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viernes, febrero 16, 2024
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“El Chapo” ya no está en NY; podría ir a misma prisión de Osiel Cárdenas, “El Tigrillo” Arellano Félix y García Ábrego

El capo sinaloense Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, alias “El Chapo”, fue trasladado ayer del Centro Correccional Metropolitano (MMC, por sus siglas en inglés), en Nueva York -cárcel en la que estuvo recluido desde que fue extraditado a Estados Unidos el 19 de enero del 2017-, con rumbo desconocido que las autoridades no quisieron revelar, por lo que se desconoce oficialmente si fue llevado a la prisión de máxima seguridad Florence ADMAX, en Colorado.

Así lo informaron diversos medios basados en fuentes y dichos de los abogados del ex líder del Cártel de Sinaloa. Entre estos la cadena Univisión y el periodista Jesús Esquivel en un programa que conduce Carmen Aristegui Flores en CNN.


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Según la información, el capo fue sacado del MCC poco después de que fue condenado por el juez federal estadounidense Brian M. Cogan, en la sala 8D de la Corte del Distrito Este de Nueva York, a una cadena perpetua, más 30 años, y el pago de 12 mil 166 millones 191 mil 704 dólares.

Mariel Colón, abogada del equipo de defensa del narcotraficante mexicano no indicó a la cadena Univisión a cuál penal fue trasladado su cliente, aunque cree que puede ser Florence ADMAX, en Colorado, considerada la prisión más segura de EE.UU. Lo mismo señaló a la agencia AP, Jeffrey Lichtman, otro litigante contratado por el capo sinaloense.

El Cuerpo de Alguaciles de Estados Unidos (United States Marshals Service) dijo a la cadena Univisión que “no divulga ninguna información personal, programación de la Corte, detalles de transporte u otra información del recluso, excepto para verificar que el recluso se encuentra bajo custodia federal. La Oficina de Prisiones actualizará su localizador de presos a su llegada a una instalación designada”.


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En la audiencia condenatoria, el juez Cogan señaló que daba un plazo de 60 días para que “El Chapo” siguiera recluido en la prisión federal de Manhattan. El magistrado indicó que en ese tiempo el Buró Federal de Prisiones (BOP, por sus siglas en inglés) y los US Marshals debían decidir a cuál penitenciaría llevarían a Guzmán Loera para que purgara su castigo.

Sin embargo, ninguna de estas dependencias, ni la Fiscalía Federal del Distrito Este de Nueva York, confirmaron a la cadena Univisión si el capo sinaloense ya se encuentra en la prisión Florence ADMAX, en Colorado. Hasta el momento, Guzmán Loera no aparece en el localizador de presos en la página de internet del BOP, aunque la información sobre los reos de alto perfil suele estar clasificada.

Tras emitirse la sentencia, Lichtman dijo en una conferencia de prensa afuera de la Corte neoyorquina, que el juez Cogan había concedido que su cliente permaneciera 60 días más en la cárcel de Manhattan. “No sé si va a ir a la ‘Supermax’ [como también le dicen a la Florence ADMAX], creo que así será, lo cual es un paseo en el parque comparado con lo que atraviesa ahora”, expresó el litigante.

¿CÓMO ES LA PRISIÓN A LA QUE PODRÍA IR “EL CHAPO”?

Ubicada a mil 500 metros sobre el nivel del mar, en una extensión de tierra árida y arenosa de las Montañas Rocosas del sur de Colorado, la prisión en la que “El Chapo” pasaría el resto de sus días, es un lugar que ha sido descrito por aquellos que han estado allí como el “infierno en la tierra”.

En dicha prisión de máxima seguridad, a 160 kilómetros al sur de Denver, cerca de una antigua ciudad minera y ferroviaria, es donde residen los criminales más peligrosos del sistema penitenciario federal de los Estados Unidos. La Instalación Máxima Administrativa Penitenciaria, conocida extraoficialmente como “ADX Florence” o “Supermax”, es supuestamente la prisión más segura de EE.UU.

