Pese a que mejoró su calificación anual, México pasó del lugar 17 al 25 en el Índice de Confianza de Inversión Extranjera Directa 2019, elaborado por la firma de consultoría AT Kearney. Ello, debido a que el optimismo económico del país es el más débil de las 25 naciones estudiadas, aunado a que las agencias de calificación crediticia están degradando la perspectiva de calificación crediticia para el país.
Según el reporte –que lideran Estados Unidos, Alemania, y Canadá-, la economía mexicana se encuentra en un punto de inflexión ante las expectativas de menor crecimiento, ya que el Fondo Monetario Internacional bajó su expectativa a 1.6% para 2019, en línea con la revisión a la baja de la propia Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Este crecimiento se relaciona con la retórica del presidente Andrés Manuel López Obrador quien ha desafiado la privatización de sectores clave para la economía, incluido el energético. Además de que el Banco de México advirtió que su pronóstico económico estaba siendo afectado por la desaceleración de las inversiones así como por las huelgas laborales.
En contraste, la ratificación del Tratado México, Estados Unidos y Canadá (USMCA por sus siglas en inglés) ha dado a los inversionistas una sensación de mayor estabilidad política en la economía de América del Norte, y México ha hecho esfuerzos para ampliar sus relaciones comerciales, lo que da señales de que el país permanecerá abierto a la economía global y está buscando activamente diversificar sus relaciones comerciales y de inversión.