La encerrona fue en Tecate. En el rancho del secretario de Desarrollo Social, Alfonso Álvarez Juan, y a todos los convocados les quitaron teléfonos celulares. No querían espías o videos de la plática en redes sociales. La invitación vino del Gobierno del Estado y la reunión la encabezó Francisco Vega de Lamadrid el miércoles 5 de junio por la tarde. Entre su audiencia, funcionarios, políticos panistas y diputados. Pero ni crea que la invitación fue para reflexionar los motivos de la peor derrota que haya tenido Acción Nacional en Baja California desde que ostenta el poder. No. Fue para pelear las migajas. El partido. De ahí salió el que creen será el próximo dirigente estatal del PAN, el mismísimo anfitrión Álvarez Juan. Y de pronto el golpeteo. Acusan que el maestro José Guadalupe Osuna Millán aspira a dirigir el partido que será oposición en el Estado. Nada más alejado de la realidad. El ex gobernador ha sido claro: “El panismo requiere una profunda reflexión que trascienda victorias y derrotas”, y por supuesto, que haya elecciones internas y no dedazos de un gobierno que sale en el desprestigio y la ignominia política como al que pertenece Álvarez Juan. Osuna es de los que considera que los intereses de grupo al interior del partido deben concluir y rescatar “la mística” albiazul. Pero eso sí, que con él no cuenten porque ya dijo que no, que no aspira a dirigir el Partido Acción Nacional. Lo suyo es la política ideológica y la academia.