Con todo y su candidatura deshabilitada por el Tribunal de Justicia Electoral de Baja California, Fermín Otoniel García Martín, quien se inscribió para buscar la alcaldía de Tijuana por Movimiento Ciudadano siendo ministro de culto, no desistió en sus aspiraciones políticas y el 29 de mayo cerró campaña, tal como lo hicieron a su vez los legítimos abanderados de las otras fuerzas en contienda.
“Ellos han dicho que yo estoy impugnado y me han impugnado cuando en las encuestas yo voy en el sótano y yo siempre digo a qué le tienen miedo”, manifestó a propósito de sus detractores durante el acto de proselitismo celebrado en Palacio Municipal, el cual, además de oradores con rango de pastor, contó con música cristiana en vivo.
A decir del integrante del Grupo de Unidad Cristiana de México, quienes se opusieron a que persistiera en su condición de candidato “le tienen miedo a la justicia y a la rectitud, le tienen miedo a la transparencia y a hacer las cosas bien”, opiniones que vertió aun cuando MC “rindió protesta de decir verdad” en nombre suyo y ante el Consejo General del Instituto Estatal Electoral, sin que el aspirante hubiese cumplido a cabalidad con el requisito de no fungir como autoridad religiosa, según afirmó el 25 de mayo en Tijuana el presidente del IEE, Clemente Custodio Ramos Mendoza.
En un intento por escabullirse a los requerimientos para registrar candidaturas, el cristiano metido a político había solicitado una constancia a la Secretaría de Gobernación con miras a demostrar que estaba separado de sus funciones ministeriales religiosas.
Con ello, García Martín supuestamente estaba respetando el artículo 14 de la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público, relativo a que en ese contexto los ministros deben separarse de su cargo con cinco años de anticipación, siempre y cuando aspiren a puestos de elección popular.
Sin embargo, en el curso de un juicio promovido por el Partido del Trabajo, el tribunal electoral de Baja California solicitó información a la Segob para determinar el estatus como postulante del abanderado del partido naranja. Ante la solicitud del TJEE la dependencia federal dio cuenta de que la Dirección de Registro y Certificaciones “tomó nota” de la “baja como ministro de culto del Pastor Fermín Otniel García Martín” apenas el “25 de marzo de 2019”.
Con motivo de la clausura de sus actividades proselitistas, el pretenso a la presidencia municipal además alegó en contra de su impedimento a contender: “Nada tiene que ver un artículo que fue escrito en 1857, que hoy en día, en 2019, no necesita estar ahí. Yo reclamo mis derechos como ciudadano mexicano, que me da derecho a votar y ser votado”. Igualmente, arguyó ser objeto de discriminación.
Se afianzó a su pretensión de asumir como munícipe y prometió que él y su “equipo” trabajarán con integridad y dijo soñar “con una ciudad donde los gobernantes y los líderes hablen con verdad”.
Finalmente expuso que al igual que la madre Teresa de Calcuta, él no ha sido llamado a tener éxito; “hemos sido llamado a ser fiel a un pueblo que necesita”, aclaró.