De acuerdo a la Ley de Aguas Nacionales, existe una prelación en los usos de agua, en la cual se establece un orden de prioridades para el otorgamiento de concesiones o asignaciones de volúmenes de agua en caso de situaciones normales de disponibilidad del líquido.
En primer lugar, está el uso doméstico, seguido del uso público-urbano, pecuario, agrícola, ecológico, generación de energía e industria, en ese orden. Si un uso de mayor orden no está satisfecho, el uso siguiente no puede obtener un nuevo título de agua. En Mexicali tenemos dos tipos de fuentes de agua: superficial (Río Colorado) y subterránea (acuíferos del Valle de Mexicali y la Mesa Arenosa de SLRC). Ambas fuentes, como derechos de agua, están (sobre)concesionadas en su totalidad. Por tanto, no hay más agua “extra” para nuevos usuarios.
Dado que el uso del agua de Constellation Brands es industrial y como no existen nuevas fuentes de agua, ni nuevos volúmenes disponibles (al tener limitada la cuota del río Colorado y ser una zona de muy baja precipitación), la cervecera no puede obtener una concesión directamente de Conagua. Tampoco puede cambiar directamente títulos para uso agrícola y transferirlos al uso industrial, debido a la prelación antes descrita.
Entonces, la forma en que la transnacional estadounidense se está apropiando del agua es comprando parcelas con derecho de riego a los agricultores del Valle de Mexicali y cediendo “gratuitamente” estos derechos a la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Mexicali (CESPM). Esto es posible, ya que en la prelación mencionada el uso público-urbano (CESPM) está arriba del agrícola. Pero aquí hay un vacío en la ley, ya que en el uso público-urbano cabe todo tipo de cliente que esté conectado a la red de los organismos operadores del agua (domésticos, comercios, servicios, industrias y gobierno).
Esta cesión del agua o cambio de uso agrícola a público-urbano está prevista en el artículo 153 de la Ley de Desarrollo Urbano para Baja California. En este artículo se establece que los predios agrícolas que se incorporen a suelo urbano y destinados para acciones de fraccionamiento, deberán contar con los derechos de uso de agua correspondiente, los cuales serán transferidos gratuitamente a la CESPM.
Esto tiene lógica ya que, si la ciudad crece sobre el espacio agrícola, la tierra deja de tener su función de riego y el agua que se dejó de usar sirve para abastecer al incremento de la demanda propia del crecimiento urbano. Entonces, la transnacional cervecera en complicidad con el gobierno del estado está usando una ley destinada a los nuevos desarrollos urbanos para “lavar” el agua de uso agrícola y transferirla a uso industrial, saltándose la prelación, tal cual se tratase de lavado de dinero, es decir, del acto de aparecer como legal una cantidad de dinero de procedencia ilícita.
Mediante este mecanismo, Constellation Brands se ha apropiado de 3 millones 315 mil metros cúbicos de agua correspondientes al Módulo de Riego 18, cantidad que representa el 70% de lo que anualmente consumen en conjunto los casi 200 clientes industriales de la CESPM.
Pero el problema no se reduce ahí. En junio de 2017 Kiko Vega emitió un decreto para reducir el costo por metro cúbico de 65 a 19.55 pesos a industrias que -como Constellation Brands– traten sus aguas. Fue un decreto dedicado a la cervecera para reducirle el costo de agua. Más grave aún, al ser agua de riego la “adquirida” por la cervecera, tiene muy baja calidad para producir cerveza. Entonces, el agua que recibirá de la CESPM ya estará limpiada, hasta cierto punto, mediante la infraestructura pública de tratamiento de agua.
Así, la CESPM le lavará el agua a la cervecera. Se la entregará legal, barata y limpia.
Atentamente,
Iván Martínez Zazueta,
Estudiante de la Maestría en Geografía UNAM
Asesor técnico del Colectivo Plebiscito por el Agua de Baja California
Correo: ivan.martinez.zta@gmail.com