Solo los condenados por los delitos más violentos (y con frecuencia de alto perfil) son enviados aquí, donde vivirán sus días en régimen de aislamiento en las condiciones de seguridad más estrictas que se puedan imaginar. El complejo consta de edificios de ladrillos cortos y sin ventanas, protegidos por imponentes alambradas y torres de vigilancia ocupadas por tiradores armados. El terreno desértico circundante es seco, sin árboles, rocoso e implacable.

El interior de la prisión no es menos agresivo, lleno de celdas aglomeradas con poca o sin luz natural y camas de losas de concreto. Esta situación extrema de seguridad de dicha prisión es por lo que medios estadounidenses le han puesto el mote de “Alcatraz de las Montañas.

ADX Florence alberga a 410 de los delincuentes criminales más violentos de Estados Unidos, incluidos aquellos condenados por cometer delitos como el terrorismo y asesinatos múltiples. Norman Carlson, ex director de la Oficina Federal de Prisiones de EE.UU., dijo una vez que dicha prisión fue construida para “un muy pequeño grupo de la población de presos que no muestra ninguna preocupación por la vida humana”.

La lista de reclusos incluye a varios terroristas islámicos de alto perfil que han sido condenados a los niveles más extremos de confinamiento solitario. Los prisioneros actuales incluyen a Dzhokhar Tsarnaev, quien colocó una bomba en el Maratón de Boston; o al “bombardero” Richard Reid, y a Umar Farouk Abdulmutallab.

Otros terroristas extranjeros condenados en Supermax incluyen al conspirador del 11-S, Zacarias Moussaoui; además del cerebro del bombardeo del World Trade Center en 1993, Ramzi Yousef; y al perpetrador del atentado en el Times Square en 2010, Faisal Shahzad.

Más terroristas de alto perfil también han sido enviados a ADX, incluido el bombardero del Parque Olímpico, Eric Rudolph; o el “Unabomber” Ted Kaczynski; así como el cómplice del bombardeo de la ciudad de Oklahoma, Terry Nichols, quien estableció un récord mundial Guinness con su sentencia de 161 cadenas perpetuas consecutivas.

Además, en “Supermax” se encuentran recluidos una larga lista de espías, líderes de cárteles y pandillas violentas, incluidos el mafioso de Chicago, James Marcello; además de los líderes de la pandilla Latin Kings, así como los fundadores de la pandilla Hermandad Aria.

“El Chapo” también podría tener de vecinos de celda a antiguos socios o enemigos, como Osiel Cárdenas Guillén líder y fundador del Cártel del Golfo (CDG), quien se encuentra recluido desde 2010, pagando una condena de 25 años por narcotráfico, lavado de dinero y extorsión a agentes federales de Estados Unidos.

Además, de Francisco Javier Arellano Félix, alias “El Tigrillo”, ex líder del Cártel con apellidos homónimos, quien fue enviado a la “Alcatraz de las Rocosas” para pagar la misma condena que Guzmán Loera, cadena perpetua, tras ser sentenciado en 2007 por una corte federal de San Diego.

También sería vecino de celda de Miguel Caro Quintero, hermano de Rafael Caro Quintero, prófugo de la justicia, y ex líder del Cártel de Sonora, quien cumple una sentencia de 17 años en la misma prisión, tras ser detenido en 2001 y extraditado en 2008 a Estados Unidos.

Además de Juan García Ábrego, exjefe del CDG, conocido como el “Barón de las Drogas”, quien se encuentra purgando once cadenas perpetuas por narcotráfico y delitos contra la salud en “Supermax”.

Otro ex socio y compadre de “El Chapo”, Héctor Luis “El Güero” Palma Salazar, antiguo líder del Cartel de Sinaloa, estuvo preso en la ADX Florence hasta junio de 2016, pero después fue deportado a México, por lo que ahora se encuentra recluido en el Centro federal de Readaptación Social (CEFERESO) no. 1, El Altiplano, ubicado en Almoloya de Juárez, Estado de México.

