La mayoría de los integrantes de la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) coincidieron en que Petróleos Mexicanos (Pemex) sigue representando un factor de riesgo, debido a que el Plan de Negocios 2019-2024 de la paraestatal anunciado a mediados del pasado julio, no ha logrado restablecer la confianza en sus perspectivas financieras, y genera a dudas sobre la viabilidad de aumentar la producción de crudo.
Según la minuta de la reunión de política monetaria del pasado 15 de agosto -donde la Junta de gobierno del Banxico decidió reducir de 8.25 a 8 por ciento la tasa de interés de referencia-, uno de los integrantes añadió la imposibilidad de alcanzar niveles adecuados de reemplazo de reservas conforme a lo establecido en el Plan.
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Mientras que otro miembro de la Junta de Gobierno del banco central mencionó que este programa de rescate exige en el corto y en el mediano plazo el apoyo continuo e imprescindible del Gobierno Federal, mismo que se encuentra en una posición fiscal sumamente restringida.
Ante esto, el miembro de la Junta de Gobierno del Banxico consideró que sería deseable la reanudación de las rondas de asociaciones público-privadas, así como de subastas petroleras. Asimismo, destacó que analistas han mencionado que el Plan propuesto para Pemex no presenta explícitamente una planeación estratégica que reconozca el entorno internacional sobre la demanda de petróleo en el marco de la desaceleración económica prevista, ni el uso creciente de energías renovables.
Además, la mayoría de los integrantes de la junta de Gobierno del banco central apuntó que no se ha revertido el incremento registrado en meses previos en las primas por incumplimiento de pagos de la empresa paraestatal, y que el mercado aún descuenta una nueva disminución de la calificación crediticia de Pemex.
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Otro integrante de la Junta de Gobierno del Banxico agregó que esta situación puede generar ventas forzadas de deuda de la empresa y, en general, incertidumbre en los mercados financieros nacionales, por lo que consideró que la situación de Pemex podría tener repercusiones en las finanzas públicas y en la calificación de la deuda soberana de México.
AMLO PODRÍA RETOMAR ASOCIACIONES PÚBLICO-PRIVADAS DE PEMEX
Este jueves 29 de agosto, el diario británico especializado en finanzas y negocios, Financial Times (FT), adelantó que el presidente Andrés Manuel López Obrador permitirá que Pemex reanude las empresas conjuntas con el sector privado el próximo año, en lo que sería una reversión de su “feroz” oposición anterior a la reforma energética del país.
El rotativo cuya fuente es un alto funcionario del Gobierno Federal, señaló que López Obrador -quien ha puesto a Pemex en el centro de su política energética-, también está listo para revivir la exploración de empresas privadas en las aguas profundas del Golfo de México, en un esfuerzo por impulsar la inversión y la producción, así como para evitar una baja de calificación crediticia para la petrolera paraestatal.
“Estamos trabajando con el presidente para que las farmouts puedan comenzar en 2020 […] Para aguas profundas, todo sería para el sector privado”, indicó, y agregó que eso incluía a Trion, en el que Pemex tiene una asociación con BHP. Los inversionistas ven las aguas profundas de México en gran parte inexploradas como altamente atractivas, aunque son riesgosas y caras”, dijo el alto funcionario, quien según el FT pidió no ser identificado.
Según el medio británico, el Gobierno mexicano aún tiene que decidir si financiará un programa de coberturas petroleras, que generalmente cuesta alrededor de mil millones de dólares y se utiliza para proteger las finanzas públicas de las fluctuaciones de los precios del petróleo, dijo el alto funcionario con supuesto conocimiento directo de los planes de política.
Tras la reforma energética de 2013, que abrió el sector petrolero de México a la inversión privada después de ocho décadas de control estatal, López Obrador suspendió las empresas conjuntas con Pemex y las subastas de bloques petroleros cuando asumió el poder en diciembre del año pasado, argumentando que las empresas privadas no habían cumplido con las expectativas.
En una señal de que su actitud hacia los inversionistas privados de petróleo podría estar suavizándose, López Obrador se reunió ayer con Claudio Descalzi, jefe de la compañía petrolera italiana Eni, que el mes pasado comenzó a producir en México, dijo el FT.
