Datos de la Secretaría de Turismo federal indican que de enero a mayo de 2019, el número de habitaciones reservadas en Cancún cayó 5.7% y en Playa del Carmen 3.3% a tasa anual, y para este verano se han cancelado 20% de las reservaciones en Cancún, advirtieron los hoteleros, quienes prevén difícil mantener la plantilla laboral ante la disminución de visitantes a Quintana Roo.
Si bien la baja en el turismo ha sido provocada por tres factores: la inseguridad, la carencia de promoción internacional y el sargazo, este último sigue representando un desafío en que empresarios del sector han invertido millones de pesos para quitar la alga del litoral de ese Estado, cuya descomposición genera un olor fétido.
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Por estos hechos causó controversia que, durante su visita a esta entidad del sureste del país, el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, minimizó el tema al decir que el sargazo no es un asunto delicado o grave, pese a que hay 15 mil hectáreas afectadas en Quintana Roo y una concentración de sargazo del tamaño de Jamaica se ubica a mil kilómetros de distancia del Caribe mexicano.
El lunes 24 de junio el mandatario anunció que el sargazo será atacado como un tema de “Estado” y no de “negocio”, por lo que no se contratarán empresas para limpiar el litoral, y la Secretaría de Marina destinará 52 millones de pesos para adquirir maquinaria y personal capacitado para este tema.
No obstante, omitió hablar sobre alguna inversión para el proyecto piloto que pretende crear una barrera natural que contenga a esta alga mediante una bacteria, cuyo costo sería entre 40 y 50 millones de dólares, según estimaciones del Fondo Nacional de Fomento al Turismo. Plan creado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts y la Universidad de Harvard a instancias del Consejo Mundial de Viajes y Turismo.
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