La construcción de la refinería de Dos Bocas, en Dos Bocas, Tabasco, costará más de 12 mil millones de dólares debido a la falta de experiencia del Gobierno de México y de la paraestatal Petróleos Mexicanos (Pemex), por lo que presionará más los recursos fiscales, aseguró este lunes la calificadora Moody’s.
“Dada la falta de experiencia del Gobierno y Pemex en la construcción de refinerías, es probable que el proyecto termine costando más y tomando más tiempo de lo que el Gobierno anticipa, colocando más presiones sobre los recursos fiscales”, señaló la calificadora en un comunicado, que, agregó, ello agravará la necesidad de apoyo del Administración encabezada por Andrés Manuel López Obrador para su financiamiento.
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“La última vez que Pemex construyó por sí mismo una refinería fue hace 40 años, a finales de la década de 1970, con tecnologías y procesos muy diferentes”, afirmó Moody’s, que añadió que existe, también la posibilidad de que el proyecto no se complete debido a la complejidad de llevarlo a cabo.
“Bajo este escenario, el Gobierno tendrá un gasto menor a 8 mil millones de pesos en consultorías, trabajos de preparación y otros gastos”, afirmó la calificadora, que advirtió, además, que, aunque no será tan costoso, dicho resultado debilitará aún más la percepción sobre la calidad de las políticas públicas de la Administración.
Moody’s abundó que las consecuencias para el perfil de riesgo del país dependerán de qué tanto más se pierde la confianza del mercado, afectando la inversión. El pasado 9 de mayo, López Obrador anunció que la licitación para la refinería había quedado desierta, por lo que Pemex y la Secretaría de Energía (Sener) serían las encargadas de construirla, con un presupuesto máximo de 8 mil millones de dólares.
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En su conferencia de prensa matutina, el mandatario nacional aseveró que la licitación para la construcción se declaró desierta “porque [las empresas] estaban pidiendo mucho, se pasaron de los 8 mil millones de dólares y se pasaba en el tiempo de construcción. Nosotros no vamos a permitir que una obra que no esté terminada en el sexenio”.
OTRAS POSTURAS EN CONTRA DE LA CONSTRUCCIÓN DE DOS BOCAS
El grupo financiero Citibanamex estimó que una refinería como la planeada en Dos Bocas, para producir 400 mil barriles diarios al procesar crudo pesado, costaría alrededor de 12 mil millones de dólares y tendría un tiempo de construcción de ocho años.
En un análisis resaltó que se declaró desierta la licitación para la construcción de una refinería en Tabasco, debido a que ninguna de las cuatro empresas invitadas cumplió con los términos de la convocatoria en tiempo y costo.
Asimismo, se estipuló que la construcción la realizará Pemex, bajo la dirección de la Secretaría de Energía, y arrancará el 2 de junio, para culminar en tres años, con un costo estimado de ocho mil millones de dólares.
“El que se declarara desierta nos confirma que han sido equivocados los estimados de tiempo y costo por parte del Gobierno, a la vez que también lo es distraer la atención de Pemex para la construcción, sobre todo dado los graves problemas que ya debe atender”, indicó Citibanamex.
A su vez, el área de análisis de Ve por Más (BX+) señaló que, el hecho de que la construcción sea responsabilidad de Pemex y Sener provoca diversas reacciones en contra de adversarios políticos, así como de analistas e inversionistas, por la presión que esto implicaría en las finanzas, de por si frágiles, de la paraestatal.
Por su parte, Gustavo de Hoyos Walther, presidente nacional de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), pidió al Gobierno Federal reconsiderar el riesgo que implica la decisión anunciada el pasado jueves 9 de mayo.
Expuso que “las cosas pueden salir mal” en la construcción del proyecto, cuyo costo asciende a 160 mil millones de pesos e iniciará el 2 de junio para concluir en 2022, cuando “estudios serios como el presentado por el Instituto Mexicano para la Competitividad estima en 2 por ciento las probabilidades de éxito para el proyecto”.
A través de un comunicado, De Hoyos Walther consideró, además, que el riesgo del proyecto también radica en que el mundo está inmerso en un proceso acelerado de transición energética, encaminado a sustituir los combustibles fósiles por amigables con el medio ambiente.
