La espera de hasta cinco meses para que los derechohabientes del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) puedan recibir la atención de un especialista, se debe a la falta de este tipo de personal que padece el Instituto, declaró Salvador Morales Riubí, delegado del IMSS para Baja California y San Luis Río Colorado.
Son 700 las vacantes que tiene actualmente el IMSS en la Entidad, entre neurólogos, cardiólogos, cirujanos, hasta personal para el área de medicina interna.
“No tenemos todo el personal que nos gustaría tener”, comentó Morales, “este es un asunto nacional, en cuanto al número de médicos que logran el grado de especialidad y que después quieren venir a trabajar con nosotros, tanto al Seguro Social como a nuestra Región”, añadió el funcionario.
Cuando Morales tomó el cargo en diciembre de 2018 los tiempos de espera para una cirugía podía ser hasta por seis meses, el funcionario compartió que han logrado reducirlo a una espera de cuatro meses aplicando diversas medidas con la programación de estas intervenciones los fines de semana o en horario nocturno.
La falta de especialistas, Morales indicó que corresponde más a que los médicos se quedan a ejercer en las ciudades donde estudian su especialidad y ya no regresan a su Entidad de origen, como sucede con los estudiantes de medicina en Baja California.
“Lo que estamos trabajando en nuestra delegación es en registrar el que podamos tener especialidades y entonces formar nuestros propios cuadros, y esos médicos vean como posibilidad quedarse con nosotros”, dijo Morales que podría ser una medida para cubrir las vacantes existentes.
Por otra parte, el delgado federal admitió que han tenido problemas para garantizar el tratamiento de radiaciones para los pacientes con cáncer debido a que la delegación solo cuenta con un acelerador lineal, tecnología utilizada para complementar el tratamiento contra esta enfermedad.
Al ser el único aparato en el Estado, instalado en la clínica #20 en Tijuana, ciertos días no brinda su servicio para darle mantenimiento y aminorar su deterioro por el uso que se le está dando.
“El mantenimiento y reparaciones de este aparato nos obligan a suspender tratamientos. Lo que hacemos es diferirlo, a veces eso puede ser un poquito peligroso.
Para esto estamos preparando contratos para tener auxiliares, con subrogación de servicios y esto también es para que los pacientes de Mexicali no tengan que venir a Tijuana por su tratamiento”, puntualizó.
