La reconocida neuropsicóloga Feggy Ostrosky fue la encargada de clausurar la Semana de la Psicología en Cetys Universidad, con la conferencia “Prevención, Sicarios Mexicanos y su perfil Neurosicológico”, la tarde del viernes.
La autora del libro “Mentes asesinas” narró ante estudiantes y docentes su experiencia en el campo de la neuropsicología, al entrevistar a 370 homicidas en todo el País, como el caso de Santiago Meza Flores “El Pozolero”, encargado de desintegrar en ácido los cuerpos que le llevaban los miembros del Cártel de Sinaloa en Tijuana.
Sin embargo, su inicio en el campo del análisis del perfil del sicario, fue con Mario Aburto Martínez, el homicida convicto del candidato presidencial, Luis Donaldo Colosio Murrieta, en 1994.
“En aquel entonces se acercaron a mí miembros de la Procuraduría General de la República (hoy Fiscalía) y me invitaron a realizarle un perfil psicológico, tratar de entenderlo”, relató.
Aunque no dio detalles de los resultados de esos estudios, explicó que a partir de ahí su carrera ha continuado analizando a homicidas que han vuelto mediáticos.
Tal es el caso de Edgar Jiménez Lugo “El Ponchis” o “El Niño Sicario”, hijo de padres alcohólicos y adictos a las drogas, quien queda al cuidado de la abuela, pero al morir ella, se queda en la calle a la edad de 7 años y es cuando miembros del Cártel de los Beltrán Leyva lo reclutan.
En su análisis, Ostrosky descubre una psicopatía muy particular, ya que a la edad de 14 años, “El Ponchis” no sólo era sicario, sino que disfrutaba de exhibir a sus víctimas a través de vídeos en internet.
Para la especialista, existen tres tipos perfiles de sicarios, quienes no tienen nada y de repente gozan de un poco de poder, lo cual los hace sentirse invencibles; quienes disfrutan la violencia y por último, quienes logran separar las emociones y ven la violencia como “algo necesario” para sus fines.