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viernes, febrero 16, 2024
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Asilos en el olvido

Entre el olvido y el desinterés de las autoridades estatales y municipales se encuentran actualmente algunos asilos para ancianos en Tijuana. Pese a que solicitan apoyos para mejorar instalaciones y la atención a sus albergados, estos no les llegan, pero les siguen canalizando personas para su tratamiento. Los asilos dependen exclusivamente de las donaciones externas y el voluntariado que coadyuva en las actividades. La Federación, en afán de realizar un correctivo, instrumentó un programa de atención móvil en temas de salud únicamente

El fallecimiento de cuatro personas de la tercera edad en los últimos 10 días en el asilo “El Refugio”, ubicado en la colonia Flores Magón en Tijuana, puso nuevamente al descubierto las carencias con que operan estos espacios y las precarias condiciones en que se encuentran sus instalaciones.


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Desde hace varios años, los encargados de estos espacios han insistido a las autoridades estatales y municipales, les provean de recursos que les permitan realizar mejoras en las instalaciones y elevar la calidad de atención a las personas, sin embargo, éstas han hecho caso omiso y contrario a ello, les siguen canalizando personas de la tercera edad a través del DIF para su atención.

Sin los apoyos, los asilos quedan prácticamente en el olvido de las autoridades y a expensas de los donadores y gente que de manera voluntaria se acerca para ayudar en las actividades que realizan; es así como funcionan, a expensas de lo recaudado.

El pastor José Manuel Martín Acosta López, encargado del asilo “El Refugio”, sabe bien de esta situación y le pesa saber que sus “viejitos” padecen y sufren las circunstancias, como ha venido sucediendo durante los últimos días –entre el 8 y 13 de agosto-, donde cuatro personas han fallecido en escenarios adversos.


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Pese a lo cuestionable de las muertes, autoridades de la Procuraduría General de Justicia en el Estado (PGJE) precisaron que las cuatro se debieron por causas de muerte natural, por lo que no se abrió ninguna investigación por razones de omisión de cuidados.

 

Los adultos mayores fallecidos

El 8 de agosto, por la noche, falleció la señora María Estela Zacarías de 70 años, tenía dos años en el lugar y ya ni visitas familiares recibía. Hace un año sufrió una embolia del lado derecho de su cuerpo y no podía valerse por sí misma, estaba deprimida y no comía.

Durante la madrugada del martes 13 de agosto falleció la señora Juana Cervantes Talamantes de 72 años. Padecía cáncer de mama y diabetes desde 2015; entró al asilo en marzo de 2013, cuando la canalizó el DIF Municipal. Tenía dos meses en el área de enfermería.

El mismo día por la tarde falleció el señor Guadalupe Salvador Álvarez de 86 años, quien había ingresado el 2 de agosto de este mismo año, luego que se encontraba en condición de calle; a su arribo presentó desnutrición severa del organismo y rechazó el tratamiento.


En la mañana del miércoles 14 de agosto falleció el señor Manuel Carvajal Valadez de 77 años, quien llegó al asilo proveniente del Hospital General, donde había sido tratado por cirrosis; estaba en el área de enfermería y ahí empezó a manifestar vomito de color verdoso, después de un tiempo perdió los signos vitales.

 

A revisión médica todos los asilos

Alejandro Ruiz Uribe, delegado de los programas federales de Bienestar, informó el jueves 15 de agosto que la Federación le entraría al tema con la instrumentación de un programa de atención y revisión médica en todos los asilos de la ciudad y se empezaría en el propio asilo “El Refugio”.

Por la tarde de ese día, personal médico del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) asistió al asilo para realizar la revisión de cada uno de los 160 adultos mayores que se encuentran albergados en el lugar.

El doctor Gilberto Paz Padilla, jefe de prestaciones médicas del IMSS, detalló que luego de las cuatro muertes, había la sospecha de que hubiera un brote epidemiológico en el albergue, lo cual fue descartado en la revisión sanitaria que realizaron en el lugar y que se comprobó que los pacientes habían fallecido por las enfermedades que padecían.

Entre los resultados que obtuvieron, observaron que no había ningún paciente más en situación de riesgo y que todos cuentan con tratamiento, sin embargo, también se percataron que los ancianos padecen enfermedades crónicas degenerativas -epilepsia, hipertensión y diabetes, las principales- que no son bombas de tiempo si continúan con sus tratamientos.

Entre las acciones que estarán instrumentando, habrá un plan de mejoras en cuanto a la atención de salud en el asilo, lo cual replicarían en otros lugares de la ciudad, aunque también el médico precisó que eso se determinará en los próximos días, cuando se dé a conocer o no la participación de Isesalud u otras instancias.

 

Pese a circunstancias adversas, no llegan los apoyos

Desde hace un par de años es conocido que el pastor José Manuel Martín Acosta López, encargado del asilo, ha manifestado la falta de apoyos por parte del Municipio y el Estado, lo que ha propiciado que se encuentren con grandes necesidades para la atención de los adultos mayores.

El 27 de octubre de 2017 se presentó un incendio en el área de enfermería, seis ancianos fallecieron al instante y dos quedaron heridos de gravedad; un hecho provocado por uno de los mismos ancianos que se encontraban al interior del sitio.

Ese día, tanto autoridades municipales como estatales prometieron ayudas no solamente para reiniciar las labores de reconstrucción del área de enfermería, sino para acondicionar de mejor manera el lugar, cosa que de acuerdo con el personal consultado, nunca se hizo y siguen en las mismas condiciones, atendiendo por voluntad y recursos propio hasta ahora que después de cuatro muertes, el Gobierno Federal acudió.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Manuel Ayala Manuel Ayala Manuel.Ayala 1026 manuelayala.tj@gmail.com
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