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martes, octubre 1, 2024
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Murió Ramón Córdoba, editor de Alfaguara

Detrás de cada libro y su autor, siempre está un sabio editor que con los años se convierte en una voz legendaria, anónima pero indispensable en las empresas editoriales; tal es el caso de Ramón Córdoba Alcaraz, editor de Alfaguara en México que lamentablemente falleció hoy jueves 20 de junio de 2019, a la edad de 61 años.

“La familia Penguin Random House México lamenta profundamente el sorpresivo fallecimiento de nuestro querido Ramón Córdoba Alcaraz @CadaPerroLibro, legendario editor de Alfaguara”, publicó la editorial.

“Ramón era un editor excepcional que dominaba todos los aspectos de su oficio con una pasión y una vocación únicas. Leía intensamente los manuscritos y trabajaba codo a codo con los autores de Alfaguara para lograr que cada libro alcanzara su mayor potencialidad, sin olvidar nunca que su trabajo era de catalizador y auxilio del trabajo creativo de los escritores”, detalló Penguin Random House Grupo Editorial.

“Respetado por dos generaciones de narradores mexicanos, de Carlos Fuentes a Alma Delia Murillo, pasando por Alberto Ruy Sánchez, Rosa Beltrán, Carmen Boullosa, Francisco Martín Moreno, Beatriz Rivas, Maruan Soto, David Toscana, Ana Clavel, entre otros muchos destacados creadores, la narrativa mexicana se viste de luto con su ausencia. Su meta en la vida era su trabajo en Alfaguara, al que acudía cada día con una sonrisa de pícaro en la cara”.

Complementó Penguin Random House: “Legendario conversador, Ramón fue docente, conferencista y también escritor. Ganó diversos premios como editor, entre los que destacan el Arnaldo Orfila a la Edición Universitaria y el premio CANIEM al arte editorial en tres ocasiones. Su influjo y entusiasmo no sólo se hacían sentir en la editorial y en su excepcional mano izquierda con los autores, sino también en trato directo con los libreros, como prescriptor de Alfaguara y en las presentaciones y ferias de libros con un tono coloquial y desenfado con los lectores”.

“Amante de los libros y convencido de ejercer el mejor oficio del mundo, Ramón Córdoba Alcaraz, quien acabada de cumplir 61 años, deja un hueco difícil de llenar en esta casa editorial. Expresamos nuestro más sentido pésame a todos sus amigos, a sus familiares y, sobre todo, a sus dos hijas, Erandi y Eréndira”, concluyó la firma editorial.

 

Escribir “suele exigir tres cosas: trabajo, trabajo y trabajo”: Ramón Córdoba

Con casi cuatro décadas en la edición de libros, Ramón Córdoba tenía un espacio en la revista digital Langosta Literaria (http://langostaliteraria.com/author/ramon-cordoba/), donde escribía sobre diversos temas relacionados con la edición de libros, sobre escritura y, por supuesto, recomendaciones y reseñas no sólo de las novedades editoriales, sino de la literatura universal.

Autor de “Cada perro tiene su día” (Editorial Terracota, 2014), Ramón Córdoba entregó el 31 de mayo de 2019 su texto más reciente a Langosta Literaria, titulado “Talleres literarios, manuales de escritura y otras provisiones para quienes buscan el Santo Grial”, donde escribió:

“Se cuenta por ahí que al insigne poeta Jaime Sabines las musas bajaban a dictarle poemas al oído. Me gusta creer que fue así, pero la evidencia testimonial, mi experiencia en la edición y mi propia práctica de la escritura me dicen que, aunque escribir es una de las formas de la felicidad, o debería serlo, practicar ese noble oficio suele exigir tres cosas: trabajo, trabajo y trabajo… y que, lejos de resultarles gozoso, hay a quienes tal empeño les cuesta sangre, sudor y lágrimas. ¿Por qué esto es así? La verdad, simple y llana, es que no lo sé. Hay tantas rutas hacia la escritura como caminos a Roma, y cada quien encuentra el suyo (o no)”.

“La cosa es que, por estas fechas y en muchos territorios, hay una gran cantidad de personas en busca de la escritura, y como esa búsqueda puede ponerse difícil, proliferan los talleres-cursos-diplomados-terapias intensivas-clases “magistrales”-etcétera de escritura creativa, escritura a secas, novela para mujeres, novela biográfica y autobiográfica, novela histórica, ¡coaching literario!, novela negra, ¡novela erótica! y desde luego abundan las obras dedicadas a enseñar escritura, desde breves manuales hasta voluminosos tratados”.

Luego escribió con la respectiva ironía: “Tampoco escasean los evidentes emprendedores (de alguna manera hay que llamarles), sin ninguna experiencia (y ya no digamos obra escrita, y mucho menos publicada), que abren talleres o editan manuales, dispuestos a sacar raja de la necesidad y credulidad de quienes, como probablemente tú que ahora lees, tienen la imperiosa necesidad y el irrenunciable deseo de escribir”.

Finalmente, recomendó: “En medio de tal maremágnum, es de agradecerse que alguien como Stephen King se haya ocupado de contarnos acerca de sus encuentros y desencuentros en un libro extraordinariamente divertido: ‘Mientras escribo’. Famoso, millonario y en plena productividad, se tomó el tiempo de contarnos cómo una vez estuvo en nuestros zapatos, lleno de dudas e inseguridades, pero sobre todo de ansias”.

Descanse en paz.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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