ADX Florence es parte del Complejo Correccional Federal de Florence y comparte un terreno con otras tres prisiones federales de menor seguridad. La propiedad cubre 15 hectáreas y está protegida por una cerca de alambre de afeitar de 3.6 metros de altura.

Se instalaron rayos láser y almohadillas de presión cerca de las cercas periféricas para alertar a los guardias en caso de un intento de escape. Hombres armados armados con perros de ataque especialmente entrenados patrullan los terrenos, y francotiradores vigilan la propiedad desde arriba, en una docena de torres de vigilancia cercanas.

Unas cuantas ventanas y mil 400 puertas de acero con control remoto son los únicos medios dentro o fuera de la prisión. En el caso de un intento de escape, los guardias tienen la capacidad de cerrar instantáneamente todas las puertas dentro del complejo. Los detectores de movimiento y las cámaras cubren toda la propiedad, y son vigilados constantemente por los guardias en el centro de control de la prisión.

ADX Florence fue diseñada para desorientar a cualquier persona que ingresa y evitar que sepan en qué dirección están o cómo encontrar un área específica de la prisión. Todo, desde los pisos, hasta las paredes y los muebles, está hecho de concreto sólido. Por dentro no se visualiza un solo rastro del mundo exterior.

“Supermax” alberga 490 camas de presos, de las cuales aproximadamente 410 están ocupadas en la actualidad. Las habitaciones son pequeñas, rodeadas de gruesos muros de hormigón y puertas correderas de metal dobles. Una única ventana, es la fuente de luz natural.

Por diseño, el cielo sólo es visible a través de la ventana, para garantizar que los prisioneros nunca puedan medir la ubicación de sus celdas dentro del complejo y así planificar un posible escape.

Cada celda está equipada con un pequeño taburete de hormigón que no se puede mover, una combinación de lavamanos e inodoro y una ducha automatizada. Los reclusos duermen en una losa de concreto cubierta con un colchón de espuma delgada.

Suponiendo un buen comportamiento, a los internos se les permite una televisión en blanco y negro de 10 pulgadas, con acceso a programas educativos y recreativos básicos, pero sin canales de noticias.

Las habitaciones están insonorizadas, para evitar que los internos se comuniquen entre sí a través de las paredes, además de que las puertas están cubiertas de manera sólida para bloquear cualquier vista de los pasillos.

Los presos de ADX Florence permanecen en confinamiento solitario dentro de sus celdas durante 23 horas al día. Se les permite una hora de tiempo de recreación solitaria por día, en un pozo de concreto con una barra elevadora, que los ex reclusos han descrito como una piscina vacía.

A veces, durante su hora de recreación se lleva a cabo en lugar en una “jaula de recreación”, donde los prisioneros pueden ver el cielo y sentir el aire fresco del exterior. Este espacio es lo suficientemente grande como para que los presos caminen 10 pasos en línea recta, o 31 pasos en un círculo.

Los presos de ADX tienen permitido tres duchas por semana, mismas que cuentan con un temporizador automático. Las comidas se reciben a través de una pequeña hendidura en la puerta de acero, y la comida se selecciona cuidadosamente para garantizar que los internos no puedan usarla para lesionarse a sí mismos o a otros, o crear condiciones antihigiénicas dentro de su celda.

Los reclusos tienen un contacto casi nulo con cualquier otra persona que no sean los guardias de la prisión. Las visitas de los abogados se llevan a cabo a través de paredes de plexiglás, y se permite a los internos con buen comportamiento una llamada de 15 minutos por mes a un familiar previamente aprobado.

En ocasiones, los reclusos pueden enviar y recibir cartas, pero todo su correo es limitado, abierto, leído y analizado. Cada vez que un recluso sale de su celda, lo escoltan al menos tres guardias armados y se les exige que lleven esposas, grilletes y cadenas en el vientre.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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