Octavia Spencer ha demostrado ser una de las mejores actrices en la industria del cine, y aquí de nuevo expone los motivos de sus múltiples galardones, incluyendo el
Óscar.
En esta película, dirigida por Tate Taylor, Spencer interpreta a Sue Ann, una mujer madura que todavía recuerda el bullying del que fue objeto de adolescente. Cuando un grupo de jóvenes le pide que les compre alcohol, ella acepta y les hace una propuesta: que tomen y hagan su fiesta en el sótano de su casa, pero hay dos reglas que deben respetar: nunca subir y llamarla “Ma”.
Todo va bien, los chicos se divierten y se alcoholizan, y la solitaria mujer incluso participa en el huateque, pero el encuentro accidental le da una oportunidad cuando descubre que los padres de algunos de estos adolescentes son los mismos que tanto se burlaban de ella años atrás. La venganza es predecible.
Sin embargo, nadie sospecha de la señora, excepto Maggie (Diana Silvers), la chica nueva que acaba de hacer sus primeros amigos en la escuela después de mudarse a la ciudad. Lo que viene es horror al estilo gore, con borbotones de sangre, aunque eso era de esperarse en cuanto se entiende el plan de Sue Ann.
Nadie más que Octavia Spencer es, entonces, responsable de soportar la carga de este largometraje que, si no fuera por esta actriz, hubiera sido otro más, sin garra ni matices.
Vale la pena, pues, ver el filme por disfrutar una vez el trabajo impecable y a veces divertido de Spencer, mientras manipula a estos chamacos incapaces de tomar buenas decisiones, porque, como bien dicen, de tal palo tal astilla. A pasarla bien, pues. **
Punto final.- “Godzilla” es una película monstruosa…
