Luego de la catástrofe electoral de Acción Nacional en Baja California, el partido renovará su dirigencia en el Estado, que todavía ocupa José Luis Ovando Patrón, quien lleva en esa posición desde el 2013 y hoy con un PAN en ruinas, con decir que su partido solo consiguió 2 diputados locales tras las elecciones, el mismo número de legisladores que logró el casi extinto Partido de la Revolución Democrática.
Ovando llegó como dirigente al Estado por obra y gracias del grupo de Francisco Vega de Lamadrid, unos días antes de que el mandatario tomara protesta el primero de noviembre del 2013.
Ovando Patrón fue candidato único y fue elegido en el Consejo Estatal a finales de octubre cuando el PAN había sacado muy apenas la gubernatura del Estado, solo 10 diputaciones y 2 alcaldías.
Desde entonces, el dirigente estatal hizo gala de su desmedida entrega a lo que ordenara y se dictara desde el gobierno del Estado. Defendió lo indefendible. Hizo “mejor” trabajo que los propios voceros del gobierno estatal para defender los actos irregulares, decisiones que despertaron repudio y los actos cometidos por “Kiko” Vega y sus cercanos, tanto en el poder ejecutivo como en la Cámara de Diputados.
Ovando fue un empleado del gobierno estatal; sumiso, siempre. Convenientemente dócil. Al grado, por solo citar un ejemplo, de sancionar por la vía partidista a los diputados de su partido que se atrevieron en alguna ocasión a no estar de acuerdo con lo que se les ordenaba desde el centro de gobierno.
En 2017, Ovando fue nuevamente nombrado líder del partido apoyado por la nómina y la maquinaria del gobierno estatal. El panista no cambió de convicción, lo que se le ordenara eso hacía. Desprotegió y marginó grupos, no manifestó un ápice de inconformidad cuando se repartieron candidaturas bajo la línea oficial, menos cuando se presionó a los panistas que laboran en el gobierno, cuando se castigó a los “rebeldes”.
En las elecciones del 2018 el dirigente tuvo que entregar cuentas fúnebres, de las 8 diputaciones en disputa, el PAN no estuvo ni cerca de acercase. Perdieron todo. En 2019, la receta se repitió.
Francisco Vega y José Luis Ovando, son la cara de la peor derrota del PAN en sus últimas décadas y ambos dejarán sus cargos en los próximos meses marcados por el fracaso. Hoy, con el barco hundido, quienes han platicado con el líder panista, aseguran que ya niega su devoción por el equipo de “Kiko” Vega y de Loreto Quintero, intentando negar lo que desde hace años fue. Pero ya es tarde.
El 25 de agosto se renovarán los consejeros Estatales y nacionales del PAN, así como las dirigencias municipales, la convocatoria ya está lanzada. Pero aún no está claro cuándo se renovará a Ovando Patrón y su equipo. Como sea y cuando sea pero a Ovando no le quedará más que despedirse por la puerta trasera.