Luego de que el ex rector de la UNAM José Narro Robles abandonó la contienda encaminada a renovar la dirigencia del PRI y de paso renunció a esa fuerza política, priistas en Tijuana estimaron que su salida desestabilizó al partido, lo cual a nivel nacional supuestamente se vio reflejado en las reacciones de algunos militantes, como la consecuente dimisión de la ex diputada federal Beatriz Pagés, o la negativa de Manlio Fabio Beltrones a votar en el proceso interno, a consumarse el 11 de agosto.
Para la consejera nacional del PRI, Alejandra Nieto Álvarez, la dimisión de Narro Robles constituyó un golpe al priismo; “nos pega bastante”, enunció a propósito y recalcó que la postura que adoptó el otrora gobernador de Sonora como consecuencia, hizo tambalear a ese instituto político: “el tipo de comentarios de Manlio, que representa una figura importante para el partido, lo desestabiliza bastante”.
A su vez, el integrante de la Agrupación Política de Baja California, Andrés Méndez Martínez, manifestó que la deserción del ex aspirante a la presidencia del CEN partidista, quien sugirió que la elección interna ya está definida a favor del gobernador de Campeche con licencia Alejandro Moreno “Alito”, se prestó para hacer reflexionar “a todos los priistas”. Consideró que “la salida del doctor Narro es lamentable” en vista de los 46 años que tenía como militante.
En opinión de Jorge Alberto Tsutsumi, ex líder local del Revolucionario Institucional, con la ruptura del ex secretario de salud, el tricolor perdió a “alguien con prestigio, con nombre, alguien limpio que le aportaba al PRI”. En ese sentido vaticinó: “al rato vas a ver que el candidato de los gobernadores (Alejandro Moreno) está señalado de desvío de recursos, lo mismo que los Duarte (César y Javier, ex mandatarios priistas de Chihuahua y Veracruz)”.
A propósito de la recomendación que José Narro hizo a quienes permanecen en las filas del priismo, relativa a que “aguanten hasta que ya no aguanten” tal como presuntamente él lo hizo, Alejandra Nieto, Andrés Méndez y Jorge Alberto Tsutsumi, afirmaron por separado que pese a los embates que ha padecido el partido en términos de derrotas electorales, dimisiones o migración de cuadros a otras fuerzas políticas, ellos se mantendrán en su calidad de priistas.
En cuanto a la declaración de Narro Robles en el sentido de que el gobierno federal (en manos del político emanado de Morena Andrés Manuel López Obrador) tiene injerencia en la vida interna del Revolucionario Institucional (al igual que en la contienda partidista), Nieto Álvarez coincidió en que es preciso depurar el padrón de militantes, en vista de que una parte de ellos, en la práctica, está adherida a los intereses del partido en el poder.
Sobre la lista de afiliados (a cuya depuración se negó la dirigente nacional, Claudia Ruiz Massieu, cuando el INE así lo dispuso), el renunciante alertó que sobrelleva “crecimiento desmedido” en Coahuila, CDMX, Campeche y Oaxaca, lo cual atenta contra el proceso interno.
Méndez Martínez también reconoció que ha habido desbandadas de priistas a Morena, aunque asumió que ello sólo constituye “una moda, una situación temporal”, dada la posición del partido de izquierda en términos gubernativos.
Finalmente, Tustsumi estimó que “si alguien está metiendo la mano” no es gente que esté fuera del PRI. En todo caso, se trata de “todos estos pillos estuvieron en el gobierno de Peña Nieto (2012-2018): Ruiz Massieu, Videgaray, Osorio”, ex secretarios de Estado de quienes agregó: “son los que le pegaron en la torre al PRI y hoy día son los que quieren seguir dominando”.