El Servicio de Inmigración de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) planea realizar este fin de semana un operativo masivo para deportar a inmigrantes en situación irregular, mismo que fue anunciado el mes pasado por el presidente Donald Trump, según informó este jueves el diario The New York Times, basado en una fuente gubernamental.
Según fuentes de los servicios migratorios citados por la cadena CNN, las redadas tendrán lugar en Atlanta, Baltimore, Chicago, Denver, Houston, Los Ángeles, Miami, Nueva Orleans, Nueva York y San Francisco, ciudades “santuarios” para los inmigrantes, donde la policía local no colabora en controles migratorios, ni pregunta por la situación, salvo que hayan cometido delitos graves.
Un alto funcionario de inmigración dijo al NYT que el ICE tiene a millones de nombres en su lista de personas susceptibles de deportación, pero que los operativos habían sido suspendidos unas semanas, en parte debido a resistencias dentro del organismo.
La operativo que comenzaría el domingo 14 de julio, está dirigida a 2 mil personas en al menos 10 ciudades y podría incluir “deportaciones colaterales”, lo que significa que quienes estén en el lugar con los inmigrantes buscados también serán aprehendidos por los agentes de ICE.
El Servicio de Deportación ya tiene las órdenes judiciales, lo que permite que el proceso de deportación sea expedito, según lo indicó el mismo rotativo neoyorquino.
Ken Cuccinelli, el director interino de la Oficina de Servicios de Ciudadanía e Inmigración en la Casa Blanca, dijo ayer miércoles que dicho organismo está autorizado a expulsar a cerca de un millón de personas. Sin embargo, admitió que no hay recursos humanos ni capacidades logísticas para ejecutar todas estas operaciones.
“Van a ocurrir seguro. Hay aproximadamente un millón de personas en este país con órdenes de expulsión”, confirmó el funcionario federal estadounidense, quien señaló que la cantidad de personas detenidas en la frontera cayó en junio con respecto a mayo, pero que EE.UU. todavía se enfrenta a una “crisis humanitaria mayor”.
En junio pasado, Trump anunció que Estados Unidos deportaría a “millones de extranjeros ilegales”. El propio presidente se encargó de comunicar la operación en su cuenta de Twitter, con días de antelación, afirmando que expulsaría a “millones”,
Sin embargo, a tan solo 24 horas de que comenzara el supuesto operativo, Trump tuiteó que lo retrasaría a petición de los demócratas.
ICE no ha confirmado ni desmentido el supuesto operativo, pero las fechas coinciden con los avisos del propio Trump. El pasado 22 junio, el mandatario estadounidense advirtió que el aplazamiento duraría “dos semanas”
Esto con el objetivo de ver “si demócratas y republicanos podían trabajar en una solución” para lo que califica de “problema de vacío legal” en la frontera sur. Si no, añadió, “¡empezarán las deportaciones!”.
A principios de 2017, el presidente anunció un endurecimiento de la política migratoria y en 2018 lanzó su política de “tolerancia cero”, que propició que más de 2 mil 300 niños fueran separados de sus padres migrantes.
Desde octubre del año pasado, el presidente estadounidense se ha referido a las caravanas de migrantes centroamericanos que buscaban llegar a Estados Unidos para huir de la pobreza y de la violencia como una “invasión”.
Según los funcionarios entrevistados por el diario, el objetivo del Gobierno de Trump es demostrar su fuerza para disuadir a familias que evalúan acercarse a la frontera con México para cruzar a Estados Unidos.