El ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, quien se encuentra recluido en el Reclusorio Preventivo Varonil Norte de la Ciudad de México, desde el 17 de julio de 2017, dijo en un video grabado desde la terraza de una habitación de un hotel de Guatemala, que su supuesta detención en realidad fue una entrega pactada con el Gobierno de Enrique Peña Nieto.
Según informes filtrados a diversos periodistas la noche de la detención, elementos de la entonces Procuraduría General de la República (PGR), elementos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) y de la Interpol, llegaron al exmandatario estatal a través de un intenso trabajo de Inteligencia. Lo arrestaron alrededor de las 21:00 horas del 15 de abril de 2017, en “un hotel de lujo” ubicado en el municipio de Panajachel, departamento de Solalá, a orillas del Lago Atitlán. Para entonces Duarte sumaba más de 180 días prófugo.
En la grabación difundida 2 años y tres meses después de los hechos, el 15 de julio de 2019, el ex gobernador veracruzano aparece con la misma camisa con la que fue captado por los periodistas el día de su “detención”, acusado de asociación delictuosa en detrimento del erario veracruzano, delito por el que purga una condena de nueve años de cárcel.
Y dice: “Hoy es sábado 15 de abril de 2017 […] Me estoy entregando y evidentemente darán a conocer como si hubiera sido sorprendido y detenido, pero como verán, estoy totalmente en libertad”, en el video de 33 segundos de duración.
El martes 16 de julio de 2019, el exgobernador de Veracruz agregó en una entrevista que su detención fue un hecho totalmente pactado con las autoridades mexicanas, quienes, señaló, le pidieron entregarse antes de las elecciones en el Estado de México —llevadas a cabo en junio de 2017 y en las que ganó Alfredo del Mazo Maza—, bajo la promesa de que dejarían en paz a su familia.
Según el veracruzano, el pacto se llevó a cabo en la Ciudad de México entre su exabogado Marco Antonio del Toro Carazo y funcionarios de la Secretaría de Gobernación (Segob) y de la Procuraduría General de la República (PGR), entonces a cargo de Miguel Ángel Osorio Chong y Raúl Cervantes Andrade, respectivamente.
Duarte de Ochoa, de 46 años de edad, aseguró que no tuvo otra opción más que acceder a dicha solicitud para proteger a su esposa Karime Macías de Tubilla y a sus dos hijos. “No tenía para dónde hacerme, era sí o sí”, declaró el ex gobernador.
Ese mismo martes, el diario Reforma publicó una entrevista en la que Duarte de Ochoa dijo que pagó una “extorsión” a Alberto Elías Beltrán, entonces encargado de despacho de la PGR, para que dejaran en paz a su familia y le reclasificaran el delito de delincuencia organizada, lo que implicaría conseguir una sentencia más baja.
