En 2018, los flujos de Inversión Extranjera Directa (IED) hacia América Latina y El Caribe alcanzó los 184 mil 287 millones de dólares; lo que representó un incremento de 13.2 por ciento respecto al año previo.
Con ello, se revirtieron cinco años de caídas, informó la secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena, quien indicó que la recuperación del dinamismo de IED en 2018 se debió al crecimiento de la reinversión de utilidades y de los préstamos entre compañías.
Indicó que 16 países tuvieron un incremento de IED. Las naciones que captaron mayor inversión fueron Brasil, con 88 mil 319 mdd (un alza de 48% respecto a 2017), y México, con 36 mil 871 mdd (un aumento de 20%).
Le siguen Argentina, con 11 mil 873 mdd (3.1%); Colombia, 11 mil 352 mdd (-18%); Panamá, 6,578 mdd (36.3%) y Perú, 6,488 mdd (-5.4%). Mientras que los flujos a Chile, de 6 mil 082 mdd, crecieron levemente (3.9%), pero, al igual que en 2017, los flujos de capital hacia el país se situaron claramente por debajo del promedio de la última década.
El 47% de las entradas de IED en 2018 correspondieron a la industria manufacturera, 35% a servicios y 17% a recursos naturales. Por otra parte, las megaoperaciones de fusión y adquisición transfronterizas se concentraron en Chile y Brasil, en los sectores de minería, hidrocarburos y servicios básicos (electricidad y agua).
La mayor parte del capital que ingresó a la región provino de Europa (que tiene una mayor presencia en el Cono Sur) y de Estados Unidos (principal inversor en México y Centroamérica). China, en tanto, perdió participación en las fusiones y adquisiciones en América Latina y el Caribe, apunta el informe La Inversión Extranjera Directa en América Latina y el Caribe 2019.
Dicho documento señala que 7.9% de la IED recibida por América Latina entre 2012 y 2016 se dirigió a la cadena agroalimentaria, especialmente al sector agroindustrial. Cantidad que sube a 15.5% en Uruguay; 14.5% en Paraguay; 14.4% en México y 11.9% en Argentina.
Por lo que, “la IED puede contribuir a que en las cadenas agroalimentarias regionales se produzca el cambio necesario para enfrentar los desafíos ambientales y sociales de las próximas décadas”.
Con respecto al comportamiento de las empresas transnacionales latinoamericanas, conocidas como translatinas, el documento de la Cepal informa que la salida de IED desde los países de América Latina disminuyó en 2018 por cuarto año consecutivo al llegar a 37 mil 870 millones de dólares.
El 83% de la inversión directa en el exterior procedente de América Latina tuvo su origen en Brasil, Chile, Colombia y México, detalló el organismo multinacional en un comunicado de prensa.