Con seis álbumes de estudio que mezclan sus raíces con un ambiente universal, premiados cuatro veces con el Latin Grammy y dos con el Juno, el cantautor cubano-canadiense Alexis Puentes, popularmente conocido como Alex Cuba, ha construido una carrera vinculada al jazz, folk y la música afrocubana que lo ha unido a más de veinte países; además de hacer duetos con Juanes, Eugenia León y Nelly Furtado (a quien le compuso la mayoría de canciones de su disco “Mi Plan”), entre otros, como antesala a su séptima placa discográfica “Sublime”, en la que colaboró con la legendaria Omara Portuondo y Pablo Milanés, además de Kelvis Ochoa, Silvana Estrada, Leonel García y Alex Ferreira.
Rodeado de gratitud, alegría y plenitud, el autor de “En mi Guitarra”, “De Camino” y “Por Donde Vas”, adelantó temas como “Yo No Sé” y el híbrido entre ska, chachachá, bachata y mambo “Dividido” (con Silvana Estrada), rompiendo esquemas y dando a notar sus inquietudes musicales, como grabar todos los instrumentos para atrapar su vibra personal en la sonoridad de las guitarras acústicas, el contrabajo y las percusiones, brindando elegancia y madurez a su nueva obra que calificó de aventurera y acústico-alternativa.
Peculiar por una trayectoria creativa y experimental, el artista de 45 años de edad pasó de ser el bajista y multiinstrumentista de una big band cubana, a edificar su historia como cantautor desde Canadá, aportando su visión a la música latinoamericana.
“Es justo decir que mi música es cubana y canadiense, sobre todo porque desde temprana edad me gustó la música norteamericana. Adoré el jazz e idolatré a los héroes de esa música, influencia que se hizo más real al radicar en Canadá, me sentí cómodo con el cambio, abracé la cultura canadiense y desde ese estado de gratitud, alegría y plenitud, se ha creado toda mi obra”, señaló a ZETA en entrevista telefónica.
“Tengo veinte años en Canadá y, para ser honesto, nunca he sentido nostalgia por lo que dejé atrás, para mí fue un paso creativamente revolucionario. Me he convertido en un ciudadano del mundo, con una proyección artística universal, en la que puedo mezclar mis raíces con el ambiente que me rodea, por ello tengo la certeza que he logrado reconocimiento por original y honesto”, agregó.
Referente a “Sublime”, mencionó que luego de dos décadas de carrera como cantautor, pudo realizar un disco en el que ejecutó todos los instrumentos: “Todo lo que escuchas, musicalmente hablando, soy yo, tocándolo. Fue un deseo creativo que me recordó los momentos en los que hacía mis demos, tuve la confianza de ir por ese camino y atrapé esa vibra personal, íntima, minimalista y llena de espontaneidad. No puedo decir que es el mejor disco de mi carrera, el público debe calificarlo, pero representa un paso artístico hacia delante, una progresión hacia el futuro de mi música”, indicó Alex Cuba, a la par de confesar que utilizó la guitarra con una actitud de piano, dándole modernidad al álbum.
Sobre sus preocupaciones sociopolíticas del mundo, apuntó que le preocupa que la voluntad de la humanidad, en aras de expandir su conciencia, encuentre límites, “que la gente deje de pensar, de juzgar con opinión propia, que nos volvamos el eco de lo que está en trending en las redes sociales, el existencialismo que se está viviendo hoy en día. Tengo la esperanza de que la gente nunca pierda la habilidad de juzgar, de pensar, de llegar a conclusiones por sí mismo; es la única manera en que la conciencia humana puede crecer”, puntualizó el hijo del guitarrista cubano y maestro de música Valentín Puentes.
