasado.
El diagnóstico actual del organismo internacional incorpora el impacto de “la incertidumbre en torno a las políticas públicas, el deterioro de la confianza y el aumento de los costos del endeudamiento que podrían seguir aumentando tras la reciente rebaja de la calificación soberana”.
Los expertos de la institución, dirigidos por Gita Gopinath, Consejera Económica del FMI, indicaron que el escenario previsto para México resulta de una inversión que sigue siendo débil y del consumo privado que se desacelera.
Sin embargo, el presidente López Obrador mantuvo su proyección de que la economía mexicana crecerá a 2 por ciento en 2019, a pesar del recorte en los pronósticos para México del FMI, y aseguró que es necesario tener nuevas formas de medir el desarrollo.
El mandatario nacional señaló que México vive actualmente un cambio de paradigmas, por lo que no utilizará sólo el crecimiento económico como parámetro para el desarrollo, ya que “puede llevar a una concentración de la riqueza”.
Asimismo, durante su conferencia de prensa matutina López Obrador dijo que es necesario contar con “nuevas mediciones” que tengan en cuenta los salarios, la distribución de la riqueza y otros factores para medir el desarrollo.