Hugo Leonardo Avendaño Chávez, seminarista graduado de la maestría en la Universidad Intercontinental (UIC), fue hallado muerto ayer martes, luego de ser reportado como como privado de su libertad.
El joven religioso, de 29 años de edad, fue visto por última vez en la colonia Aculco, en la alcaldía de Iztapalapa, en la Ciudad de México, el pasado martes 11 de junio, alrededor de las 23:00 horas.
Su familia reportó su desaparición al día siguiente, el 12 de junio, ante la Fiscalía de Investigación para personas Desaparecidas (Fipede), bajo el expediente AYO/2299/2019.
Avendaño Chávez fue encontrado muerto ayer, envuelto en una cobija, en la parte trasera de su vehículo: una camioneta marca Chevrolet, modelo Trax, color gris, con placas de circulación E35ATG, en un lote baldío ubicado en las inmediaciones del camino a La Marina, de la colonia Héroes, también en Tlalpan.
“[…] la burocracia hace de las suyas, llevamos horas y horas de trámites y malos tratos, porque no sólo se es víctima una vez, aquí lo eres miles de veces”, señaló a través de la red social Facebook, Daniela Durán, prima del joven asesinado.
“Leo era un hombre de bien, recién graduado de la maestría en la UIC, hombre devoto que quería dedicar su vida a Dios, era un chico alegre y lleno de vida, con un futuro brillante, futuro truncado de la manera más horrible posible”, añadió la prima de Avendaño Chávez.
El hecho ocurre a días de que otro estudiante de una universidad privada, Norberto Ronquillo Hernández, de 22 años de edad, también fuera privado de su libertad al sur de la capital de la República, y luego apareciera muerto, a pesar de que su familia pagó un rescate de 500 mil pesos.
El cadáver de Ronquillo Hernández -quien estaba a punto de graduarse de la licenciatura en Mercadotecnia de la Universidad del Tepeyac- presentaba visibles huellas de violencia y, según la necropsia de ley, murió a consecuencia de una asfixia por estrangulamiento.