El activista medioambiental tabasqueño José Luis Álvarez Flores, quien denunció en múltiples ocasiones la extracción ilegal de arena en el río Usumacinta y tenía un santuario del mono saraguato, fue hallado muerto ayer lunes, con cinco impactos de bala en el cuerpo, en la comunidad de Calatraba, en el municipio de Palenque, Chiapas.
Álvarez Flores, originario del municipio tabasqueño de Emiliano Zapata, también era defensor de otras especies cuyo hábitat está en peligro por la explotación ilegal del área. En el año 2012 estableció una Unidad de Manejo Ambiental (UMA) o área protegida, de 345 hectáreas, en Chablé, Tabasco.
Localizada en uno de los márgenes del río Usumacinta, la UMA establecida por Álvarez Flores, de 64 años de edad, está enfocada en la conservación en vida silvestre de iguanas, garzas tigre y un centenar de monos saraguato, también llamados aulladores, un primate que se encuentra en Belice, Guatemala y en México.
“Reprobamos este cobarde asesinato, exigimos justicia, que protejan a su familia y otros dos defensores más que fueron amenazados”, declaró Miguel Pérez, presidente de las UMA de Tabasco, al confirmar que junto al cadáver dejaron notas de amenaza a familiares de Álvarez Flores y otros ecologistas.
Pérez confirmó que el protector de los primates ya había pedido protección a las autoridades por las amenazas de muerte recibidas, pero nunca la recibió. “Esto es abominable, era una persona agradable, su defecto fue defender la extracción ilegal de arena, esa fue su lucha”, lamentó el presidente de las UMA tabasqueñas.
-Con información de EFE.