Los productores mexicanos de tomate, asociados en la Asociación Mexicana de Horticultura Protegida (AMHPAC) y el Consejo Nacional Agropecuario (CNA), entre otros, interpusieron un amparo ante una jueza de Nueva York, para dejar de pagar la cuota compensatoria por la exportación de dicha hortaliza a Estados Unidos y detener la investigación por dumping.
La medida judicial solicitada por los productores mexicanos, interpuesta a través de la firma estadounidense de abogados Shearman & Sterling, sería hasta que la Comisión de Comercio Internacional (ITC) emita su resolución final sobre si es probable que el dumping y el daño a la industria doméstica de EE.UU. ocurra en ausencia del Acuerdo de Suspensión del Tomate, la cual ocurrirá en septiembre de este año.
Los exportadores mexicanos argumentaron que el Departamento de Comercio de Estados Unidos (DOC, por sus siglas en inglés) no hizo buen uso de los tiempos para dar por terminado el Acuerdo de Suspensión a la Investigación Antidumping a las Exportaciones Mexicanas de Tomate, y eso no permitió que se pudiera concluir el Sunset Review por parte de la ITC.
Lo que busca los productores mexicanos es dejar de pagar los depósitos en efectivo que están haciendo los productores por la exportación de tomate a Estados Unidos desde el pasado 7 de mayo, fecha en la que se dio por terminado el Acuerdo.
Según el diario Reforma, que informó del hecho, el jueves y viernes de la semana pasada se llevaron a cabo dos audiencias en una Corte de Estados Unidos y se espera que este lunes se dé a conocer la resolución de la jueza sobre del amparo que promovieron los tomateros mexicanos.
El pasado 7 de mayo, la Secretaría de Economía (SE) expresó su “decepción y preocupación” por la decisión del DOC de eliminar la aplicación del Acuerdo de Suspensión a la Investigación Antidumping a las Exportaciones Mexicanas de Tomate.
A partir de ese mismo día, el Gobierno de EE.UU. impuso aranceles de 17.5 por ciento a las importaciones de tomate mexicano, indicó la SE, que recordó que con la eliminación del Acuerdo reactivará la investigación antidumping suspendida desde 1996, cuya determinación final deberá emitir a más tardar el 19 de septiembre de 2019.
“A partir del 7 de mayo de 2019 los exportadores de tomate mexicano se enfrentan al pago de derechos compensatorios provisionales de 17.5 por ciento el cual debe cubrirse como garantía para poder realizar sus exportaciones hacia Estados Unidos”, detalló la SE a través de un comunicado.
“Dicho pago implicará un costo anual superior a 350 millones de dólares para el exportador mexicano de tomate y se espera que muchos pequeños y medianos exportadores se vean imposibilitados de hacer frente a esta pesada carga financiera”, abundó la institución federal.
La Comisión de Comercio Internacional de EE.UU. emitirá su determinación final de daño a la industria, lo que podría suceder alrededor del 1 de noviembre de 2019, y con ello se definirá la aplicación definitiva de impuestos antidumping a la exportación de tomates a los EE.UU., o se volverá al libre comercio en dicho producto.
“Si bien la terminación del Acuerdo [de Suspensión] surte efecto a partir de hoy, debe destacarse que las partes han mostrado su disposición para continuar negociando con el objetivo de lograr una conclusión exitosa en las siguientes semanas”, precisó la SE sobre el convenio, que funcionó desde 1996 y reguló por 23 años las exportaciones mexicanas de tomate al mercado estadounidense.
La cancelación del acuerdo pondría en riesgo a 400 mil empleos directos y un millón de indirectos que ofrece el sector productivo del tomate. Asimismo, se estima que uno de cada dos tomates que se consumen en EE.UU. proviene del campo mexicano, lo que ha llevado a generar divisas hasta por dos mil millones de dólares anuales.
La hortaliza mexicana tiene una participación de 90.1 por ciento en el mercado de Estados Unidos, principal destino de las exportaciones nacionales de tomate, según datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP).
En México, las más de 3.5 millones de toneladas de producción de tomate representan poco más de 20 por ciento de la producción nacional de hortalizas, siendo los meses de febrero, octubre y noviembre los de mayor cosecha. Los estados con la mayor participación en el valor de la producción son Sinaloa, con 15.7 por ciento, San Luis Potosí (13.2 por ciento) y Baja California (9.5 por ciento).
Según un estudio realizado por la Universidad Estatal de Arizona, encargado por la Fresh Produce Association of the Americas -y citado por Bloomberg-, con el fin del Acuerdo, los precios minoristas del tomate en Estados Unidos podrían subir en un 40 por ciento hasta un 85 por ciento.
Y las mayores alzas pueden ocurrir en el periodo octubre-junio, cuando la producción en Florida se desacelera y los estadounidenses dependen más de las importaciones, indicó el estudio. El 26 de abril, el costo promedio había caído a cerca de 98 centavos por libra, el precio más bajo desde octubre, según datos más recientes del Gobierno estadounidense.