De motu proprio, impulsiva como es, la ex regidora Adriana Lencioni montó un anuncio espectacular en una de las principales calles de Ensenada -la 9-, por donde transita todo el transporte de carga. En la estructura de su propiedad, la priista colocó una lona con los rostros de los diputados Alejandro Arregui, Marco Corona, Édgar Gómez, Bernardo Padilla y Blanca Ríos, acompañados del texto “Desconocemos a estos diputados por traicionar al PRI”. Se refiere a la reciente aprobación de la reforma al Artículo Octavo Transitorio, con lo que el Congreso modificó el periodo del próximo gobierno estatal, de dos a cinco años, beneficiando al gobernador electo, Jaime Bonilla Valdez. Ahora purista, a Lencioni se le olvida que formó parte de uno de los trienios más cuestionados y señalados de corrupción, como el de Enrique Pelayo Torres, contra quien en su momento despotricó públicamente, pero no por lo antes dicho, sino porque no la favorecía para candidatearse. Incluso su rostro también formó parte de aquellos famosos espectaculares en los que se le declaraba, junto con varios ediles del XX Ayuntamiento, persona non grata. Como ahora señala a sus correligionarios.
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